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Los Goya no cierran los ojos... ni la boca
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David trueba, vencedor de la edición

Los Goya no cierran los ojos... ni la boca

A la entrada, Juan Antonio Bayona, el director más rentable del cine español, calentaba motores: “La ausencia de Wert es la constatación de una brecha entre

A la entrada, Juan Antonio Bayona, el director más rentable del cine español, calentaba motores: “La ausencia de Wert es la constatación de una brecha entre el cine y el Gobierno”. “Está la calle que arde”, decía Paco León, en alusión a las personas que se acercaron hasta las puertas del Hotel Auditorium de Madrid, en representación de la Plataforma Stop Desahucios y de los amenazados por el multitudinario ERE planificado por Coca-Cola. Muchos de los protagonistas, al pasar por la alfombra roja, atendían a los manifestantes y recogían sus octavillas: Fernando Trueba, Nora Navas, David Trueba, Daniel Sánchez Arévalo, Juan Diego Botto, Pilar Bardem y Javier Bardem, Antonio de la Torre (puño en alto) o Carlos Bardem.

Los primeros chistes de Manel Fuentes fueron para el ministro ausente: “¿No ha llegado, no?”. En el patio de butacas estaba José María Lassalle, Secretario de Estado de Cultura, que asumió el papel de representar a José Ignacio Wert, y que tuvo que escuchar en vivo y en directo el discurso de Enrique González Macho. El presidente de la Academia del cine español tuvo palabras duras, decididas y desesperadas: “Hacer cine hoy en España es un auténtico acto heroico”.

placeholder Javier Cámara.

Reivindicó la importancia del cine en la cultura española, al tiempo que quiso mostrar la solidaridad con los que más sufren en estos momentos. Adelantó que su discurso anual no sería cómplice con el silencio, porque “las críticas no son agradables, pero son necesarias” y “motivos no me faltan para criticar”. Una actitud muy diferente a la que el presidente divulgó el año pasado.

A González Macho no le sentó bien la fuga del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, el gran presente por su ausencia. A pesar de ello, no tuvo una sola referencia a la desaparición del responsable de la gala del cine español y acabó reclamando el futuro para el cine, a pesar de quienes no lo comparten: “No van a poder acabar con los sueños de todos, tenemos la razón y la voluntad”. Y tuvo palabras de agradecimiento para Ignacio González, Presidente de la Comunidad de Madrid, que ha dado buenos titulares a favor de reducir el IVA cultural.

Parecía que la gran familia del cine ignoraría a Wert, pero no fue así. El primero en romper el hielo, Javier Bardem: “Los ciudadanos están por encima de sus políticos. Nuestro cine está por encima de nuestro ministro de anticultura”. Mariano Barroso, que recogía el Goya al Mejor Guion Adaptado: “Si el ministro de Defensa no fuera al desfile de las Fuerzas Armadas, su jefe lo despediría inmediatamente. Me temo que su jefe manda poco”. Y Roberto Álamo, Goya al Mejor actor de reparto: “Ay Wert, Wert, me gustaría que me honraras con tu presencia y sin embargo me has decepcionado. Este premio no está dedicado a ti”.

David Trueba, vencedor de los “premios gordos”, que pasó tres veces por el escenario, sólo hizo una referencia al ministro desaparecido: “El que no haya venido debe solucionar sus problemas antes de trasladarlos a una industria que tiene una profesión que vota a todos los partidos”. Vivir es fácil con los ojos cerrados, conquistó el Goya a Mejor director, Mejor película, Mejor actor protagonista, Mejor actriz revelación, Mejor guion original y Mejor música original.

"Los artistas debemos diferenciarnos de los políticos en que debemos seguir escuchando a la gente", dijo Trueba en una de sus intervenciones, cuando habló de honradez y honestidad. "España es un país pobre, pero rico en gente que no tiene visibilidad. La gente humilde, que hace bien su trabajo, la gente honesta". La referencia era para Juan Carrión, el profesor nonagenario en el que se inspiró para hacer su película y que le acompañó en la gala. Fue, simplemente, el mejor discurso de la ceremonia.

placeholder Joaquín Reyes, en plena acción.

Además, en su discurso sustentado en el más puro positivismo, dibujó un panorama en el que la gente vive con cariño y respeto el cine español. Los españoles arropan y protegen su cine, en la visión de Trueba, al que la gente le agradece cuando "tomas la palabra por una causa perdida". Aprovechó entonces para dibujar su faceta más irónica, con una de las frases memorables de la noche: "De vez en cuando alguno insulta. Pero, ¿qué sería de la vida si no nos insultase la gente que nos debe insultar?”.

Álex de la Iglesia, como estaba previsto, triunfó entre los galardones técnicos, con su Las brujas de Zugarramurdi : Mejor maquillaje y peluquería, Mejores efectos especiales, Mejor dirección de producción, Mejor sonido, Mejor actriz de reparto, Mejor dirección artística, Mejor vestuario y Mejor montaje.

La decepción la firmó Daniel Sánchez Arévalo y La gran familia española, que cerró la gala con dos premios a pesar de ser la película con más nominaciones.

La crítica contra el Gobierno no acabó en Wert. Alberto Ruiz Gallardón, ministro de Justicia, también tuvo ración de tirón de orejas: “Yo no quiero que nadie decida por mí”, dijo Natalia de Molina al recibir el galardón a la Mejor actriz revelación, por Vivir es fácil con los ojos cerrados, que agradeció a David Trueba haber creído en ella, “en un momento en el que es tan difícil creer en nada”.

placeholder Marian Álvarez.

La segunda alusión a la polémica reforma de la ley del aborto la lanzó Marian Álvarez, la Mejor actriz protagonista, por La herida: “No vamos a permitir que nada ni nadie decida por nosotras”. Por su parte, Javier Cámara, premiado con el Goya al Mejor actor, que se lo dedicó a todos los profesores de este país, se mostró ilusionado y habló de la esperanza y la belleza que tiene el cine español, por encima de cualquier eventual escollo.

La gala presentada por Manel Fuentes fue una de las más aburridas que se recuerdan, en la que la decadencia llegó con la actuación musical y el apogeo gracias al universo chanante y sus películas basadas en hechos reales: 23-F Transformer, la película, Recortes (con dos Zombies sin ocupación), una parodia musical y cierre de Joaquín Reyes con disfraz queer con mensaje: “Subid el IVA”, invocando a las autoridades a que hagan lo contrario que les pide el cine.

A la entrada, Juan Antonio Bayona, el director más rentable del cine español, calentaba motores: “La ausencia de Wert es la constatación de una brecha entre el cine y el Gobierno”. “Está la calle que arde”, decía Paco León, en alusión a las personas que se acercaron hasta las puertas del Hotel Auditorium de Madrid, en representación de la Plataforma Stop Desahucios y de los amenazados por el multitudinario ERE planificado por Coca-Cola. Muchos de los protagonistas, al pasar por la alfombra roja, atendían a los manifestantes y recogían sus octavillas: Fernando Trueba, Nora Navas, David Trueba, Daniel Sánchez Arévalo, Juan Diego Botto, Pilar Bardem y Javier Bardem, Antonio de la Torre (puño en alto) o Carlos Bardem.

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