'Tarde para la ira' triunfa en los Premios Forqué y despeja el camino para los Goya

'Tarde para la ira', la ópera prima de Raúl Arévalo triunfó ayer en los Premios Forqué y encara de manera inmejorable la carrera hacia los Premios Goya, donde cuenta con 11 nominaciones. Los galardones que entregan los productores abrieron anoche la veda de los premios del cine español, a los que les seguirán los Feroz, que vota la crítica especializada el próximo 23 de enero, y los Goya, que tendrán lugar el 4 de febrero.

Este thriller sobre la venganza que ha supuesto el debut en la dirección de Arévalo se hizo con el premio a la mejor película dejando claro que no está nada dicho en una categoría en la que competía con colosos como 'Julieta', de Pedro Almodóvar; el taquillazo del año 'Un monstruo viene a verme', de José Antonio Bayona, y con filmes con grandes promociones como '1898. Los últimos de Filipinas', de Salvador Calvo, o 'El hombre de las mil caras', de Alberto Rodríguez; y 'Que Dios nos perdone', de Rodrigo Sorogoyen.

"Estoy medio atontado", aseguraba Arévalo tras recoger el premio en la sala de prensa. Impactado y 'acojonado' de saberse favorito ahora en la carrera para los Goya, el director y actor afirmó, tirando de símil futbolístico, que "me siento como cuando el Numancia jugó contra el Barça aquella Copa del Rey". 'Tarde para la ira' se ha convertido por derecho propio en una de las óperas primas más potentes que ha dado el cine español de los últimos años y así fue reconocida anoche como el mejor filme español del año para los productores de cine. Arévalo confirmó que ya tiene una segunda idea en la cabeza para ponerse a rodar. Antonio de la Torre, protagonista del filme, destacó que este galardón "es un premio al esfuerzo, a que las cosas se pueden conseguir y que hay que creer que todo es posible" ya que Arévalo tardó ocho años en hacer la película.

En la categoría de mejor actriz se cumplieron todos los pronósticos y Emma Suárez se hizo con el galardón por su trabajo en 'Julieta'. La actriz venció a su compañera de reparto Adriana Ugarte; a Anna Castillo, por 'El olivo'; Bárbara Lennie, por 'María (y los demás); Carmen Machi, por 'La puerta abierta', e Inma Cuesta, por 'La novia'. "Todos sabemos lo difícil que es hacer cine y cuánto cuesta este oficio, cuánto tiempo, qué dolor y qué dramático", dijo emocionada la actriz.

Roberto Álamo, por su parte, se hizo con el premio a mejor actor por 'Que Dios nos perdone' y dejó fuera a los grandes favoritos Antonio de la Torre, por 'Tarde para la ira', y Eduard Fernández, por 'El hombre de las mil caras'. "Este premio está dedicado a todos los actores, los que trabajan y los que no. Sobre todo a los que no trabajan. Juro que pronto estaremos delante de una cámara o encima de un escenario", aseguró el actor en un mensaje grabado ya que está actuando en el Teatro Bellas Artes de Madrid con 'Lluvia constante'.

Hernán Zin también subió al escenario del Teatro de la Maestranza sevillano para recoger el premio al mejor documental por '2016: Nacido en Siria'. “En este tiempo en el que la gente quiere construir muros desde Trump hasta el Brexit” es importante, aseguró, que “la voz de los refugiados sirios va a llegar más lejos”. Lluis Quilez ganó el Forqué a mejor cortometraje por 'Graffiti' y 'Un monstruo viene a verme', de Juan Antonio Bayona, se hizo con el Premio de Cine en Educación y Valores. Por último, la argentina 'El ciudadano ilustre', de Mariano Cohn y Gastón Duprat, se llevó el galardón a mejor largometraje latinoamericano.

Un gala demasiado tranquila y poco reivindicativa

La gala de los Forqué fue tranquila y anodina ya desde la alfombra roja, donde las únicas voces que se escuchaban, además de los flashes, eran las de unos chavales gritando a Enrique Cerezo, presidente de EGEDA y también del Atlético de Madrid, “este año nos vamos a Milán”. La ceremonia, que se trasladó en su edición número 22 por primera vez de Madrid a Sevilla, estuvo plagada de actuaciones musicales de artistas como Diana Navarro o Arkano, cuyo rap improvisado -con recuerdo incluido al inclasificable show que hizo en los Goya Antonio Resines- fue el momento más auténtico de la noche.

Más allá de ello, fueron pocas las voces que se alzaron para reivindicar un mejor trato al cine español en otro año en el que ha cosechado buenos resultados de taquilla y de cuota de pantalla. Fue Carlos Latre, el presentador de una ceremonia, el primero que aprovechó la presencia del ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, para pedir que la bajada del IVA prometida llegue también al cine. Lo hizo imitando a Lola Flores -“si no bajaséis el IVA a mí me entraría una gran pena, penita, pena”- y ante los aplausos comprometidos del sector.

Sin embargo ahí se quedaron las voces críticas de la noche. Enrique Cerezo dejó claro en su discurso su apoyo al ministro de Cultura y fue optimista con las decisiones que debe adoptar Méndez de Vigo, a pesar de que la prometida bajada del IVA cultural pactada por el Gobierno con Ciudadanos deja fuera al cine y se queda únicamente en los espectáculos en directo . “Hace un año expresamos nuestras peticiones y parece que nos van escuchando”, dijo. “El ministro tiene todo nuestro apoyo y nuestro aprecio. Debemos fortalecer nuestra cultura, nuestros valores y nuestra identidad”, añadió. La gala contó con la presencia también de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz; el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y de Cádiz, Kichi y su pareja, la secretaria general de Podemos andaluza, Teresa Rodríguez, o Marta Rivera de la Cruz y Begoña Villacís de Ciudadanos.

Palmarés

Mejor película: 'Tarde para la ira', de Raúl Arévalo

Mejor actriz: Emma Suárez, por 'Julieta'

Mejor actor: Roberto Álamo, por 'Que Dios nos perdone'

Mejor película latinoamericana: 'El ciudadano ilustre', Mariano Cohn y Gastón Duprat

Mejor documental: '2016. Nacido en Siria', de Hernán Zin.

Mejor cortometraje: 'Graffiti', de Lluis Quilez.

Premio al cine en educación y valores: 'Un monstruo viene a verme', de José Antonio Bayona.

Medalla de Oro: Antonio Pérez