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Bernd Schuster: despedido en vísperas de un clásico "imposible"
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Bernd Schuster: despedido en vísperas de un clásico "imposible"

Madrid, 9 dic (EFE).- El alemán Bernd Schuster no ha podido evitar una tendencia vivida en el Real Madrid de los últimos tiempos: de técnico campeón

Madrid, 9 dic (EFE).- El alemán Bernd Schuster no ha podido evitar una tendencia vivida en el Real Madrid de los últimos tiempos: de técnico campeón a la destitución cuando llegan los malos resultados.

El despido de Schuster ocurrió 24 horas después de dos hechos decisivos: la derrota en el Santiago Bernabéu ante el Sevilla (3-4) y, sobre todo, su declaración abierta y rotunda, en vísperas del clásico, de que "ahora es imposible ganar al Barcelona en el Camp Nou".

Schuster abandona el Bernabéu 13 días antes de cumplir 59 años, 24 horas antes del último partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones (en casa, contra el Zenit) y cuatro antes del "clásico de los clásicos" en el Camp Nou.

Un caso deportivo parecido vivieron -de éxito como campeón y fracaso sucesivo- su compatriota Jupp Heynckes cuando ganó la recordada ´Séptima´ Copa de Europa en Amsterdam contra el Juventus de Turín, al propio Vicente del Bosque, actualmente seleccionador nacional, e incluso al italiano Fabio Capello, predecesor de Schuster en el cargo.

El germano no hace ni medio año estaba celebrando el segundo título liguero seguido del equipo blanco y la Supercopa, en agosto, después de una vibrante remontada contra el Valencia.

Pero bastaron dos derrotas contra el Juventus en la primera fase de la Liga de Campeones, uno de los grandes objetivos del club blanco cada temporada, y la eliminación copera ante el Real Unión de Irún para que su continuidad se pusiera en duda.

Nuevas derrotas en la Liga y actuaciones discretas en otros partidos encendieron todas las alertas en el Bernabéu.

Schuster no ha podido escapar a la polémica, a su propia rebeldía, a los encontronazos con la prensa y con diversos sectores del club en esta etapa como entrenador madridista que inició el 9 de julio del año pasado cuando fue presentado como técnico del equipo blanco.

Esta destitución se produce cuando aún resuenan los ecos de la consecución de la Liga 2007-08, éxito del que se le consideró pieza clave.

Genio y figura desde que irrumpió en el ámbito balompédico internacional, como futbolista Schuster fue el único extranjero que triunfó en los tres ´grandes´ del balompié español, ganando títulos con el FC Barcelona, el Real Madrid y el Atlético de Madrid.

Nacido en Augsburgo (Baviera) el 22 de diciembre de 1949, Schuster recaló en España -en el Barcelona- procedente del Colonia y después de haber sido, con sólo 20, la gran figura de la selección alemana que la ganó la Eurocopa´80 de Italia.

Su palmarés como jugador no fue aún mejor porque renunció a jugar con su selección en una época en la que ésta disputó tres finales de un Mundial -en 1982, 86 y 90, ganado esta última-.

Futbolista de jerarquía, cuya personalidad impresionó al propio Diego Armando Maradona -con el que compartió vestuario en la Ciudad Condal- el bávaro debutó como entrenador en el Fortuna Colonia, la temporada 97-98, antes de dirigir al Colonia en Segunda y de regresar a España en sus funciones como técnico, la 2001-02, en la que, al igual que la siguiente, dirigió al Xerez, con el que estuvo a punto de dar la campanada y subir a Primera.

Tras dirigir al Shakhtar Donetsk ucraniano, volvió a España para dirigir, en Primera, del Levante, antes de hacer historia en el Getafe, al que llevó por primera vez en su historia a la final de la Copa del Rey, que perdió contra el Sevilla de Juande Ramos, y por tanto a la Copa de la UEFA.

De ahí, Schuster y su fuerte carácter dieron el gran salto al convertirse en técnico de un equipo en el que, como futbolista, ganó dos Ligas (1989 y 90) y una Copa (89).

En su presentación, agradeció al anterior técnico, el italiano Fabio Capello, por quitarle presión al haber ganado el título liguero y lo primero que hizo fue pedirle al capitán, Raúl González, que le echara "un cable".

La primera campaña, pese a su temperamento, encontró el premio reconocido unánimemente de la Liga pero también el castigo en Europa al caer contra el Roma en los octavos de final y en la Copa del Rey ante el Mallorca.

El club apostó, en el capítulo de refuerzos, por Cristiano Ronaldo, pero el portugués finalmente no salió del Manchester United. Tampoco se rubricaron los postreros intentos con David Villa y Santiago Cazorla.

Schuster, en cambio, tan solo recibió la llegada del holandés Rafael van der Vaart y de Rubén de la Red, así como la salida de Robinho al Manchester City, del también brasileño Julio Baptista al Roma e incluso de Roberto Soldado.

La plantilla, entre lesiones de hombres importantes y bajas formas, ha quedado debilitada y el equipo, que vivió una buena racha liguera tras la derrota inicial en Riazor, entró luego en una dinámica perdedora y ha dejado patente un mal de fondo generalizado.

Schuster tampoco parece haber encontrado respuestas tácticas adecuadas e incluso después de caer ante el Real Unión reconocía que se pudiera dudar del equipo y de su trabajo.

Las derrotas en Liga ante el Valladolid, Getafe y, el domingo pasado, contra el Sevilla, dejaron al Real Madrid a 9 puntos del Barcelona, a seis días del clásico en el Camp Nou.

El propio técnico pareció admitir que poco o nada podía hacer ya en el club cuando hizo la sorprendente declaración de que "ahora es imposible ganar en el Camp Nou" justo después de la derrota ante el Sevilla y del triunfo del Barcelona por 4-0 ante el Valencia en ese campo que el técnico alemán pisó como jugador y como entrenador.

EL fútbol se queda sin uno de los duelos previstos en el clásico, el de los técnicos Pep Guardiola y Schuster, ambos ex jugadores del Barcelona. Y el Real Madrid se queda sin el futbolista que un día dijo que derrotar al eterno rival era "imposible". EFE jap nr

Madrid, 9 dic (EFE).- El alemán Bernd Schuster no ha podido evitar una tendencia vivida en el Real Madrid de los últimos tiempos: de técnico campeón a la destitución cuando llegan los malos resultados.