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El histórico Logroñés, a un paso de la desaparición al no presentarse a otro partido
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LOS JUGADORES SUFREN INCUMPLIMIENTOS DE PAGO

El histórico Logroñés, a un paso de la desaparición al no presentarse a otro partido

Los jugadores del Club Deportivo Logroñés no han acudido este domingo al partido de Liga que debían disputar en el campo de San Miguel, en Navarrete

Los jugadores del Club Deportivo Logroñés no han acudido este domingo al partido de Liga que debían disputar en el campo de San Miguel, en Navarrete (La Rioja), con lo que este equipo acumula ya dos incomparecencias y, según la reglamentación, será excluido de la Liga del grupo XVI de Tercera División. Así, esta tarde, el Logroñés ha quedado más cerca que nunca de su desaparición y, de hecho, no podrá volver a jugar al menos hasta la temporada próxima, y lo haría en la Regional Preferente riojana.

Los jugadores del Logroñés han justificado en una rueda de prensa su incomparecencia en los incumplimientos de pago por parte del propietario de la entidad, Javier Sánchez, quien firmó pagarés a nombre de los futbolistas que vencían el pasado viernes pero que carecían de fondos. La última semana ha sido una de las más extrañas en la historia convulsa del Logroñés, acostumbrado durante una década a vivir en la precariedad económica.

Hay que recordar que el Logroñés ya descendió de Segunda B a Tercera durante el verano por el impago del club a sus jugadores. Entonces entró a gestionar la entidad el empresario navarro Javier Sánchez, que formó una plantilla para jugar en Tercera con sueldos por encima de la media riojana y la mayor parte de jugadores de otras comunidades autónomas. En ningún momento cumplió sus compromisos de pago y ya antes de Navidad la plantilla protagonizó un encierro en el campo de Las Gaunas y la primera incomparecencia a un partido.

Después, muchos jugadores comenzaron a abandonar el Logroñés para fichar por otros equipos y, hace quince días, el entrenador, Edu García, presentó su dimisión. Mientras todo esto ocurría, Sánchez aludía a su "cargo" en el club para justificar los impagos: era gestor y para pagar debía ser propietario, algo que logró oficialmente el pasado jueves -cuando Juan Hortelano le cedió la entidad por un euro-, cuando se comprometió a hacer efectivos los pagarés firmados a jugadores y al club filial -del que se surtía de juveniles- el Balsamaiso.

Pero no fue así y el viernes por la noche los futbolistas tomaron la decisión de volver a declararse en huelga, aunque hasta ayer mismo volvieron a reunirse con Sánchez sin ningún éxito. Por ello a las 16.30 de este domingo, cuando debían jugar en Navarrete, el colegiado del partido ha certificado la incomparecencia del Logroñés y, muy probablemente, su desaparición ya que, de momento, hasta la próxima temporada no tendrá ninguna actividad.

Las explicaciones de su posición que han ofrecido los siete jugadores que quedaban en la plantilla han sido igual de "kafkianas" que la historia del club en la última década. Han afirmado que Sánchez les ofreció como garantía de sus deudas una cantidad que iba a cobrar en un "club" y que ayer, incluso, les propuso cobrar "en especie", con dos coches de alta gama.

Uno de los futbolistas, Iker Fernández, ha expresado la opinión mayoritaria de la plantilla sobre Sánchez: "ha venido mandado por alguien para que el club siga vivo, a coste cero, porque no interesa que las cuentas del Logroñés en los últimos años salgan a la luz". Otro de sus compañeros, César Fernández, ha recalcado: "hemos tomado esta decisión por dignidad, hemos agotado todas las posibilidades para que nadie nos dijera que era culpa nuestra y si él -el propietario- hubiese dimitido quizás también habríamos jugado este domingo".

Lo sucedido este domingo con el Logroñés afecta a todo el fútbol riojano, no sólo porque prácticamente supone la desaparición de su equipo con más historia, sino porque ahora habrá que restar los resultados que hayan obtenido contra este equipo todos los conjuntos de la Tercera División riojana

Los jugadores del Club Deportivo Logroñés no han acudido este domingo al partido de Liga que debían disputar en el campo de San Miguel, en Navarrete (La Rioja), con lo que este equipo acumula ya dos incomparecencias y, según la reglamentación, será excluido de la Liga del grupo XVI de Tercera División. Así, esta tarde, el Logroñés ha quedado más cerca que nunca de su desaparición y, de hecho, no podrá volver a jugar al menos hasta la temporada próxima, y lo haría en la Regional Preferente riojana.

Los jugadores del Logroñés han justificado en una rueda de prensa su incomparecencia en los incumplimientos de pago por parte del propietario de la entidad, Javier Sánchez, quien firmó pagarés a nombre de los futbolistas que vencían el pasado viernes pero que carecían de fondos. La última semana ha sido una de las más extrañas en la historia convulsa del Logroñés, acostumbrado durante una década a vivir en la precariedad económica.

Hay que recordar que el Logroñés ya descendió de Segunda B a Tercera durante el verano por el impago del club a sus jugadores. Entonces entró a gestionar la entidad el empresario navarro Javier Sánchez, que formó una plantilla para jugar en Tercera con sueldos por encima de la media riojana y la mayor parte de jugadores de otras comunidades autónomas. En ningún momento cumplió sus compromisos de pago y ya antes de Navidad la plantilla protagonizó un encierro en el campo de Las Gaunas y la primera incomparecencia a un partido.

Después, muchos jugadores comenzaron a abandonar el Logroñés para fichar por otros equipos y, hace quince días, el entrenador, Edu García, presentó su dimisión. Mientras todo esto ocurría, Sánchez aludía a su "cargo" en el club para justificar los impagos: era gestor y para pagar debía ser propietario, algo que logró oficialmente el pasado jueves -cuando Juan Hortelano le cedió la entidad por un euro-, cuando se comprometió a hacer efectivos los pagarés firmados a jugadores y al club filial -del que se surtía de juveniles- el Balsamaiso.

Pero no fue así y el viernes por la noche los futbolistas tomaron la decisión de volver a declararse en huelga, aunque hasta ayer mismo volvieron a reunirse con Sánchez sin ningún éxito. Por ello a las 16.30 de este domingo, cuando debían jugar en Navarrete, el colegiado del partido ha certificado la incomparecencia del Logroñés y, muy probablemente, su desaparición ya que, de momento, hasta la próxima temporada no tendrá ninguna actividad.

Las explicaciones de su posición que han ofrecido los siete jugadores que quedaban en la plantilla han sido igual de "kafkianas" que la historia del club en la última década. Han afirmado que Sánchez les ofreció como garantía de sus deudas una cantidad que iba a cobrar en un "club" y que ayer, incluso, les propuso cobrar "en especie", con dos coches de alta gama.

Uno de los futbolistas, Iker Fernández, ha expresado la opinión mayoritaria de la plantilla sobre Sánchez: "ha venido mandado por alguien para que el club siga vivo, a coste cero, porque no interesa que las cuentas del Logroñés en los últimos años salgan a la luz". Otro de sus compañeros, César Fernández, ha recalcado: "hemos tomado esta decisión por dignidad, hemos agotado todas las posibilidades para que nadie nos dijera que era culpa nuestra y si él -el propietario- hubiese dimitido quizás también habríamos jugado este domingo".