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Venus Williams elogia el juego de Carla Suárez
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RAFA NADAL PASA A TERCERA RONDA TRANQUILO

Venus Williams elogia el juego de Carla Suárez

La española Carla Suárez luchó, mantuvo su fe al máximo, exhibió la exquisitez de su tenis y al final obtuvo una recompensa soñada, la victoria sobre

La española Carla Suárez luchó, mantuvo su fe al máximo, exhibió la exquisitez de su tenis y al final obtuvo una recompensa soñada, la victoria sobre la estadounidense Venus Williams, ex número uno del mundo por 2-6, 6-3 y 7-5 en el mejor escenario posible del Abierto de Australia, la Rod Laver Arena. Pocos, ella misma incluida al principio, creían en sus posibilidades. "Quizás en tierra", dijo un día antes. Pero sus emociones se agolparon tras ceder el primer set, se centraron en remontar después, y explotaron cuando tras ir abajo 2-5 en el tercero logró cinco juegos seguidos. La fuerza interior de Carla fue hoy superior a la envergadura de Venus, a su experiencia y a los demoledores golpes que la mayor de las Williams aún atesora.

 

La estadounidense no restó un solo ápice a la victoria de la española de la que dijo que había mostrado "mucho carácter". "Jugó muy bien, y creo que aprovechó sus oportunidades, pero realmente lo que hizo fue mostrar mucho carácter", comentó la mayor de las Williams tras ser derrotada por Suárez Navarro en la segunda ronda del Abierto de Australia. "Ella fue súper consistente y agresiva, fue a por sus golpes y creo que jugó realmente bien. Le había visto jugar antes, pero creo que el de hoy ha sido su mejor partido", apuntó Venus.

"El final del encuentro fue muy apretado. No he reflexionado sobre qué parte de mi juego no funcionó, pero hay que darle todo el crédito a ella", precisó Venus.

Venus, finalista en 2003, con 11 intervenciones en Melbourne, no se lo podía creer. ¿Cómo una pequeña jugadora, que había sido cuartofinalista en Roland Garros el pasado año, que aún no ha inaugurado su palmarés, que debutaba en este grande, podía volverle loca con un fulgurante revés cruzado y con unos ángulos de vértigo?. Todo esto sacando a la española 23 centíme

 

tros, estando harta de jugar en las centrales de todos los grandes, mientras que la canaria actuaba en este recinto por primera vez, y por segunda en una plaza central, después de la Philippe Chartrier.

Carla no se arrugó y ese fue su premio. Había ganado antes a la italiana Roberta Vinci, pero Venus era un reto, un desafío, y quizás por eso empezó nerviosa, y cometió dos dobles faltas en el primer juego del partido. Tampoco parecía reaccionar cuando cedió el primer set en 29 minutos. Pero siguió confiando en sus posibilidades, incluso faltándole el aliento de su entrenador habitual, Xavi Budó, con quien se reunirá para la gira americana, y mientras, miraba al palco donde estaba apoyada por el técnico Marc Casabó.

En el segundo set se vio la auténtica Carla Suárez. Mucho más fría, sacando partido de sus geniales golpes al contragolpe y castigando a Venus a un sin fin de correrías, de lado a lado de la pista. La mayor de las Williams renqueaba, paraba el partido para recuperar aliento y no salía de la jaula que Carla había construido a base de soportar misiles, y de responder con suaves toques. Igualado el partido, Carla creyó más en sí misma, y Venus se lanzó con todo al ataque. La americana se colocó con un destructor 4-1 y luego con 5-2, y todo parecía acabado para la pequeña española, pero su último aliento la impulsó con fuerza. Dos roturas seguidas, a base de colocación y buen tino le dieron la oportunidad y con 5-5, se abrió la esperanza. Parecía imposible pero hacerle cinco juegos seguidos a la mayor de las Williams estaba ahí y Carla lo logró con coraje, sin darse por vencida.

Su victoria abre el cuadro y las esperanzas españolas. Carla se enfrentará ahora con su compatriota Maria José Martínez, que venció a la uzbeka Akgul Amanmuradova, por 6-2 y 6-4, con lo cual una española tiene asegurada la ronda de octavos, después de que Virginia Ruano lo lograra en el 2006.

 

Rafa Nadal gana con tranquilidad

Sin la espectacularidad del primer partido ante el belga Christophe Rochus, pero con tranquilidad, el español Rafael Nadal, número uno del mundo, superó al croata Roko Karanusic, 92, por 6-2, 6-3 y 6-2, y se colocó en la tercera ronda del Abierto de Australia. Nadal sigue sin sufrir en los primeros compases del primer Grand Slam de la temporada. Parece como si su nombre atemorizase a los rivales que le salen al paso y éstos claudicaran desde el inicio. Rochus le aguantó 77 minutos, y el talentoso e imprevisible Karanusic veinte minutos más hoy. Dos pruebas que no han servido aún para comprobar el actual estado de forma de Nadal.

Karanusic salió a la pista como si el partido de hoy fuera una fiesta. Sin tensión, jugando sin ritmo, durmiendo la bola la mayoría de las veces, y enviando en otras auténticos misiles que desconcertaron a Nadal. Su estilo de juego, tan propio como inusual, le pueden dar resultados en otras instancias, como los 'challengers' de Belgrado y Kolding (Dinamarca) que ganó el año pasado, pero no en un Grand Slam y menos ante un jugador cuya regularidad le ha llevado a lo más alto.

Sin haber ganado jamás ni a un jugador situado entre los diez primeros del mundo, ni a un zurdo, el croata lo tenía difícil. A pesar de que había dicho que se consideraba mejor física y mentalmente que Nadal, ante el que sólo cedía en la técnica. Si a eso se suma que se trataba de su primer enfrentamiento contra un número uno del mundo, las complicaciones se multiplicaban. Pese a todo, Nadal no se despistó. No estuvo tan acertado con el servicio como ante Rochus, pero su nivel está a años luz del de su rival, que no le dio el ritmo necesario que puede necesitar en la siguiente instancia.

En la tercera ronda, Nadal se medirá con el alemán Tommy Haas, que venció al italiano Flavio Cipolla, por 6-1, 6-2 y 6-1.

Los españoles Fernando Verdasco, decimocuarto favorito, y Nicolás Almagro, decimoséptimo, vencieron este jueves al francés Arnaud Clement y al italiano Fabio Fognini, respectivamente, para alcanzar la tercera ronda. Verdasco se impuso a Clement, finalista en 2001, por 6-1, 6-1 y 6-2, mientras que Almagro hizo lo propio con el italiano Fabio Fognini, por 6-2, 7-5 y 6-0.

 

Rafa Nadal