Cañizares, imputado en un supuesto delito fiscal de 198.000 euros

Cañizares se ha pronunciado de esta manera en declaraciones a los medios de comunicación tras prestar declaración durante cerca de dos horas ante la jueza de Instrucción, a la que le ha reiterado que no tenía nada que ver con ningún fraude a Hacienda. Tras ello, la jueza no ha modificado su condición judicial.

Santiago Cañizares, tras su declaración ante la jueza, ha pasado cerca de 20 minutos haciéndose fotos con personal del juzgado y con otras personas que se encontraban en la Ciudad de la Justicia de Valencia. Seguidamente ha salido a atender a los medios que le estaban esperando.

Cañizares ha prestado declaración en calidad de imputado en una causa abierta por un presunto delito contra la Hacienda pública. Se le acusa de defraudar a Hacienda en el año 2005 unos 198.000 euros en una operación inmobiliaria desarrollada en el municipio valenciano de Bétera a través de la empresa que él administraba, Cum Maxime. Sobre este asunto, el ex portero, en declaraciones a los periodistas, ha reconocido que fue administrador y socio de la entidad Cum Maxime, mercantil que ahora mismo está siendo investigada.

No obstante, ha defendido que durante su época como administrador no tuvo "ninguna incidencia" con Hacienda, y ha asegurado que los hechos que se están investigando como presuntamente delictivos sucedieron después de que él cesara en su cargo y vendiera su participación en la mercantil. A este respecto, ha puntualizado que de existir irregularidades en esta sociedad "sucedieron cuando yo ya no era administrador ni accionista". "Cuando yo estaba no hay nada irregular", ha insistido el ex portero.

Al ser preguntado por el año en el que deja de ser administrador de la mercantil, ha afirmado que creía que en 2006. "Y con posterioridad es cuando -presuntamente- hay irregularidades. Yo no tengo constancia de ellas porque yo ya no soy ni administrador ni accionista".

Cañizares ha afirmado que este viernes ha ejercido su defensa "como todo ciudadano tiene su derecho", y ha asegurado que le "duele" que estos temas "no se traten con la delicadeza que merecen". "Yo no soy abogado del diablo y es imposible que este desgaste que sufre mi imagen yo lo vaya a recuperar, ni aunque archiven la causa, como estoy convencido que va a suceder", ha lamentado.

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