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Llega la noche de los Oscar: una alfombra champán, varias favoritas y (esperemos) ningún tortazo
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95 EDICIÓN DE LOS PREMIOS DE HOLLYWOOD

Llega la noche de los Oscar: una alfombra champán, varias favoritas y (esperemos) ningún tortazo

A la una de la madrugada (hora peninsular) empezará una ceremonia que tendrá a Jimmy Kimmel como presentador y en la que participará Antonio Banderas

Foto: Will Smith abofetea a Chris Rock en la anterior gala de los Oscar, el 27 de marzo de 2022. (Reuters)
Will Smith abofetea a Chris Rock en la anterior gala de los Oscar, el 27 de marzo de 2022. (Reuters)

Ha pasado casi un año desde aquel momento inaudito en la historia de los Oscar, cuando, después de que el presentador de la gala, el cómico Chris Rock, bromease sobre la alopecia de la actriz Jada Pinkett Smith, su marido, Will Smith, subió al escenario y le arreó un soplamocos a mano abierta. Esta madrugada, el mayor evento promocional de la industria del cine vuelve al Dolby Theatre de Los Ángeles para autoaplaudirse y enseñar músculo y modelito, en una 95 edición que, probablemente, no tendrá la emoción y los giros de guion sorpresivos que la anterior. Al menos no se esperan más tortazos.

Aunque el primer susto ha llegado antes de empezar: este fin de semana Estados Unidos estrena horario de verano, lo que ha causado el caos y la confusión en los medios de comunicación. Los Oscar se verán este año en España una hora antes de lo habitual: la retransmisión comenzará a la una de la madrugada, hora peninsular. Otra novedad respecto a otros años será la alfombra, que por primera vez en 60 años no será roja, sino de color champán. ¿Por qué? Supuestamente, porque en Los Ángeles la gala comienza por la tarde, cuando todavía hay sol, aunque los invitados vistan de noche, por lo que los organizadores buscan darle al paseíllo un aspecto más crepuscular.

placeholder Daniel Kwan y Daniel Scheinert en los Film Independent Spirit Awards el pasado 4 de marzo. (Reuters)
Daniel Kwan y Daniel Scheinert en los Film Independent Spirit Awards el pasado 4 de marzo. (Reuters)

Después del affaire Rock contra Smith, este año recoge las riendas de la gala Jimmy Kimmel, el presentador de late nights más popular del momento, al que acompañarán algunos entregadores como Harrison Ford, John Travolta y Halle Berry. Y también el segundo malagueño más internacional: Antonio Banderas. Los Oscar ponen fin —por fin— a la temporada de premios, en una edición con una clara favorita que en las últimas semanas ha empezado a sonar más fuerte: Todo a la vez en todas partes, la comedia de ciencia ficción y metaversos de Los Daniels, el taquillazo independiente del año.

Sus directores, los estadounidenses Dan Kwan y Dan Scheinert, han entrado como un viento fresco y descarado en las nominaciones —de los Globos de Oro, de los BAFTA y de todos los premios de los sindicatos, arrasando en estos últimos— con su segunda película, después de una carrera ya consagrada en el mundo del videoclip, como antes lo hicieron cineastas como David Fincher y Spike Jonze. Solo cuatro películas —Argo, No Country For Old Men, Slumdog Millionaire y American Beauty— han logrado hasta ahora hacer pleno en los principales premios de los sindicatos —directores, guionistas, actores y productores— y todas ellas acabaron llevándose el Oscar.

Los Daniels escriben y dirigen este multiverso esquizofrénico sobre una inmigrante china que regenta una lavandería en Los Ángeles

En solo dos películas —la anterior, Swiss Army Man, ganó el Festival de Sitges en 2016—, los Daniels han conseguido definir una personalidad muy particular, un estilo de comedias existencialistas y extravagantes, una batidora de referencias pop y lenguaje tomado prestado del cómic y del vídeo musical. Si Roy Anderson preñase a la MTV de los 90, el bebé bicéfalo que nacería tendría las caras de estos dos treintañeros salidos del Emerson College de Boston. Todo a la vez en todas partes, que acumula once nominaciones, se ha convertido, además, en el éxito más taquillero de la historia de la productora independiente A24.

Los Daniels escriben y dirigen este multiverso esquizofrénico en el que una inmigrante china que regenta una lavandería en Los Ángeles se descubre como la única superheroína capaz de salvar a todos los mundos de una amenaza mortal. Michelle Yeoh que también ha ido comiéndole el terreno a Cate Blanchett en la categoría de Mejor actriz protagonista— es Evelyn Wang, una mujer sobrepasada por todas sus responsabilidades como madre, esposa y dueña de la lavandería que, cuando se enfrenta a una inspectora de Hacienda muy obstinada (Jamie Lee Curtis opta al Oscar a Mejor actriz de reparto, aunque no acudirá a la gala porque "se acuesta temprano"). Pero Evelyn se da cuenta de que este no es el único mundo, sino que existen múltiples realidades y múltiples versiones de sí misma alternativas que están en peligro de destrucción.

placeholder Spielberg en los Globos de Oro. (EFE)
Spielberg en los Globos de Oro. (EFE)

El hecho de que sea una comedia y que utilice una jerga visual que pueda expulsar a los académicos más conservadores quizás favorezca la opción más clásica, Los Fabelman, el biopic encubierto que se ha regalado Steven Spielberg, y que recuerda su infancia en los Estados Unidos de posguerra, en los años 50, cuando el optimismo y el crecimiento económico crearon el modelo de familia de clase media norteamericana. Las memorias de adolescencia de Spielberg están nominadas a siete Oscars, entre ellos los de mejor película, mejor dirección, mejor música para John Williams —es la segunda persona con más nominaciones a los Oscar de la historia, con 52, solo por detrás de Walt Disney y mejor actriz protagonista para Michelle Williams, que ha estado nominada cinco veces, pero que nunca se ha llevado el trofeo a casa.

Los Fabelman recrea muy fielmente —según los vídeos caseros de la época que ha publicado el propio director— los primeros contactos de Spielberg —aquí llamado Sammy Fabelman (Gabriel LaBelle)— con el cine y las cámaras. También disecciona la relación de sus padres —ella, ama de casa con aspiraciones artísticas, él, informático— y cómo pervivía el antisemitismo en la sociedad estadounidense, incluso después del Holocausto. Uno de los temas centrales de la filmografía de Spielberg ha sido el divorcio de unos padres visto desde los ojos de un niño. Sin embargo, la que a priori debería ser la película más íntima del director no está a la altura de sus mejores trabajos, aunque en premios como los Oscar tienen gran peso el lobbismo y las campañas de promoción que anteceden las votaciones.

La tercera competidora con más opciones —9 nominaciones, en concreto— es Sin novedad en el frente, la adaptación del clásico homónimo de la literatura alemana del siglo XX escrito por Erich Maria Remarque, un drama antibelicista basado en las experiencias del escritor como soldado en el Frente Occidental durante la Primera Guerra Mundial. El realizador alemán Edward Berger, que ha participado en series como The Terror o Deutschland 83, dirige esta cinta bélica, que puede presumir de un diseño de producción muy pocas veces visto en una de las películas europeas más ambiciosas de los últimos tiempos. La fotografía, la banda sonora, la caracterización y el maravilloso casting de caras de Sin novedad en el frente se convierten en una máquina del tiempo que se sumerge en la frontera entre Francia y Alemania más de cien años atrás.

placeholder Edward Berger ha ganado el BAFTA por 'Sin novedad en el frente'. (Reuters)
Edward Berger ha ganado el BAFTA por 'Sin novedad en el frente'. (Reuters)

Después del caso de Parásitos de Bong Joon-ho en 2020, la primera película de habla no inglesa ganadora del Oscar a mejor película en los más de noventa años de historia de los galardones, no sería tan descabellado imaginar un triunfo del film alemán. Más difícil tiene sobreponerse a las reticencias de los estudios y los académicos más clásicos de dejar que Netflix se lleve los laureles, lo que significaría reconocer a las plataformas frente a la experiencia del cine en salas.

El resto de nominadas parece que tienen pocas posibilidades de hacerse con el premio gordo: Avatar es la candidata más taquillera, pero también es demasiado comercial para los gustos de la Academia; Top Gun: Maverick podría ser una ganadora más consensuada, aunque los Oscar no suelen premiar secuelas —tan solo lo ha hecho dos veces, la primera con El padrino II en 1975 y la segunda con Las dos torres, en 2003— y Tom Cruise no es el actor que más simpatías despierta en Hollywood; Almas en pena de Inisherin, que empezó la carrera fuerte en los Globos de Oro, parece que ha ido perdiendo fuelle en la recta final; el biopic de Elvis ha polarizado las críticas entre los que ven el musical de Baz Luhrman como un tráiler de casi tres horas lleno de excesos y quienes lo consideran una obra maestra del ritmo, el montaje y la fotografía —aparte del perfecto medio de lucimiento de su protagonista, Austin Butler—; Tár, el regreso de Todd Field a Primera División, que no ha acabado de convencer por su sobriedad —elegancia— y un tratamiento de la cuestión de los abusos en el mundo de la música clásica que ha recibido muchas críticas; El triángulo de la tristeza, la Palma de Oro de este año, tampoco parece tener muchos adeptos —solo dos palmas de oro, Marty en 1956 y Parásitos en 2020 han ganado ambos galardones—, y Ellas hablan, la única de las diez nominadas dirigida por una mujer —Sarah Polley— y que tampoco ha hecho demasiado ruido, siendo de todas la más discreta.

La página de apuestas de premios de cine más importante da por ganadora a Todo a la vez en todas partes. Podría parecer la prueba final para reconfirmar que la comedia de Los Daniels llega a los Oscar en cabeza, a pesar de que los Oscar suelen favorecer a las películas dramáticas. Variety también apoya la predicción a favor de Todo a la vez en todas partes. Y Variety suele ser el termómetro más fiable: el año pasado, la revista especializad predijo la victoria de CODA. Y CODA ganó. En 2020 apostaron por Nomadland. Y Nomadland ganó. La victoria de Parásitos sí supuso una sorpresa absoluta. Esta madrugada saldremos de dudas.

Ha pasado casi un año desde aquel momento inaudito en la historia de los Oscar, cuando, después de que el presentador de la gala, el cómico Chris Rock, bromease sobre la alopecia de la actriz Jada Pinkett Smith, su marido, Will Smith, subió al escenario y le arreó un soplamocos a mano abierta. Esta madrugada, el mayor evento promocional de la industria del cine vuelve al Dolby Theatre de Los Ángeles para autoaplaudirse y enseñar músculo y modelito, en una 95 edición que, probablemente, no tendrá la emoción y los giros de guion sorpresivos que la anterior. Al menos no se esperan más tortazos.

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