Ronaldo, con un golazo echó a Pelé de las gradas

Ocho goles en diez partidos con la camiseta del Corinthians. El último -ayer en casa de Pelé- de esos que da la vuelta al mundo por su calidad y por quién lo ha metido. Da igual que sea en Eindhoven, Barcelona, Madrid, Milán o por Sao Paulo. Ronaldo marcó ayer dos tantos en la ida de la final del Campeonato Paulista, el título regional más importante de Brasil, ante el Santos y con ‘O Rei’ en las gradas, quien se fue después del segundo de ellos.

"Es realmente un sueño haber conseguido dos goles en el estadio en el que el rey Pelé hizo tantos. Ser rey en la casa del rey, aunque sea por un día, es un sueño", afirmó Ronaldo al referirse al estadio Vila Belmiro, el santuario del Santos. "Ronaldo fue la diferencia. Su segundo gol fue digno de una Copa del Mundo", afirmó el llamado atleta del siglo -Pelé- en declaraciones.

Después de estar trece meses lesionado, el ex azulgrana y madridista no ha cambiado. En dos meses ha anotado ocho goles. Del mismo tipo que siempre, le dan un balón rodeado de defensas y que él se las apañe. “O disparo desde fuera del área, o un recorte y apunto a portería, o me intento ir por velocidad”… Su mentalidad es la misma, no su físico. Por eso la opción de resolver cuanto antes -sin encarar como antes- es la mejor. Aunque no sigue siendo la única. Su puntería, potencia en el disparo y toque de balón son unos valores que aportan seguridad.

Dentro de poco, Ronaldo será un sinónimo de la palabra gol en Brasil. El país sudamericano está acostumbrado a que sus estrellas deslumbren las caras de aficionados de ligas en el Viejo Continente. Sólo cuando la pólvora empieza a terminarse regresan a casa para culminar su carrera. Así pasó con el último ‘grande’ del área, Romario, quien alardea de haber llegado a los 1.000 goles. Adriano, perdido, se resiste a abandonar su morada y todavía hay dudas de dónde jugará al fútbol, si es que decide reemprender su carrera. Ronaldinho y Robinho, estrellas comerciales, han desaparecido en el último año de las quinielas para el Balón de Oro o Fifa World Player. Pero hay uno distinto a todos ellos. Que ya ha pasado por todas esas fases y aún así mantiene intacto su talento de atravesar la red del adversario: Ronaldo.

Con sus números, el mayor anotador en Copas del Mundo y campeón con Brasil en los Mundiales de 1994 y 2002 vuelve a llamar a las puertas de una selección que parecía imposible que retornara. Dunga anota. Ronaldinho, fijo en las últimas convocatorias, debería hacer lo mismo.