Santiago Segura: así construyó un simple figurante el imperio Torrente

"Mi nombre es Torrente, José Luis Torrente". Este martes 13 de marzo se cumplen 20 años (¡20!) de la irrupción en la gran pantalla del detective más facha, misógino y desaseado del cine español, y también el que más alegrías ha dado a la taquilla patria. Era 1998 y Santiago Segura, un actor-dibujante-guionista-cortometrajista-concursante-humorista de Carabanchel Bajo, se lanzó a retratar la España más cutre y cañí a través de las andanzas de un expolicía corrupto tan fiel seguidor del Atleti como del caudillo y de las bragas usadas. Dicen que Berlanga le concedió a la película el honor de ser "la pincelada más certera del carácter español", concentrada en concreto en el momento en que Torrente vuelve a dejar el palillo en el palillero después de haberlo usado.

"Esta película va a cambiar el cine español y mundial", anticipó también entonces un poco conocido Javier Cámara, que décadas más tarde puede presumir de haber recibido órdenes de Almodóvar, los Trueba y Sorrentino.Y no se equivocó demasiado: Hollywood no llegó a rendirse a los grasientos encantos de Torrente —hubo rumores de algún intento de adaptación que nunca llegaron a concretarse—, pero la taquilla española ha sido testigo durante estas dos décadas —'Torrente 5' se estrenó en 2014— de cómo llovía el dinero gracias al personaje de Segura: Torrente se ha convertido en la saga española más lucrativa, con unos 75 millones de euros recaudados en total.

'Torrente, el brazo tonto de la ley' fue su bautismo como celebridad autónoma, después de casi una década como figurante, director de cortos y concursante televisivo: salió en 'No te rías que es peor' cantando habaneras con dientes de conejo y en 'Locos por la tele', y buscó el amor en 'Vivan los novios'. Programas a los que asistió, según sus palabras, para financiar sus proyectos; aunque su primer corto conocido, 'Relatos de medianoche', data de 1989, cogió una cámara por primera vez de adolescente, cuando se compró en un mercadillo una Super-8. "Decidí dedicarme profesionalmente al cine en Cinema Jove", contó hace unos años, de vuelta al festival valenciano, esta vez como una gran estrella. Su participación en el certamen, en el que ganó un accésit, le sirvió para conocer a Fernando Trueba y a Álex de la Iglesia y la puerta de la industria se le abrió de par en par.

Salió en 'No te rías que es peor' cantando habaneras con dientes de conejo y en 'Locos por la tele', y buscó el amor en 'Vivan los novios'

Precisamente, el salto al cine como actor lo dio de la mano del director bilbaíno, en 'Acción mutante' (1993), una comedia de ciencia ficción esperpéntica que consiguió tres goyas. Un año después, casualidades de la vida, Segura ganaba el Goya al mejor corto de ficción con 'Perturbado', la historia de un obseso sexual que "ante el visionado de imágenes de índole sexual comete un asesinato". Ahí ya había fraguado el gusto por el feísmo hipertrofiado de 'Torrente'. Quizá su papel más memorable previo al 'pelotazo' fue el de José María en 'El día de la bestia' (1995), de nuevo junto a De la Iglesia, donde interpretaba al dueño de una tienda de discos que no se anda con chiquitas. Y ganó su segundo Goya, esta vez a mejor actor revelación.

Entre recurrentes televisivos —'Pepa y Pepe' y 'Canguros', por ejemplo— y pequeños papeles en el cine de los hermanos Trueba y de algunos amigos más, pasaron tres años hasta que pudo rodar 'Torrente, el brazo tonto de la ley'. Con una gorra de 'Parque Jurásico' en la cabeza, un Segura de treinta y pocos años se enfrentó a su primer largo con algunas dudas. "Estuve el otro día en rodaje... si es que no, estuve sin cuidado, torpe, todo mal. Mal. Pero oye, el guion está ahí, el guion es impecable, es cojonudo. Está mal que yo lo diga, pero joder... La modestia es la virtud de los imbéciles", bromeaba en el 'making of'.

Con 'Torrente' convirtió los 1,7 millones de euros de presupuesto en más de 10 millones de recaudación

El resultado: convirtió los 1,7 millones de euros de presupuesto en más de 10 millones de recaudación. Y su tercer Goya, ahora como mejor director novel. Tres años después, la secuela, 'Torrente 2: misión en Marbella', se convirtió en la película más taquillera de la historia del cine español —ahora ocupa el octavo lugar— con 22 millones de euros de recaudación. Desde entonces, Segura se ha construido una marca personal —¿quién no se acuerda de sus apariciones televisivas vistiendo camisetas promocionales de sus películas?— como 'showman' en general: ahora un cameo en 'Blade', ahora un polígrafo en 'Sálvame Deluxe' o la participación como jurado de un concurso de saltos de piscina. Sin olvidar su paso por el concurso de talentos 'Tu cara me suena', una especie de regresión a sus comienzos catódicos. Segura siempre se ha movido entre la televisión populachera y el cine palomitero con un desprejuicio absoluto.

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Entretanto, más 'Torrente' y decenas de papeles de actor en películas nacionales e internacionales —inefable ese Borjamari— y la producción de cortos y largos, que le han granjeado la medalla de oro de Egeda, la principal asociación de productores españoles. Y, además, su faceta más desconocida como empresario, como dueño de parte de un 'holding' que gestiona restaurantes, pisos y un teatro.

Con su último estreno, 'Sin rodeos', su primera excursión como guionista, director y productor fuera de la saga 'Torrente', se ha aupado a la quinta posición de las películas españolas más taquilleras de 2018. Una comedia con un reparto femenino encabezado por Maribel Verdú, Candela Peña y Cristina Pedroche —una propuesta muy distinta a la que nos tiene acostumbrados, una especie de 'Mentiroso compulsivo' a la española— con la que el madrileño ha querido demostrar que para él también hay vida más allá de 'Torrente'. El monstruo no ha acabado con su creador.