La Ley Beckham, las primas y el coche de lujo, argumentos para no dejar el Real Madrid

Verano tras verano se repite la historia. El Real Madrid (el Barcelona no se queda atrás) quiere quitarse de encima jugadores que no entran en los planes del entrenador de turno, en este caso Mourinho. Los futbolistas se resisten y en muchos casos no aceptan la salida hasta el último minuto. Renunciar a los privilegios que ofrece el club blanco no es sencillo. Sueldo, coche de lujo, primas... son factores que siempre influyen y aparecen en las negociaciones. En este verano Florentino Pérez y José Ángel Sánchez han tenido un nuevo enemigo en frente a la hora de buscar soluciones o alternativas. Y es que desde que la llamada Ley Beckham pasó a la historia, el extranjero que trabaja en España cotiza como el resto de ciudadanos españoles. Por tanto, Hacienda se ha convertido en otro argumento para rechazar la invitación a cambiar de aires. Y es que el jugador no español que, con contrato anterior a la derogación de la ley, abandone España durante un año, al regreso su cotización pasa a ser del 43% y no el 24%, como le sucede a los que llegaron con anterioridad del 30 de junio de 2010.

En esta ocasión han sido tres los jugadores que han dicho adiós a la entidad madridista en el último minuto. Pedro León, Drenthe y Gago no firmaron por sus nuevos clubes hasta que el 31 llegó al calendario del mes de agosto. A otros les mostraron la puerta de salida pero sabiendo que era imposible que ningún equipo se acercara a lo que tienen garantizado por su contrato como madridistas. El mejor ejemplo, Kaká, que con sus diez millones de euros de ficha iguala el presupuesto del Rayo Vallecano. Ningún equipo de los que se interesó por el brasileño consiguió acercarse a esa cifra. Algunos hablaron de cesión de una temporada como solución, pero esa opción quedó descartada al tener que cambiar su cotización al su regreso a España. De los 12,3 que cuesta ahora por temporada, pasaría a costar 14,4 millones de euros por temporada y así hasta el 30 de junio de 2014.

"Ya se sabe, en el Real Madrid ganan mucho dinero y ese es el problema. Nadie se quiere ir de aquí", dicen los aficionados a la hora de hablar de esos jugadores que pasan de moda y que se agarran al escudo como argumento público para defender su continuidad. El trabajo de encontrar acomodo a los descartados, término con el que se conoce a los jugadores que un equipo de fútbol no cuenta con ellos, no es sencillo y menos en el club blanco. Si el sueldo ya es alto de por sí, a la plantilla del Real Madrid sólo la supera la del Barcelona en cuanto a la cantidad de dinero que ganan, a esto habría que añadir las posibles primas en caso de éxitos del equipo (la temporada pasada ganar Liga y Champions se cotizaba a 560.000 euros) y otros extras que tiene el estar en un grande, como es el coche de lujo y el siempre incalculable reconocimiento popular, extremos que son recordados en los duros momentos de la negociación de salida.

El triunfo en la Copa valió 100.000 euros por cada jugador del Real Madrid, mientras que la conquista de la Liga y de la Champions supusieron a la entidad que preside Sandro Rosell un desembolso de 35 millones de euros, cantidad que fue a parar  a todos sus jugadores atendiendo a diversos baremos como son la participación en partidos y demás. Sin embargo, en el club blanco se reparten por igual entre todos los jugadores, con independencia de los minutos que participen. Con anterioridad los dos grandes aseguraban las primas, pero el alto riesgo elevó el precio del seguro y años atrás desecharon esta idea.