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El académico que desvela el fallo de los Goya: "Esto no es un festival"
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'el buen patrón' suma 20 nominaciones

El académico que desvela el fallo de los Goya: "Esto no es un festival"

Los rostros más conocidos, la campaña publicitaria, la atención de los medios... Son los factores que condicionan los votos que escogen a los nominados, según David Pulido

Foto: El director Fernando León de Aranoa junto al actor Javier Bardem. (EFE/Emilio Naranjo)
El director Fernando León de Aranoa junto al actor Javier Bardem. (EFE/Emilio Naranjo)
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El anuncio de las nominaciones a los Premios Goya de 2022, allá en noviembre del pasado año, no dejó ni un poso de sorpresa. Entre las candidatas, los nombres más reconocidos del cine español monopolizaron casi todas las categorías. Retroalimentaron la idea de que, salvo las estatuillas reservadas específicamente para la dirección novel y los actores revelación, los premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas son un escaparate para los rostros de siempre. La concentración ha alcanzado su récord este año: 'El buen patrón', de Fernando León de Aranoa, se ha convertido en la película con más nominaciones en la historia de los Goya, en 20 categorías. Le siguen 'Maixabel', de Icíar Bollaín, con 14 nominaciones. Y 'Madres paralelas', de Pedro Almodóvar, con 8.

En la 36.ª edición de los Goya, la terna triunfadora de las nominaciones no ha sido la que más taquilla ha cosechado entre las películas españolas de 2021, el año en que se estrenaron, pero sí está muy por encima de sus competidoras en el 'ranking'. Las tres se embolsaron más de 2 millones y medio de euros y rondaron los 500.000 espectadores. La calidad de los trabajos, pero también los rostros más conocidos, el presupuesto, la campaña publicitaria y la atención de los medios de comunicación... En la coyuntura de este año, son los factores que explicarían de un modo u otro la concentración de los votos que escogen a los nominados, especialmente en las categorías técnicas. Así lo sostiene David Pulido, académico y guionista, que obtuvo la estatuilla al mejor guion original en 2017 por 'Tarde para la ira'.

Foto: Carteles de 'El buen patrón' y 'Madres paralelas'.

"No digo que las nominaciones a 'El buen patrón', por ejemplo, no sean merecidas. Pero el sistema de votación hace que, si tienes que seleccionar categoría por categoría entre más de 100 candidatas, se produce un 'efecto arrastre' que es puramente cognitivo", explica este guionista, que también trabaja como psicólogo clínico. Con el anuncio de las nominaciones, el análisis del sistema de voto que Pulido publicó en su cuenta de Twitter se viralizó. Explicaba que, antes de las votaciones, los académicos tienen acceso con antelación a las 160 películas candidatas. En el momento de la votación, deben escoger desde 0 hasta cuatro o cinco nombres en cada una de las 28 categorías, en "un scroll de 50-160 candidaturas".

La campaña de las productoras

Es en este momento, según el académico, cuando entra el juego el "efecto arrastre". Ante un maremágnum de nombres y ámbitos de trabajo, es más fácil decantarse por los títulos más conocidos que valorar las cualidades individuales de cada película, especialmente en las categorías más técnicas y específicas (dirección artística, diseño de producción, fotografía...). "Esto lo potencian las productoras cuando te mandan promoción de su trabajo, siempre en el marco global de toda la película. Vota 'El buen patrón'. O vota 'Madres paralelas'. Pero no resaltan áreas concretas... A lo mejor, una película no tan conocida o incluso con peores críticas a nivel general, tiene un vestuario o una dirección de arte estupenda. Al final, no comparamos trabajos en sí, sino que parece que estamos eligiendo la película del año. Pero esto no es un festival: se trata de premiar categorías concretas", opina Pulido.

A este "efecto arrastre" también contribuye el enfoque de la cobertura mediática de los premios, según el guionista. "Se habla de 'la favorita', la que lo ganó todo o la que se dio el batacazo. De nuevo, se singulariza todo a un título. Y que una película tenga muchas nominaciones no significa que sea la preferida o que las vaya a ganar todas... Se ve como la lotería, en la que comprar más papeletas da más posibilidades de ganar un premio. Pero no es pura estadística, depende del resto de películas nominadas".

El sistema de votación de la Academia ha sufrido varios cambios a lo largo de la historia de los premios. Las variantes modificadas tienen que ver, en general, con quién vota qué: el voto por gremios o especialidades, el voto general o el voto mixto. Es decir, si el gremio de la interpretación escoge a los nominados en las categorías de interpretación, si el gremio de diseño de vestuario escoge a los nominados en su especialidad, y un largo etc. En la otra modalidad, todos los académicos votan en cualquier categoría, independientemente de cuál sea su trabajo. El modelo de elección actual es mixto: de las cuatro nominadas en cada especialidad —excepto la de mejor película y mejor corto de ficción—, dos las eligen el conjunto de los académicos y las otras dos las eligen los miembros del gremio en concreto.

Hasta 2002, todos los miembros votaban en todas las categorías. Entonces, se cambió el sistema a la votación por gremios, lo que provocó que los hermanos Almodóvar abandonaran la Academia de Cine en 2004, por su desacuerdo con el sistema de elección. Aquel año, 'La mala educación' obtuvo 4 nominaciones y ninguna estatuilla, frente a los 14 Goyas que se llevó 'Mar adentro', de Alejandro Amenábar. "Nuestra marcha tiene que ver con la forma de votación gremial. Pedro y la película estaban representados, pero había trabajos excepcionales que, por esa fórmula de votación, en la que solo pueden ejercer su voto unas pocas personas del oficio, a veces, hace que salgan cosas indeseables", explicó Agustín Almodóvar. En 2006, el sistema volvió al voto general. Ninguna de las fórmulas contentaba a la mayoría, así que finalmente se optó por el modelo mixto desde 2013.

"Se habla de 'la favorita', la que lo ganó todo o la que se dio el batacazo. De nuevo, se singulariza todo a un título"

"La Academia está abierta a los cambios, que se estudien y se aprueben entre todos. Cuando hay muchos académicos que votan, el sistema de gremios me parece acertado. Al valorar aspectos más específicos y candidaturas concretas, tienen más tiempo y atención para estudiar las películas. El problema en España es que el número de votantes no es tan alto, la muestra termina siendo poco representativa y suelen coincidir las votaciones de los gremios con las de todos. Necesitamos un sistema más fino", opina Pulido.

Este académico señala, entre otras variantes del sistema, el tiempo de estreno de la película (menciona la película recientemente estrenada de Paco Plaza, 'La abuela', como una de las que resultarían damnificadas en las nominaciones por el 'timing' de su llegada a las salas), y el tiempo del que disponen para ver todas las candidatas. "Los académicos no nos dedicamos a esto a tiempo completo. Tenemos nuestros trabajos y es muy difícil ver las 160 películas que se presentan a los premios. Si, cada vez que abres una categoría para votar, te aparecen entre 80 y 100 películas, es normal que te decantes por las que tienen más visibilidad general. Por ejemplo, puedo fijarme en que el vestuario de 'El amor en su lugar' es estupendo. Pero si me pongo a pensar: '¿Cuál más?'. Entre cien candidaturas, y algunas que igual ni has visto, se produce este 'efecto arrastre' y dices: 'Bueno, seguro que 'Madres paralelas también tiene un buen vestuario'. Quizá un sistema con dos vueltas reforzaría algunos títulos más independientes".

Una de las alternativas que Pulido propone ante las candidaturas interminables es la posibilidad de un filtrado previo. "En los Premios Oscar, por ejemplo, los académicos no escogen entre el total de candidatas, sino entre una 'short list' o lista corta. Ningún sistema de votación es perfecto, aquí se podría cuestionar también quién y cómo se filtran los títulos, pero creo que la valoración es más fina". En los Premios Goya, se realiza una segunda votación entre las nominadas para determinar las ganadoras. Un voto por académico, que se puede emitir en todas las categorías. "En esta segunda fase, el resultado suele tener mayor aceptación. Porque ahí sí que podemos elegir entre cuatro o cinco títulos que sí hemos visto y tenemos la posibilidad de hacer un trabajo más riguroso en este sentido", opina.

Foto: ¿Cómo se deciden los nominados y ganadores de los Goya? (EFE/Naranjo)

"Este año no ha habido hueco para la sorpresa. Hablo del relevo generacional, de otros nombres menos conocidos. En la categoría de mejor actor, por ejemplo, están Bardem, Tosar, Javier Gutiérrez y Eduard Fernández. Es impepinable que si sacan todos una película cada año estén nominados. Solo falta Antonio de la Torre y ya los tienes todos. Y es innegable el valor de sus actuaciones y la merecida nominación. Pero el sistema debería incluir que se visibilizaran más figuras, además de las categorías de revelación", razona el académico.

"En los Premios Oscar, fue muy polémica su política de diversidad. No sé si las cuotas son la mejor solución, pero es cierto que sin ellas solo habría actores que cumplen cierto canon. Puede parecer impositivo, pero la alternativa es todavía más terrible. La analogía aquí no es imponer que al menos uno de los nominados no haya ganado antes, o algo parecido. Pero sí diseñar otro sistema de votación para que, entre esos grandes nombres del cine, se cuele otro tipo de actor, actriz, guion o película. Lo que hace este sistema —el de votación, promoción y prensa— es que, si estás en una película que suena más, tienes más posibilidades de estar nominado, aunque tu trabajo no sea nada del otro mundo en sonido, vestuario, dirección de arte...".

"No es un festival, no estamos votando solo cuál es la mejor película. Estamos eligiendo el mejor actor secundario, el mejor maquillaje o la mejor producción, entre 28 trabajos", zanja Pulido. "No podemos caer en esta trampa. Más que una cuestión de azar o coyuntura, yo diría que existen unos nombres que suenan más que otros y, automáticamente, todo lo que se liga a esos nombres parece más valioso que el resto. Así, muchos trabajos quedan invisibilizados".

El anuncio de las nominaciones a los Premios Goya de 2022, allá en noviembre del pasado año, no dejó ni un poso de sorpresa. Entre las candidatas, los nombres más reconocidos del cine español monopolizaron casi todas las categorías. Retroalimentaron la idea de que, salvo las estatuillas reservadas específicamente para la dirección novel y los actores revelación, los premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas son un escaparate para los rostros de siempre. La concentración ha alcanzado su récord este año: 'El buen patrón', de Fernando León de Aranoa, se ha convertido en la película con más nominaciones en la historia de los Goya, en 20 categorías. Le siguen 'Maixabel', de Icíar Bollaín, con 14 nominaciones. Y 'Madres paralelas', de Pedro Almodóvar, con 8.

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