El socio brasileño de Rosell se 'exilia' en Miami antes de ser juzgado

Ricardo Teixeira estaba llamado a suceder a Joseph Blatter al frente de la FIFA. Los 23 años como presidente de la CBF y su dominio del fútbol sudamericano eran el mejor aval del socio de Sandro Rosell para aspirar a dominar el fútbol mundial. El destino y su ansia de amasar fortuna le han llevado a cometer irregularidades que están siendo denunciadas en Brasil y que salpican de lleno a Teixeira, que no ha tenido otro remedio que 'exiliarse' en Miami a la espera que los acontecimientos se calmen y puedan esclarecerse. Las denuncias siguen su curso y al margen de la guerra judicial a la que tiene que hacer frente, el que era jefe del fútbol brasileño se ha encontrado con una revuelta sin igual en la Confederación Brasileña de Fútbol.

Los datos que hablan sobre la presunta corrupción de Texeira salen a la luz pública día tras día en Brasil. En los dos últimos años han dimitido cerca de cuarenta ministros implicados en casos fraudulentos y todos ellos relacionados con dinero público pero hasta ahora el deporte a nivel federativo era de lo poco que se salvaba. Es más, se tomaba a los dirigentes deportivos brasileños como ejemplo por su poder. Tanto que han conseguido llevar hasta su país la organización del próximo Mundial de fútbol y los Juegos de Río en 2016.

La investigación de la Justicia Federal ha destapado una importante red de corrupción que tiene su punto de partida en la adjudicación a la empresa Alianto de la organización del partido Brasil-Portugal disputado en Brasilia en noviembre de 2008. Teixeira y Rosell son socios en la citada compañía, según señalan los medios del país sudamericano. 

Dinero procedente de una niña de once años

Tal y como informamos ayer, la empresa recibió nueve millones de reales (seis millones de euros) de dinero público procedente del gobierno de Brasilia por el montaje del partido, sin necesidad de justificar gasto alguno. La web UOL Esporte ha desvelado que días después de la celebración de aquel partido, el presidente azulgrana ingresó 3,8 millones de reales en la cuenta de Alexandra Teixeira que en esos momentos tenía 11 años de edad. Estos movimientos están siendo investigados por la policía judicial brasileña.

Ahora los focos apuntan a las obras de los estadios del Mundial 2014 y una operación de compra-venta de aviones aprovechando el patrocinio que tenía la CBF con la empresa TAM. Según A Folha de Sao Paulo, Rosell y la mujer de Teixeira son socios en la empresa Habitat Brasil Empreendimentos, compañía que sirvió de puente para la venta de un avión y que interviene en la construcción de algunos de los campos que servirán de escenario del próximo Mundial de fútbol.