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Rosell suplica el sí de los socios para no perder los 165 millones de euros que llegan desde Qatar
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LA POLÉMICA RODEA EL ACUERDO ENTRE EL BARCEONA Y LA FUNDACIÓN DEL PAÍS DICTATORIAL

Rosell suplica el sí de los socios para no perder los 165 millones de euros que llegan desde Qatar

Sandro Rosell ha pasado a la acción. Quiere un Camp Nou sin humos, con grada joven y con una camiseta del Barcelona manchada con el logo de

Foto: Rosell suplica el sí de los socios para no perder los 165 millones de euros que llegan desde Qatar
Rosell suplica el sí de los socios para no perder los 165 millones de euros que llegan desde Qatar

Sandro Rosell ha pasado a la acción. Quiere un Camp Nou sin humos, con grada joven y con una camiseta del Barcelona manchada con el logo de Qatar Foundation ocupando el lugar de Unicef. En juego están aquello de la imagen, 165 millones de euros y como él ha reconocido "la viabilidad de un proyecto deportivo de primer nivel y ser o no un gran club". Sin ese dinero no sería posible mantener a todas las estrellas que ahora conviven en el vestuario azulgrana, añadimos a las palabras del presidente azulgrana. Para lograr el refrendo popular, Rosell y su séquito, en el que se incluye Guardiola, están vendiendo las excelencias de la fundación y, en el caso del entrenador, el sentido aperturista de un país como Qatar. La realidad contrasta con lo dicho por Pep.

 

Qatar es un emirato que cuenta con 1.800.000 habitantes, de los que 350.000 son qataríes, casualmente los que viven bien y cobran sueldos dignos. El resto viven con 200 euros y sin apenas derechos. Hay dos clases claramente diferenciadas. Los qataries y los que no lo son. No hay término medio, ni condiciones laborales, ni sindicatos de ningún tipo. El otro baremo que se aplica es el de género. Y es que los hombres gozan de derechos que las mujeres no pueden ni soñar con ellos. El problema es que ese dinero que tanto anhela Rosell llega procedente de una entidad, cuanto menos, dudosa y sobre la que se ciernen multitud de sospechas. 

Qatar Foundation está señalada desde que su ideólogo, Yusuf Al-Qaradawi apoyó los crímenes del islamista turco, el premier Erdogan, contra el pueblo kurdo. Dr. Saif Al Hajari, Vicepresidente de la Qatar Foundation, defiende el acuerdo: "Qatar Foundation comparte con el Barcelona una profunda creencia en la capacidad única del fútbol para lograr cambios positivos. Hemos invertido desde hace tiempo en liberar el potencial humano en beneficio no sólo de Qatar, sino del mundo. Esperamos con interés trabajar con el Barcelona para sensibilizar aún más en torno a la educación, la ciencia y el desarrollo comunitario a nivel mundial".  

 

El fin cultural y de investigación de la fundación no es más que la intención de mostrar a todo el mundo una imagen muy disitinta de la habitual, esa que señala a Qatar como un país que continúa sin reconocer los derechos de los homosexuales y las mujeres. Es más, los primeros existen pero no dan señales de vida. Entre sus proyectos se encuentra la Ciudad de la Educación, que comprende varias universidades, y el Parque de Ciencia y Tecnología de Qatar. Lo cierto es que la tendencia señala que los patrocinios de los principales clubes europeos han pasado de ser de grandes multinacionales a casas de apuestas o instituciones relacionadas bien con el petróleo o con el gas, con origen en los países árabes o en el este de Europa.

Qatar también organizará el Mundial de 2022

 

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En el Real Madrid, por ejemplo, la última gran compañía en entrar en su panel de patrocinadores ha sido Fly Emirates (Dubai), pero el último gran logro del pequeño país fue el de conseguir el pasado mes de febrero la organización del Mundial de fútbol de 2022. Poco importa que en el mes de junio Qatar pueda padecer temperaturas de 40 grados. Y si importa ya han pensado en llevar el Mundial al mes de enero. Poderoso caballero... Los rumores aparecidos en el pasado mes de junio señalaban que la citada fundación estaba tras la compra de voluntades de los miembros del Comité Ejecutivo de FIFA que dio a la ciudad árabe la organización del Mundial.

 

La polémica ha acompañado a la decisión de Rosell. El mandatario azulgrana ha decidido prescindir de parte del acuerdo si los socios azulgrana rechazan lucir el nombre de la fundación. Y este sábado es el día. Se dice que tras la deslumbrante oferta (33 millones de euros por temporada por los 25 que Bwin paga al Real Madrid) está el deseo de la dictadura islámica de realizar un profundo lavado de imagen y el elegido ha sido el Barcelona. Poco ha importado que la cantidad para lograr el fin sea la más alta pagada a un club de fútbol por un patrocinio. El dinero no es el problema.

 

El poder radica en el emir de manera casi absoluta. Hamad Bin Khalifa al Thani es el jefe del gobierno y tiene una serie de ministros, pero no hay elecciones ni oposición. No hay partidos políticos. Según Amnistía Internacional el grado de su dictadura es superior al de China. Guardiola, que vivió allí durante un par de temporadas, no comparte la teoría. "Qatar es sin duda el país del mundo islámico más abierto, más occidental, sino no le hubieran dado el Mundial. Se quieren abrir al mundo occidental, donde las democracias están mucho más instauradas. Me trataron muy bien, dejé allí muchos amigos musulmanes. Te hace ver las diferentes culturas y creencias religiosas milenarias", espetó. En este sentido, añadió que igual que en Cataluña pueda costar entender su cultura, allí sucede lo mismo.

 

Pep Guardiola y el ahora director de fútbol de la primera plantilla blanca, Zinedine Zidane, apoyaron la candidatura de Qatar para el Mundial. Tal y como reconoció el francés lo hicieron "por una cantidad muy grande de dinero. Mucho dinero". El técnico azulgrana, además, recibió la propuesta de convertirse en el seleccionador qatarí a cambio de una cifra que llegaba a los diez dígitos de euros.

Sandro Rosell ha pasado a la acción. Quiere un Camp Nou sin humos, con grada joven y con una camiseta del Barcelona manchada con el logo de Qatar Foundation ocupando el lugar de Unicef. En juego están aquello de la imagen, 165 millones de euros y como él ha reconocido "la viabilidad de un proyecto deportivo de primer nivel y ser o no un gran club". Sin ese dinero no sería posible mantener a todas las estrellas que ahora conviven en el vestuario azulgrana, añadimos a las palabras del presidente azulgrana. Para lograr el refrendo popular, Rosell y su séquito, en el que se incluye Guardiola, están vendiendo las excelencias de la fundación y, en el caso del entrenador, el sentido aperturista de un país como Qatar. La realidad contrasta con lo dicho por Pep.

Sandro Rosell