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El Zaragoza se hunde dentro y fuera del campo
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ES EL COLISTA DE PRIMERA Y LA DIRECTIVA DE AGAPITO IGLESIAS CONTINÚA IGUAL DE INOPERANTE

El Zaragoza se hunde dentro y fuera del campo

El Real Zaragoza hace aguas. Los reveses, tanto económicos como deportivos, que ha venido sufriendo en los últimos tiempos han acabado por dejar al club maño

Foto: El Zaragoza se hunde dentro y fuera del campo
El Zaragoza se hunde dentro y fuera del campo

El Real Zaragoza hace aguas. Los reveses, tanto económicos como deportivos, que ha venido sufriendo en los últimos tiempos han acabado por dejar al club maño en una situación más que delicada, alarmante. A su peligrosa situación en la clasificación (es colista a siete puntos de la salvación) hay que sumar la destitución del técnico Javier Aguirre, la salida del equipo de Leo Ponzio y la dimisión del nuevo Consejo solo diez días después de tomar posesión de sus cargos. Ante este panorama, el presidente Agapito Iglesias ya no sabe cómo enderezar el rumbo de un barco que amenaza con hundirse.

La gestión de Iglesias ha dinamitado el club maño. En 2006 se hizo con el paquete mayoritario de acciones y desde entonces la entidad ha tenido más penas que alegrías: un descenso a Segunda división, concurso voluntario de acreedores, creciente enfado de la afición,  desfile de hasta ocho entrenadores, lucha constante por la permanencia durante las últimas temporadas y deudas a los jugadores. El último varapalo lo han protagonizado los cuatro consejeros, cuya marcha frustró la posibilidad de reconducir la situación del club.

El Consejero delegado Salvador Arenere y sus tres acompañantes, Carlos Iribarre, Fernando Rodrigo y José Guillén decidieron no continuar después de ser nombrados el 30 de diciembre por entender que no se produjo la cesión total de poderes para la gestión de la entidad por parte de Agapito Iglesias, “condición imprescindible” para la incorporación del nuevo Consejo. Los compromisos del presidente no se cumplieron y a los cuatro consejeros les bastaron diez días para comprobarlo. Sin embargo, Agapito emitió un comunicado para manifestar su sorpresa por la decisión.

La plantilla solo piensa en la permanencia

Es una época convulsa para el Zaragoza, y los jugadores, a los que se les adeudan diferentes cantidades, son plenamente conscientes de ello. Sin embargo, el capitán del equipo, Javier Paredes, ha querido hablar en nombre de la plantilla y anticipó que los próximos meses serán “muy duros y no puede haber ninguna discrepancia”. Hizo un llamamiento a la unidad para remar en una misma dirección concentrar sus esfuerzos en un único objetivo: la permanencia. “Lo único que tenemos en mente es la salvación. Lo que queremos es hablar de fútbol, pero por desgracia este equipo vive muchas situaciones extradeportivas", aseguró a los medios.

En cuanto al cobro por parte de los jugadores, Paredes confía en la palabra de los administradores concursales, que les prometieron que cobrarían, y asegura que la plantilla está tranquila en este sentido: “Están en la obligación de cubrir las fichas por la ley concursal".

El Real Zaragoza hace aguas. Los reveses, tanto económicos como deportivos, que ha venido sufriendo en los últimos tiempos han acabado por dejar al club maño en una situación más que delicada, alarmante. A su peligrosa situación en la clasificación (es colista a siete puntos de la salvación) hay que sumar la destitución del técnico Javier Aguirre, la salida del equipo de Leo Ponzio y la dimisión del nuevo Consejo solo diez días después de tomar posesión de sus cargos. Ante este panorama, el presidente Agapito Iglesias ya no sabe cómo enderezar el rumbo de un barco que amenaza con hundirse.

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