Convergencia ve a Laporta como una nueva Pilar Rahola

El 30 de junio del 2010 se le acabará a Joan Laporta por mandato estatutario el mejor periodo de su vida. Ese que ha dedicado a presidir el FC Barcelona. El abanico de probabilidades que se abren ante Laporta, una de las personas más populares de Catalunya, es variado. Ofertas de trabajo no le van a faltar. Una de las más tentadoras podría llegarle desde el ámbito de la política.

Convergència Democràtica de Catalunya y Esquerra Republicana de Catalunya han valorado ya la posibilidad que tendría incorporar a Laporta como reclamo electoral y han empezado a darse por ambas partes pasos de acercamiento hacia el presidente blaugrana, quien el sábado pasado desde el diario 'Sport' lanzó un guiño a sus pretendientes políticos en una entrevista confeccionada a medida.

A la pregunta "¿está insinuando, tal vez, una carrera política?", Laporta responde que "no tengo pensado nada en concreto. A mí la política me interesa, pero no desde la vertiente profesional sino como ciudadano. Lo que sí que me interesan son los aspectos de la vida social y de la vida cívica en los que tendré la inquietud de participar. Me gusta participar en la mejora de la sociedad en la que vivimos, en la medida que sea posible", afirmó Laporta quien luego añadió que cuando se retire "seguiré siendo lo que era antes de ser presidente. Un culé, catalán, padre de familia, abogado que tiene su forma de ganarse la vida, cosa que he ido manteniendo durante estos años. Aunque estoy convencido de que también tendré alguna otra inquietud porque soy un hombre muy vital. Me gusta, sobre todo por mi ideología y por mi forma de ver la vida, estar implicado en la colectividad, dar la cara y poder aportar lo que pienso que es bueno para la sociedad. Sobre todo porque no sólo pienso en el presente sino en el futuro de una sociedad en la que vivirán nuestros hijos. Seguro que tendré alguna inquietud más allá de mis actividades profesionales y empresariales".

Desde las oficinas de la calle Còrsega (sede de CDC) se han dado por enterados del mensaje. De momento, son los conservadores los que llevan ventaja respecto a los republicanos en el cortejo al presidente del Barcelona. Laporta mantiene una buena relación personal con Artur Mas, cosa que no puede decir de Josep LLuís Carod Rovira, al que dejó plantado en las últimas elecciones, y desde hace tiempo no es extraño verle en compañía de miembros del sector 'sobiranista' de CDC que tiene en Oriol Pujol Ferrusola, hijo del ex presidente de la Generalitat, uno de sus más destacados miembros.

Este sector, considera que Laporta podría ser para CDC lo que supuso Pilar Rahola para ERC en su día. Tienen estudios que demuestran que existe una bolsa de votantes de ideas catalanistas que se mueven por lo que denominan 'star system social'. La aparición de Rahola movilizó en su día a esos votantes y ERC entró en el Congreso de Diputados y en el Ajuntament de Barcelona. Ahora, Pujol y compañía creen que si suman a Laporta a su causa se podrá regresar al Palau de la Generalitat y conseguir, por primera vez en su historia, la alcaldía de Barcelona.

Falta ver si esa comparación le hace gracia a Laporta, que colaboró estrechamente con Rahola en la fundación del Partit per la Independència (PI), pero con la que ahora ha roto relaciones. Incluso la periodista mediática no pierde ocasión de criticar públicamente al amigo "con el que tantos tangos había cantado". Eran otros tiempos.