El optimista Manzano, el renacer del Atlético y la palabra fracaso

La sala VIP del Vicente Calderón acogió este viernes algo más que la presentación del nuevo entrenador colchonero. Allí, junto a la puesta de largo de Gregorio Manzano, también se hizo público el nuevo rumbo que se ha fijado en el Atlético de Madrid, después de semanas de trabajo en los despachos buscando cómo regenerar la entidad.

Al final no se sumaron ni Kiko ni Toni. Pero los nombres propios del nuevo proyecto también rezuman sentimiento atlético por los cuatro costados. Caminero, Aguilera, Baraja, Vizcaíno, Pantic, etc. ya no se van a enfundar la rojiblanca, pero son interlocutores altamente cualificados para explicarles a los profesionales y canteranos que sí defenderán esos colores cuál es la verdadera exigencia del Atlético de Madrid. Con ellos, los dueños del club han conseguido atletizar la parcela deportiva, tal y como se propusieron desde el final del proyecto de Quique.

Caminero, director deportivo, admitió en la presentación del nuevo técnico que sopesó pros y contras de todos los entrenadores que sondearon, y que la elección de Manzano había sido muy meditada. Ningún periodista preguntó entonces cuáles eran los contras del regreso del entrenador jienense, quizá porque parecen demasiado evidentes.

El rechazo, o escepticismo al menos, que ha encontrado su elección entre la mayoría de la afición (todas las encuestas de internet y las redes sociales así lo han atestiguado durante los últimos días) sería la respuesta más idónea a esa pregunta. Este clima contagió una rueda de prensa que comenzó con varias cuestiones al técnico andaluz en clave pesimista.

Gabi y Mario Suárez, espejos de la cantera

Fue entonces cuando Manzano, cansado del tono, se vio obligado a hacer un breve alegato al optimismo. "Vuelve a repetirse la palabra fracaso. No me gusta esa palabra. Mi primera etapa aquí no fue un fracaso, y el momento actual no se puede tachar de difícil, sino de bonita e ilusionante", dijo el nuevo técnico rojiblanco, que aprovechó para mostrar su preocupación sobre lo excesivamente pesimista que es la sociedad actual.

Por ello, Manzano trató de transmitir confianza a los atléticos, prometiendo un equipo "fuerte y poderoso" que haga buen fútbol. El nuevo proyecto se basará en la aportación de jugadores jóvenes con hambre y calidad, como complemento de las pocas figuras contrastadas que habrá en la plantilla. La cantera tendrá como espejos donde mirarse a Gabi, que vuelve tras capitanear al Zaragoza, y a Mario Suárez, que mostró su mejor versión en el Mallorca de Manzano. El bloque del equipo será, "en un 80 o 90 por ciento", el mismo que el de esta temporada

Con esos parámetros, la paciencia parece más que necesaria, pero ese ingrediente hace muchísimo tiempo que desapareció de los despachos importantes del Calderón. Sin embargo, Manzano deseó que la suya fuera "una larga estancia" en el club, lo que sólo puede ser consecuencia de buenos resultados y de estabilidad.

Manzano se siente "capaz"

Estabilidad, ese es el Santo Grial que ansían todos los atléticos. Al fin un proyecto con sentido y que posea unas líneas claras de evolución que sirvan para que el equipo esté en lo deportivo al nivel que le exige su presupuesto, su historia y su masa social. ¿Será está vez?   

El nuevo Atlético se cerrará por completo en las próximas semanas. Las significativas salidas de Kun Agüero y David de Gea (el mejor jugador y el mejor canterano de los últimos años, respectivamente) significarán un punto de inflexión que dará el banderazo de salida a la nueva era.

"Capaz", así se siente Manzano para protagonizar el definitivo renacer del Atlético de Madrid. Para ello, los resultados tendrán que llevarle lejos del fracaso, porque por mucho que le pese al bueno de Goyo, si se repite una temporada como la última o como la suya de hace ocho años, eso en el Atleti es fracasar. Y siempre lo será.