El extraño caso de Virgin

Está claro que lograr un campeonato del mundo de Fórmula 1 no garantiza la permanencia de un patrocinio en un equipo. Si no, que se lo pregunten a Ross Brawn, que ha conseguido llevar a Brawn GP a la cúspide del ‘Gran Circo’ con escasos recursos y aún así no ha logrado convencer al magnate británico Richard Branson, dueño del grupo Virgin, de que siga apostando por invertir en la Fórmula 1.

 

El matrimonio entre Brawn GP y Virgin parece haber llegado a su fin. “Hemos tenido un gran año con Virgin, pero parece que sus ambiciones son diferentes para el próximo año, así que es poco probable que su nombre aparezca en nuestro monoplaza en 2010”, sentenció Ross Brawn, jefe de la escudería británica.

La raíz del conflicto puede ser esencialmente económico. Hace algunos meses, Branson, anunció que para 2010 dejaría de patrocinar a Brawn GP debido a que los costes eran insostenibles. Esas declaraciones se produjeron antes de que Jenson Button ganara el Mundial de pilotos y antes de que la escudería británica se llevara el Mundial de constructores.

En ese entonces, sus declaraciones tenía sentido, sobre todo porque nadie podía garantizarle el éxito de Brawn GP en la presente temporada. Pero después de ver la hazaña conseguida por la escudería -en gran medida gracias a los famosos difusores, sin menospreciar el trabajo de Button y de Barrichello-, parece extraño que Virgin, principal patrocinador del equipo, reafirme su tesis de abandonar al equipo.

“Entramos en Brawn GP porque era muy barato y la cobertura mundial ha sido fantástica para nosotros, pero sospecho que el próximo año el precio será astronómico”, señalaba el pasado junio el dueño de Virgin. “El valor de la escudería ha pasado de casi nada a 50 millones de libras (casi 56 millones de euros) al año. Estamos encantados por ellos y nosotros estamos teniendo un año fantástico con ellos”, agregó Branson.

Pues sí, Branson estaba en lo cierto, Brawn GP ha aumentado su caché y ahora no se vende a cualquiera ni a cualquier precio. Quizás las declaraciones de Brawn son un arma de presión para que Virgin se lo piense dos veces antes de abandonar el equipo, no vaya a ser que terminen arrepintiéndose como lo hizo Honda al ver el éxito de Brawn GP. Sin embargo, no deja de ser extraño que, Virgin, tras haber elevado sus ingresos a raíz de su patrocinio en Brawn GP, no tenga los medios ni las herramientas para continuar presente en la Fórmula Uno, sobre todo ahora que Brawn GP se ha hecho un nombre en la Fórmula 1 y que tendrá mayor presupuesto para mejorar -si es que se puede- lo conseguido el presente año.

Sea como fuere, lo cierto es que Ross Brawn no pierde el tiempo ni buscando patrocinios (algo debe tener ya amarrado), ni saboreando el presente título. El jefe de la escudería británica lleva desde el pasado verano trabajando en el coche para el próximo año. “Tuvimos la suerte de obtener una buena ventaja desde el principio del campeonato, lo que nos ha permitido comenzar a trabajar en el coche del próximo año desde el verano pasado”. Con o sin Virgin, y con Button a punto de renovación, Brawn GP ya cosecha una nueva sorpresa.