Debacle histórica de la velocidad norteamericana en los Juegos Olímpicos de Pekín

Durante los actuales Juegos Olímpicos se ha producido una de mayores hecatombes deportivas de la historia del olimpismo: es la primera vez, desde la celebración de los Juegos Olímpicos de Atenas de 1896 hasta la actualidad, que Estados Unidos, país rey de la velocidad por excelencia, no ha logrado ni una sola medalla de oro en ninguna de sus distintas especialidades. Además, para más inri, Jamaica se ha encargado de demostrar su espectacular superioridad en estas pruebas.

 

Todo comenzó con los 100 metros lisos masculinos, prueba en la que uno e los grandes favoritos, el norteamericano Tyson Gay, llegaba tocado tras la lesión que se produjo el pasado 8 de julio en los Trials norteamericanos. Gay no logró ni tan siquiera meterse en la final y Usain Bolt, con una superioridad insultante, con casi dos metros de ventaja sobre sus rivales y prácticamente andando, lograba batir el récord del mundo con una marca de 9,69 segundos. Walter Dix era el primer norteamericano en entrar en meta, logrando la medalla de bronce. Y está tónica continuó con los 200 metros, donde el jamaicano Bolt volvió a demostrar ser el más veloz sobre la faz de la tierra a sus 22 años, logrando un nuevo récord del mundo con una marca de 19,30 segundos. Tras las descalificaciones de Wallace Spearmon, de Estados Unidos, y de Churandy Martina, de las Antillas Holandesas, los norteamericanos Shawn Crawford y de nuevo Walter Dix entraban en segundo y tercer lugar respectivamente.

Y aún quedaba la categoría femenina, en la que Jamaica volvió a demostrar su increíble superioridad. En los 100 metros, las jamaicanas lograban un triplete histórico. Shelly-Ann Fraser se convirtió en la mujer más rápida de los campeonatos, mientras que Sherone Simpson y Kerron Stewart se encargaron de acompañar a la vencedora en el cajón. En los 200 metros, Veronica Campbell se hacía con la medalla de oro, mientras que Allyson Felix era la primera norteamericana en cruzar la línea de meta, logrando la medalla de plata.  Sólo en dos ocasiones, los Estados Unidos no lograban una sola medalla en 100 y 200 metros: en Londres 1908, Juegos en los que el oro en 110 metros vallas de Forrest Smithson salvaba los muebles, y en Munich 1972, donde Rod Milburn en los 110 vallas y Black, Taylor, Tinker y Hart, en los relevos 4x100 metros masculinos, se encargaban de maquillar el papel del país americano.

Pero por si esto fuera poco, los relevos 4x100, tanto masculinos como femeninos, no han sido capaces si quiera de entrar en la final de los Juegos de Pekín. En categoría masculina, la posta realizada entre Dervis Patton y Tyson Gay fue fatídica al no entregar correctamente el testigo, mientras que lo mismo ocurrió en categoría femenina, siendo el relevo traicionero el relizado entre Torry Edwards y Lauryn Williams, aunque el orgullo de la segunda le hizo recogerlo y acabar la prueba a seis segundos de Bélgica, país vencedor de la serie. En ambos casos, los dos conjuntos han quedado eliminados, y no han logrado meterse en la final, en una prueba en la que Estados Unidos no se bajaba del podio desde los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988. Para rematar la faena, los 110 metros vallas tampoco fueron para un norteamericano. El cubano Dayron Robles fue el encargado de vencer la prueba, mientras que los estadounidenses David Payne y David Oliver sólo pudieron lograr la segunda y tercera plaza, respectivamente.

Los Juegos de Pekín se han convertido, por tanto, en el punto más negro de la historia de la velocidad norteamericana, siendo los primeros en toda la historia del olimpismo moderno en los que no logran una sola medalla de oro en una prueba en la que, tradicionalmente, eran los dominadores con mucha diferencia sobre el resto. Ahora una nueva potencia se ha encargado de mirar cara a cara la superioridad del imperio americano: Jamaica, la nueva potencia de la velocidad mundial.