Los Premios Goya más teatreros

"Son unosGoyamuy teatreros", diceJavier Gutiérrez, nominado a Mejor Actor porLa isla mínima, y tiene toda la razón. En las principales categorías (y entre los favoritos) sobresale este año una buena cantera de actores forjados en el teatro. Y, en concreto, en ese teatro que hoy triunfa llenando los patios de butacas de todo el país y lleva el personalísimo sello de dos de las compañías más reconocibles de la escena española como sonAnimalarioyKamikaze.

El propio Gutiérrez,Bárbara Lennie,Israel Elejalde, Carmen Machi, Luis Bermejo, Raúl Arévalo, Mercedes Leóno Yolanda Ramosencabezan esa nómina de teatreros nominados. No es la primera vez que el teatro triunfa (o protagoniza, recuerden la gala delNo a la guerrapresentada por los chicos de Animalario)en los premios del cine español,perosi este 2014 ha sido histórico para nuestro cineno menos es labuena salud de la que goza la escena española. Y esto es una gran muestra de ello.

El teatro me aporta la técnica. Para hacer teatro hay que ser muy metódico y muy técnico. Es algo que ayuda mucho a trabajar en el cine

También lo es deque los clichés que encasillaban a cada actor en un medio de forma estanca y sin movilidad han caído. “Antes había más reticencias y una distancia más grande entre los que hacían teatro y cine pero ya se ha salvado y cualquiera se mueve muy bien. El verdadero problema es que no hay trabajo. En esta profesión hay un nivel de paro escandaloso. Somos muy pocos los que tenemos el privilegio de tener trabajo”, explica Gutiérrez, quien parte como principal favorito –aunque él asegura que no tanto– para llevarse el cabezón tras ganar la Concha de Plata, el Forqué y el Feroz. El salto, prosigue, del teatro al cine es “natural”.

Gutiérrez está cerrando lagira deLos Mácbez, de Andrés Lima, y es uno de los históricos de Animalario. Alejandro y Ana, Tito Andrónico, Argelino, servidor de dos amos (por la que ganó el Premio Max en 2009) o Ay, Carmela son algunas de las obras que ha interpretado con la compañía. Su partener en el escenario en la versión de Lima de la obra de Shakespeare es Carmen Machi, también nominada a mejor actriz de reparto por Ocho apellidos vascos y que cuenta en su nómina grandes papeles teatrales en Juicio a una zorra, Agosto, La tortuga de Darwin, o ¿Quién teme a Virginia Wolf?. No en vano, junto a Blanca Portillo, es una de las actrices que más despuntapor méritos propios en las tablas españolas.

“En el teatro el actor es el dueño del proceso creativo, mientras que en el cine eres una de las piezas, importante sí, dentro del engranaje. A mí el teatro me aporta la técnica. Para hacer teatro hay que ser muy metódico y muy técnico. Es algo que ayuda mucho a trabajar en el cine. Aunque confesaré que ahora es cuando empiezo a llevarme bien con las cámaras y las marcas”, señala Javier Gutiérrez.

La cuna teatral

Para Carmen Machi, inmersa ahora en su papel de Creonte para el Antígona que Miguel del Arco está haciendo dentro del Teatro de la Ciudad y que está terminando de rodar La puerta abierta, la película de Marina Seresesky donde iba a volver a compartir escenas con la fallecida Amparo Baró –cuyo papel interpretaráTerele Pávez–, este plantelde actores teatreros nominados a los Goya tieneen común que su cuna ha sido el teatro. "Me resulta una muy buena casualidad porque antes a los actores de teatro les ponían más problemas para hacer audiovisual. Se tenía cierto miedo a que la forma de trabajar fuera demasiado grande, aunque yosiempre he hecho los tres medios sin problemas y nadie me hapuesto obstáculos", afirma a El Confidencial.

Es verdad que las grandes palabras, los grandes textos y las grandes emociones están el teatro

"Me gusta mucho trabajar en cualquier medio, no tengo preferencias pero sí es verdad que las grandes palabras, los grandes textos ylas grandes emociones están el teatro", añade. La actriz explica que su forma de trabajar se basa en las palabras –"son las palabras las que me emocionan y, a partir de ahí, trato de ponerle verdad"– y, por eso, encuentra en el teatro el lugar "donde estántodos los elementos más poderosos en ese sentido".

"En mi caso, me gustan las historias arriesgadas, ponerlos clásicos en la actualidad yesos personajes son de los que aprendes muchísimo. Además,obviamente, que la energía que te alimenta es de la de los ojos que te miran en la función. Eso es algomuy edificante. Yo soy carne de gira, me recorro España dos veces al año,y te alimentamucho cambiar de miradas. El teatro te ayuda a crecer", apostilla.

“El teatro es un faro, un lugar que me guía, al que quiero volver siempre y donde más he crecido en los últimos años”. Son laspalabras de Bárbara Lennie, doble nominada a mejor actriz protagonista por Magical Girl y de reparto por El niño y Premio Max 2012 por Veraneantes, y que se llevará el sábado un Goya si no fallan los pronósticos.

2014 ha sido sin duda su año. Aunque empezó su carrera en el cine, ha estado un tiempo alejada de las cámaras para volcarse en el teatro y en Kamikaze, donde ha impreso el carácter de la actriz que es hoy. Y ahí se nota y mucho la mano de Miguel del Arco, junto a quien ha bordado dos grandes papeles en Misántropo, la obra de la pasada temporada, o en La función por hacer. "En los últimos cinco años me he volcado en Kamikaze y mientras tanto hacía una película o una serie cuando se podía acomodar", explica.

"En el teatro hay algo tan directo y tan desnudo del actor ante su herramienta, su cuerpo y sus palabras, y ante el público, ese monstruo que está delante de ti, que es inigualable. No hay tanto artificio alrededor", cuenta Lennie a este periódico. "Ha sido un año muy bonito para mí. Ha sido un cúmulo de circunstancias, decisiones, suerte y deseo, de personajes de los que estoy muy orgullosa y ahora todo lo que viene no es lo fundamental, pero es muy bonito", dice.

Revelaciones... parael cine

Hacer cine mejora al actor de teatro y hacer teatro mejora al actor de cine

La actriz compartió escenario en Misántropo con Israel Elejalde, quien firmó la mejor interpretación teatral del año con su Alcestes y está nominado al Goya a mejor actor revelación por Magical Girl. Tras más de dos décadas destacando en las tablas, esta nominación le ha llegado con su primer papel en el cine. El paso de un medio a otro, afirma, “nos hace a todos más dúctiles. Hacer cine mejora al actor de teatro y hacer teatro mejora al actor de cine”.

Una mezcla, apunta, "que habla de la buena salud de la profesión a nivel artístico", porque trabajar hoy en el teatro es sobrevivir. "Trabajando enKamikaze podemos vivir justito y si eso nos pasa a nosotros que se supone que somos top, imagina cómo se vive. Si no tienes un papel en una serie o una película es complicado tener un nivel de vida normal".

Lennie –quien espera que se lleve el Goya porque sería “un acto de justicia”– y él son parte de ‘la familia Kamikaze’, una compañía que comparte con la gente deAnimalario señas de identidad como el riesgo, la personalidad y la innovación en sus montajes. Y el sello de su director. "Miguel del Arco es un gran formador de actores", confirma.

Luis Bermejo es otro de los rostros habituales del teatro español. El actor está nominado a Mejor actor protagonista por Magical Girl y ahora está de gira con Jugadores, dirigida porPau Miró. Es habitual de los montajes de Animalario, el Teatro de la Abadía además de tener desde 1996 su propia compañía, Teatro del Zurdo. Un caso parecido es el de Mercedes León, veterana dramaturga yactriz y fundadora de la compañía Brea, a la que este año le ha llegado su nominación a mejor actriz de reparto por La isla mínima.

La actriz malagueña revelaba hace unos días en una entrevista en el diario Sur que no iba a presentarse al casting de la que ha sido su primera película y que esta nominación ya es un auténtico premio para ella. A pesar de todo, el teatro es su vida. "El teatro es maravilloso y preferí esa vida. Quería tener mi compañía y vivir de ella, o más bien malvivir porque del teatro se malvive, pero se lo debo todo", explicaba.

Yolanda Ramos, más conocida por la televisión pero que comenzó en la mítica compañía La Cubana y que ahora está en la Gran Vía con la obra La cavernícola,está nominada a mejor actriz revelación por Carmina y Amén;Raúl Arévalo, uno de cuyos primeros e impactantes trabajos en el teatro fue en el Urtain de Animalario, compite con su compañero Javier Gutiérrez por el premio al mejor actor protagonista por La isla mínima; o Eduard Fernández, habitual de Els Joglars, La Fura del Baus o Lluís Pasqual y Calixto Bieitoy con un Max por Hamlet, está nominado a mejor actor de reparto por El niño,son otros de los teatreros que despuntan este año en los Goya. Sin obviar, por supuesto, a José Sacristán con una carrera en cine, televisión y teatroque no hace falta describir. Basta recordar My fair lady o Yo soy el hombre de La Mancha, dos de sus últimos grandes papeles en las tablas españolas.

El camino inverso

Aunque también los Goya de este año se nutren de la corriente inversa. Macarena Gómez, habitual de las pantallas y que este pasado año ha estado protagonizando Las dos bandoleras,montaje de la Compañía Nacional de Teatro Clásico,compite en la categoría de mejor actriz protagonista por Musarañas, al igual que lo hace Pablo Remón, guionista de películas como Cinco metros cuadrados y Casual Day y nominado en el categoría de mejor cortometraje por Todo un futuro juntos, un trabajo sobre las preferentes de Bankia analizado desde el lado de los banqueros que protagoniza Luis Bermejo y Julián Villagrán. El directortambién triunfa en las tablas con La abducción de Luis Guzmán, una obra que vuelve tras triunfar en el Fringe este fin de semana al Teatro Lara.

El teatro me permitía explorar unas formas de escritura diferente donde la palabra manda mucho más que el cine

"Más que un reconocimiento de los Goya al teatro, creo que son dos medios que dialogan y tienen mucho que ver. El teatro, yo que vengo del cine, me ha dado un espacio de probar cosas fantásticas, que también lo tienen el cortometraje perono tanto el largometraje", explica Pablo Remón.

El director señala al teatro como "el lugar donde la palabra está más expuesta" y que le permite experimentar con mucha libertad comosiempre ha hecho para crear sus guiones de cine. "Tanto el corto como el teatro te permiten, con presupuestos más acotados y lógicos,experimentar mucho más. Yo que vengo del guion,el teatro me permitía explorarunas formas de escritura diferentedonde la palabra manda mucho más que el cine", añade.

Tanto es así que La abducción de Luis Guzmánla creó a basede un laboratorio de improvisación con los actores. Un método, además, que está utilizandopara escribir la obra que preparaparael Festival de Otoño y que se basa en la historia de Grigori Perelman, un matemático que resolvió la conjetura de geometrización de Thruston yque ganó la Medalla Fields y renunció a ella y el premio de un millón de dólares que la acompañaba.Además, junto a su hermano -Daniel Remón- ha escritoMuladar, una obra "muy lorquiana" que recrea tres crímenes reales de la España más negra que se cruzan en el tiempo, con la que ganaron el Premio Lope de Vega del Ayuntamiento de Madrid y que será representada en el Teatro Español.