De la Rosa aporta confianza y Ferrari esperanza

Volvieron a rodar. El entusiasmo no cabía en ayer en Cheste. ‘Baile’ de pilotos que sólo unos días atrás estrenaron nuevo mono y regresos esperadísimos como el heptacampeón Michael Schumacher o del piloto más querido entre sus colegas: Pedro Martínez de la Rosa. El español no dio síntoma alguno de inactividad automovilística y plasmó en el asfalto valenciano que la confianza depositada en él por Peter Sauber tiene una base sólida. De reojo, en España se ha girado la cabeza para comprobar los primeros tiempos de Ferrari y de Toro Roso, por Fernando Alonso y Jaime Alguersuari respectivamente. La scuderia desprende esperanzas por volver a lo más alto y el coche de la filial de Red Bull no ha demostrado aún que sea tan fiable como el resto.

No significan nada. Los tiempos en la pretemporada aportan datos que pueden utilizarse para el despiste. Tan sólo en la propia escudería saben si su coche es rápido o no. En Cheste, una vuelta puede variar hasta cinco segundos dependiendo de la carga de combustible que tenga el coche. Así que a partir de aquí, es difícil adivinar quién de los equipos está mejor a una determinada altura de la pretemporada.

Sin embargo, se desprenden sensaciones que suelen parecerse a lo que ocurre durante la primera carrera del campeonato. Poco a poco, se podrán intuir aciertos y defectos en función de su clasificación. Aunque este veredicto no se podrá realizar antes marzo (el día 14 de este mes arranca el ‘Gran Circo’ en Bahrein). En Australia, el pasado año, por ejemplo, antes de la carrera ya sabíamos que Brawn GP no iba de farol, que McLaren tenía problemas y que Alonso no pelearía por ganar.

Con Luca Badoer aún en la retina

Ayer fue la toma de contacto. Pedro de la Rosa volvió a sentirse piloto de F1 y “menos oxidado” de lo esperado. Sensaciones que no sentía desde hacía más de un lustro pero que no se reflejaron en la pista. Su conducción no difirió de la del resto y la mayor preocupación en Sauber, si sería capaz de adaptarse de nuevo a un monoplaza, quedó resuelta a las primeras de cambio. Algo similar le ocurrió a Schumacher. No hubo que lamentar trompos, salidas de pista o acciones como las que Luca Badoer protagonizó el pasado año con un Ferrari. Este lunes no dieron el 100% pero tranquilizaron a los ‘culpables’ de sus respectivas contrataciones: no defraudarán.

Massa finalizó primero sin tener ningún tipo de problemas con el bólido. Por fin superó a Brawn GP, ahora Mercedes GP, aunque sólo sea en un entrenamiento. Desde luego, una señal más optimista que la pasada temporada, en la que la preocupación era palpable debido al difusor mágico. Este año, esa arma aún no se ha desvelado.

La vida en Renault sigue igual. Afincados en la parte baja con tiempos lentos. De acuerdo que el vehículo acaba de salir del embalaje hace unas horas… pero recuerda al R4, perdón, al R29. Sobre Robert Kubica recaerá el trabajo para evolucionar el coche. Menos mal que este año tiene a Lotus, Virgin, USF1 y Campos Meta para quedar últimos (en teoría).

Tampoco es buena señal que un Toro Rosso dure sólo 18 vueltas. La caja de cambios no aguantó más y también suena a la inestabilidad de 2009. Para evitar este defecto tienen un mes y medio y a un barcelonés que quiere ‘comerse’ el mundo. Alguersuari no ve el momento de estrenarse.