El 'nacional-barcelonismo', la nueva asignatura obligatoria en colegios y universidades

El Barcelona ha creado tendencia en todo el mundo. Lo que nadie esperaba es que derivara en el llamado 'nacional-barcelonismo'. Joan Laporta abrazó el independentismo, incluso creó un partido político, pero de ahí se ha pasado a adoctrinar a niños y mayores en algo así como una corriente deportivo-social-política bajo los colores azulgrana y el escudo del Barcelona, por encima de gustos o aficiones, lo que ha provocado malestar en otros equipos de solera como el Espanyol así como en aquellas personas que se desenvuelven a diario a espaldas del fútbol.

Los éxitos deportivos del Barcelona están consiguiendo que sus seguidores se multipliquen y aparezcan nuevos admiradores del juego de los Messi, Iniesta, Xavi, Piqué y compañía. Lógico. El que gana, enamora, ley número uno del deporte. Lo que sorprende, y va más allá de las reglas del juego, es lo que está sucediendo en la ciudad de Barcelona y alrededores. Escuelas infantiles, colegios, universidades y hasta centros hospitalarios están siendo testigos de lo que ya se ha venido a denominar 'nacional-barcelonismo'.

Y es que el la doctrina azulgrana se ha instaurado en todos estos centros, pasando a ser normal que los más pequeños tengan que aprender el himno del Barcelona o reciban clases de historia de la entidad que preside Sandro Rosell como algo obligatorio y como si formara parte de un temario oficial. La situación no es nueva. Empezó hace ya un par de años, pero en los últimos meses, algunos padres ya han alzado la voz. Ante la falta de respuesta en los organismos oficiales, los afectados han acudido a los dirigentes del Espanyol para que hagan suya la bandera de la reivindicación.

El Espanyol lidera el contramovimiento

Joan Collet, consejero delegado del Espanyol, ha pasado a liderar la queja del colectivo que se siente atacado ante el alineamiento de profesores, directores de colegios e incluso pediatras que miden a sus pequeños pacientes entre dibujos de jugadores del Barcelona, tal y como sucede en el centro de salud de asistencia primaria de Cap Les Corts. Las denuncias se han ido acumulando con casos que hablan de la enseñanza a niños de cuatro años de historia del Barça, a exámenes de música con el himno del Barça, que en otros casos se escucha en los recreos de otros colegios. Como dijo el alcalde de Barcelona Xavi Trias: "Es una desgracia ser perico". Aunque luego rectificó, dejó clara la idea que tiene la amplia mayoría de la población de la Ciudad Condal. 

En algunos colegios se impartió un curso a padres y alumnos bajo el lema: "El Barcelona o la transmisión de los valores". Además, en otros muchos de ellos se ha hecho tradición la visita al museo del equipo azulgrana como una de las actividades extra escolares o como fin de curso. La universidad pública de Barcelona tampoco se ha librado de ese 'nacional-barcelonismo' que dicen se ha apoderado de Barcelona. Una campaña denominada 'Todos somos Pep' ganó un concurso durante el pasado curso. La Generalitat, tal y como dijo a El Confidencial, no reconoce campaña alguna y afirma que todo obedece a cuestiones particulares de los diferentes centros y que en ningún caso se fomenta el 'pensamiento único azulgrana'.

Collet no piensa igual, confesó al programa 'Al primer toque' de Onda Cero. "Ha llegado el momento de decir basta. No vamos a callarnos más. Son muchas las denuncias que hemos recibido ante situaciones que están viviendo ciudadanos normales, niños sin uso de razón, que reciben la doctrina azulgrana de manera obligatoria", afirma el consejero delegado del Espanyol.

"Del Espanyol uno es por herencia familiar. Es imposible no ser del Barcelona tal y como se hacen las cosas. Llegará el momento que hasta los tres Reyes Magos saldrán vestidos del Barcelona. No creo que esto obedezca a una campaña del club azulgrana, pero es una realidad. Nosotros hemos estado durante trece años teniendo en Montjuic a nuestro estadio, que es municipal, y en ningún momento hemos podido dejar de vender recuerdos del Barça que había en las tiendas. La explicación que nos daban en el Ayuntamiento es que los turistas quieren cosas del Barcelona. Si hasta el alcalde regala pines del Barcelona a las visitas oficiales".

La situación no ha trascendido

Lo cierto es que la resonancia de lo denunciado ha pasado a un tercer plano, siendo generosos, en los medios de comunicación radicados en Cataluña. El Mundo puso en la pista, pero la respuesta ha sido el silencio, tanto a nivel periodístico como político. Ni el paso dado por Collet ha servido para que se dé relevancia a un tema así, algo normal teniendo en cuenta el diferente trato que reciben un equipo y otro. La proporción, en cuanto a espacio, puede ser de veinte a uno, otra señal más de lo que se denuncia aquí. Y es que ser espanyolista en Barcelona está empezando a ser algo muy arriesgado. Por el momento denuncian, pero prefieren mantenerse lejos de la primera línea.