Edurne Pasaban: "El dopaje en la montaña sólo haría que nos muriésemos congelados"

Edurne Pasaban no es una deportista cualquiera. La alpinista tolosarra se ha convertido en la primera alpinista en escalar los catorce 'ochomiles' del Planeta, y no ha dudado en plasmar su experiencia en la montaña a través de su libro 'Catorce veces ochomil'. En la presentación del mismo, Pasaban habló alto y claro: en la montaña "no existe el dopaje" y ningún escalador "tiene miedo a la muerte".

Pasaban se convirtió en la primera mujer en coronar las catorce cimas de las montañas que superan los 8.000 metros del mundo. Comenzó su aventura en el Everest, en 2001, pero en aquella ascensión la alpinista vasca decidió utilizar oxígeno suplementario para completar la escalada. Ahora, en 2011, volverá al pico de los 8.848 metros para coronarlo sin ayuda del gas embotellado.

"El Everest es el único 'ochomil' que he subido con oxígeno artificial, y el próximo 4 de abril comenzaré a escalarlo de nuevo, pero esta vez sin él. Sólo un 2 por ciento de los que consiguen coronar el Everest lo hacen sin oxígeno. Subir con esta ayuda es una clara ventaja, ya que cuando te encuentras a 8.000 metros es como si estuvieras a 6.000, pero yo lo coroné con oxígeno porque pensaba que no podría hacerlo sin él. Ahora sé que soy capaz", indicó Pasaban.

Preguntada sobre la reciente polémica acerca del dopaje en el deporte español, la deportista vasca se mostró muy clara. Pasaban no entiende que exista dopaje en la escalada, pues no cree que cualquier tipo de sustancia prohibida ayude al escalador a coronar una cima, sino todo lo contrario. Aseguró que cualquier elemento dopante podría ser muy peligroso para la vida del que intente completar un 'ochomil'.

"Mi experiencia es que en la montaña no existe el dopaje. Nosotros nos preparamos para tener un nivel de glóbulos rojos en sangre de manera natural, simplemente con la altura. De hecho, a veces es contraproducente, pues a cuanto más nivel te encuentres más glóbulos rojos tenemos y, por tanto, más se espesa la sangre, lo que significa que el corazón late más lento y, así, se bombea menos sangre", aclaró.

"Al ocurrir esto, muchas veces la sangre no llega de la manera en que debería hacerlo a las extremidades, lo que provoca que suframos congelación en nuestros miembros, como puede ser en las orejas, en la nariz o en los dedos de las manos y de los pies. Por tanto, si nosotros utilizáramos cualquier tipo de sustancias la congelación podría provocar que muriésemos en la montaña", destacó la alpinista.

"Miss Oh se quedó a diez metros de desnivel, no de distancia"

En la presentación de su libro, Pasaban no dudó en hacer referencia a su polémica con la surcoreana Miss Oh, que aseguraba ser la primera mujer en conseguir haber coronado los catorce 'ochomil'. Si bien es cierto que la española dejó claro que "no existe ningún organismo que demuestre quién fue la primera", no es menos cierto que las pruebas han aclarado que sólo la tolosarra ha sido capaz de coronar las catorce cimas.

Hace algunos meses, la Federación Surcoreana hizo públicos los resultados de la investigación realizada por siete alpinistas que habían subido al Kanchenjunga (8.586 metros) y la topografía de la fotografía en la que aparece Miss Oh al final de la escalada no se tomó en la cima. "Miss Oh se quedó a 10 metros de desnivel de coronar la cima, no a 10 metros de distancia. Un metro de desnivel pueden ser metros muchos metros de distancia", señaló Pasaban.

Más allá de toda polémica, Pasaban es consciente de los peligros que representa la montaña. Aún así, tiene claro que las complicaciones pueden llegar en cualquier momento, pero estos problemas nunca se exteriorizan ni se comentan entre compañeros: "Nadie habla de la muerte ni de lo que nos podría pasar cuando estamos en la montaña, pero todos tenemos claro lo que queremos: volver a casa".

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