Cómo aguantar cinco carreras "con la soga al cuello" y no morir en el intento

Hace dos meses, antes de la carrera más importante para Ferrari de cada año, el GP de Italia en Monza, los empleados de la Scudería escucharon la siguiente premisa de boca de su jefe, Stefano Domenicalli: "Si pinchamos en 'casa' este domingo, desde el lunes empezamos a pensar en el coche de 2011". Lo que hubiera supuesto aceptar una dolorosa y temprana derrota para una marca ganadora, y que vendría a echar por tierra el esfuerzo de muchos, incluido Emilio Botín.

El asalariado de Ferrari más relevante a todos los efectos, Fernando Alonso, ya era muy consciente de la situación de ultimátum a que se enfrentaban. Por eso, dio su mejor versión e hizo buenas las cientos de horas extras de sus ingenieros y mecánicos bordando un fin de semana perfecto, recuperando así el pulso por el campeonato de pilotos ante el éxtasis de miles de tifosi.

Ya no había margen de error. Los Red Bull eran mejores, Lewis Hamilton tenía mejor posición que Alonso y, con un Felipe Massa desaparecido en combate, había que encomendarse a que el español pusiera su máquina al límite en cada curva. Y así debía ser hasta final de año, para presionar a sus rivales y después esperar a ver cómo éstos afrontaban la tensión de una lucha a cinco bandas.

Cinco carreras después, el español llegará como líder del Mundial al último Gran Premio del año, en Abu Dabi, gracias, sobre todo, a que ha pilotado al mejor nivel de su carrera y no ha permitido que la soga que lleva desde hace dos meses alrededor del cuello le terminara ahogando.

Alonso sabe que, el domingo que viene, la segunda posición le daría matemáticamente el campeonato. "Y si no gana Webber creo que un cuarto o así nos bastaría para ganar. Y ese es el objetivo. Hay que ser segundo sí o sí. Y si vemos que Webber tiene un problema o sale retrasado, pues ya seremos superconservadores", afirmó el bicampeón, tras acabar tercero en el GP de Brasil donde había partido quinto.

Alonso: "Va a ser muy divertido y emocionante"

"Llevamos ya desde Alemania con la soga al cuello, desde Monza más bien, y sabiendo que cada fallo iba a ser imperdonable. Y llegamos a Abu Dabi con la misma situación. Con un fallo allí se nos escapa el campeonato. Hay mucha presión y mucha tensión. Hay que prepararlo con mucha concentración. Con el equipo muy unido y con determinación y puede ser un fin de semana divertido", comentó.

El asturiano señaló además que "con la victoria de Sebastian Vettel (en Brasil) el Mundial está muy abierto con estos contendientes tan fuertes. Veremos qué podemos hacer en Abu Dabi y qué resultado podemos conseguir. Va a ser muy emocionante", afirmó Alonso.

"Esto es la Fórmula 1 y cualquier cosa puede pasar el próximo fin de semana. Para mí es empezar desde cero. Hay que hacer un buen trabajo y a ver qué pasa el próximo fin de semana", comentó el asturiano, quien, sea cual sea el desenlace final, ya ha protagonizado la mejor temporada de su vida.