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Cuando el trabajador supera a la empresa
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Cuando el trabajador supera a la empresa

El poder que obtiene una figura del fútbol mundial hace que su propio club, quien le paga, sea un actor secundario y a quien la superestrella

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Cuando el trabajador supera a la empresa

El poder que obtiene una figura del fútbol mundial hace que su propio club, quien le paga, sea un actor secundario y a quien la superestrella del fútbol le esté haciendo un favor. En qué momento el trabajador es un subordinado y cuándo pasa la empresa a estar a disposición de los deseos del trabajador. Ejemplos recientes son el de Ayala y Drogba.

El caso de Roberto Fabian Ayala no es excepcional, aunque sí raro en esto del mundo del fútbol. Ha tenido que comprar su libertad para elegir su próximo destino. El jugador argentino fue contratado por el Villarreal el pasado 1 de julio y no ha durado más que dieciséis días en el equipo del ‘submarino amarillo’.

Ayala pagó ayer la cláusula de rescisión, 6 millones de euros, para poder vestirse con la camiseta del Real Zaragoza y lo hace, según comentó ayer en su presentación, “porque la propuesta es muy interesante”. Cuánto de interesante ha de ser como para pagar de su bolsillo mil millones de las antiguas pesetas.

El argentino declaró que el Real Zaragoza había hecho un “gran esfuerzo” en su contratación por lo que, presumiblemente, la ficha del defensa será de las más altas de toda la Liga española. Ha hecho los cálculos para que en las tres próximas temporadas, que es por las que ha firmado, sus emolumentos sean mayores en Zaragoza que en Villarreal.

Pero el ridículo se alcanza cuando el propio jugador, mientras disputaba la Copa América con su selección, de la que es el capitán, rodó un vídeo con la camiseta del Villarreal puesta, en la que esperaba hacer “importantes logros” con esa elástica. Desde luego, para Fernando Roig, presidente del Villarreal CF, la jugada no le ha salido nada mal puesto que en sólo dieciséis días ha fabricado un logro de 6 millones de euros.

El ex valencianista también se escudó, posteriormente, en que llega al Zaragoza por las recomendaciones de compatriotas suyos como Pablo Aimar y los hermanos Diego y Gabi Milito.

Drogba pide al Chelsea que le “cuide bien”

Otro caso parecido, aunque mucho más comprensible, es el del entrenador blanco Bernd Schuster, quien pagó 480.000 euros al Getafe CF para quedar libre y fichar por el equipo que preside Ramón Calderón, quien unas horas más tarde se gastó 30 millones de euros en la contratación de un central que poca gente conocía, Pepe.

Estas locas historias del verano describen el movimiento que genera el fútbol. Como el primer entrenamiento de David Beckham en Los Angeles, quien vuelve a ser portada de las ediciones digitales de los principales diarios deportivos de medio mundo. Y eso que no se calzó ni botas de tacos porque sigue con su lesión de tobillo.

Una mención especial merece Drogba. El jugador de Costa de Marfil ha dicho, literalmente, que “si no me cuidan bien me voy”. El máximo goleador de la pasada campaña en la Premier League y figura indiscutible del Chelsea hace estas declaraciones amenazando a su club de que existen ofertas por él tan importantes como del AC Milan, Oporto o FC Barcelona, y se atreve a decir que “todavía no me he decantado por ninguna”. Con casi siete millones de euros que percibe anualmente, los tratos del club londinense no serán muy malos.

Romario, un ejemplo a seguir

Hay quienes sacan dinero de su cuenta para jugar en otro equipo y hay quienes prefieren ponerse en pie de guerra contra su club. Destacadas pataletas del fútbol moderno son las de Ronaldo cuando se negaba a jugar en el Inter de Milán para ser traspasado al Real Madrid. Al igual que su relación con el que era técnico blanco en la pasada temporada, Fabio Capello, fue decayendo y aceleró su salida del club hacia el AC Milán.

El poder que obtiene una figura del fútbol mundial hace que su propio club, quien le paga, sea un actor secundario y a quien la superestrella del fútbol le esté haciendo un favor. En qué momento el trabajador es un subordinado y cuándo pasa la empresa a estar a disposición de los deseos del trabajador. Ejemplos recientes son el de Ayala y Drogba.

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