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¿Puede alguien llevar mi novela al cine, por favor? Cómo convertir un libro en película
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¿Puede alguien llevar mi novela al cine, por favor? Cómo convertir un libro en película

Casi todos los escritores sueñan con ver sus libros adaptados al cine, pues dispara sus beneficios e incrementa el número de sus lectores

Foto: 'Soldados de Salamina'
'Soldados de Salamina'

La relación entre cine y literatura es la de ese hermano mayor que reparte contigo un poco de su propina, te presenta gente y te arropa por la noche mientras los padres (espectadores y lectores) duermen. Seguramente lo mejor que le puede pasar a un libro es que hagan con él una película, incluso una muy mala.

Esto es así porque el filme funciona como un anuncio gratuito de 90 minutos de duración, anuncio que a su vez tiene sus propios anuncios: cartelería en las paradas del autobús, trailers en Youtube, actores invitados en 'El hormiguero' y, simultáneamente, una nueva edición del libro con la antigua cubierta relegada y un atractivo fotograma de la película en su lugar. Y todo ello sin que el autor tenga que levantarse de la cama. Así se las ponían a Fernando VII, como dicen en alguna película de Trueba.

La categoría de mejor guión adaptado no nació con los Goya, sino que apareció un par de años después. Al principio se otorgaba un único reconocimiento a los guionistas y, curiosamente, fueron dos guiones adaptados los que ganaron en 1986 y 1987.

Este año compiten en la categoría de guión adaptado cuatro películas, y ninguna ha hecho feliz a un narrador español. 'Kiki, el amor se hace' versiona una cinta australiana; 'El hombre de las mil caras' se basa en un ensayo del ahora francotirador de 'Ok Diario' Manuel Cerdán; 'Un monstruo viene a verme' adapta una novela infantil de Patrick Ness; y 'Julieta', la última de Almodóvar, tiene el infinito gusto de hacer cine con tres relatos de Alice Munro.

Seguramente lo mejor que le puede pasar a un libro es que hagan con él una película, incluso una muy mala

Hay una norma no escrita que me acabo de inventar según la cual adaptar clásicos de las letras españolas te garantiza un Goya: Lope de Vega, Fernández Flórez, Felipe Trigo, Torrente Ballester, Valle-Inclán y el Lazarillo (anónimo) tienen un Goya. Las dos películas que se hicieron sobre novelas de José Ángel Mañas, también. Obras de Juan Madrid, Fernando Aramburu o Alberto Méndez recibieron el galardón en su versión cinematográfica.

Así las cosas, el Nobel de Alice Munro puede que pese especialmente en la decisión de los académicos.

¿Cómo llega un libro a convertirse en película?

Charlaba sobre las miserias del oficio literario con una amiga escritora cuando ella acabó por confesarme su más íntimo deseo: ¡Yo lo que quiero es que me haga una película Montxo Armendáriz!

Sólo hay dos caminos para que ese sueño -con Armendáriz o con cualquier otro- se cumpla. Uno, que tu libro sea un 'best seller'; dos, que tu libro le guste al director. Ser amigo, novia, novio, amante, padre o madre del director suele tener bastante relación con que le guste.

Ser amigo, novia, novio, amante, padre o madre del director suele tener bastante relación con que le guste tu libro

Del primer camino hacia la sala de cine da cuenta la adaptación de 'Soldados de Salamina', de Javier Cercas, o la de 'Cincuenta sombras de Grey'. Aquí el cálculo del productor es que si cientos de miles de personas conocen un libro tendrán curiosidad por conocer la película, al menos para poder decir que el libro era mejor.

Lo degradante para la literatura en este caso es que las novelas sean vistas como campo de pruebas de una historia, películas muy baratas (papel y tinta) que luego, si gustan, se producen de verdad.

Del segundo camino hacia la gloria puede servir como ejemplo 'Celda 211', de Francisco Pérez Gandul. Editada por Lengua de Trapo, a lo mejor vendió 500 ejemplares cuando se publicó en 2003. Sobre ella pasaron seis tristes años hasta que Daniel Monzón hizo la película, que redimió a la novela con cuatro nuevas ediciones.

'Kiki, el amor se hace'

El sueño del cine no ciega a todos los escritores, sin embargo. Carlos Ruiz Zafón se sigue negando a que su 'best seller mundial' 'La sombra del viento' entre en imprenta cinematográfica. Por su parte, algunos novelistas de prestigio se sienten tan ofendidos por las adaptaciones de sus novelas que arremeten contra los cineastas como contra un hermano mayor que les hubiera llevado a una fiesta sin alcohol. ¡El cineasta le ha quitado a su obra la esencia!

Fue el caso de Juan Marsé, que llamó “peliculeros” a sus adaptadores, y, más grave, el de (no se lo van a creer) Javier Marías, que denunció incluso en el juzgado el desaguisado que a su juicio suponía la película 'El último viaje de Robert Rylands' para su novela 'Todas las almas'. Javier Marías ganó el juicio y, amén de algún dinero, la condena le dio la extraña satisfacción de ver borrado su nombre y toda referencia a su novela de los créditos del filme.

Exactamente lo contrario de lo que desean la mayoría de los novelistas.

La relación entre cine y literatura es la de ese hermano mayor que reparte contigo un poco de su propina, te presenta gente y te arropa por la noche mientras los padres (espectadores y lectores) duermen. Seguramente lo mejor que le puede pasar a un libro es que hagan con él una película, incluso una muy mala.

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