"Hablar con Stop Desahucios no es un ataque al Gobierno, es una cuestión moral"
El gran triunfador de los Goya analiza las claves de la ceremonia y de las relaciones del cine con el Gobierno
David Trueba, confesiones de madrugada en la noche de losGoya. Eran alrededor de las 2:30 a.m. cuando el director entró en una vacía sala de prensacon un goya debajo del brazo (su película, Vivir es fácil con los ojos cerrados, se había llevadoseis cabezones). Quizás porque aquello era puro paisaje después de la batalla (los poquísimos periodistas que quedaban en pie a esa hora estaban hechos papilla), Trueba se relajó tanto que se apoltronó en una silla, comenzó a charlar y estuvo un rato con un pie apoyado encima de la estatuilla de don Francisco de Goya. Tantos años esperando a ganar el premio... y lo primero que hace es aplastarle la cabeza...
Sin querer, eso sí. O quizás queriendo (de un modo inconsciente): "Es para quitarle hierro a la cosa, que ya bastante tiene. Thomas Bernhard, un hombre al que hay que recurrir en situaciones como estas por su condición de aguafiestas mayor del reino, decía: 'Que te den un premio es como que te caguen en la cabeza'. Hay que tener cuidado con los premios porque tienen un componente de sumisión, de aplacarte, de domesticarte. Hay que sacarlos rápido de tu vida. Hay que celebrarlos y compartirlos, pero también quitártelos pronto de la cabeza porque pueden ser un peso".
David Trueba (Madrid, 1969) era hasta ayer noche el perdedor oficial de la gala de los Goya con un cero (premios) de ocho (nominaciones). No obstante, al contrario que otros artistas, el director nunca se lo ha tomado como algo personal o como una maquiavélica conspiración contra él. Para explicar su condición de loser, el autor de la novela Saber perder tiró de su parsimonia habitual: "Nunca he pensado que hubiera un castigo, siempre pensaba que no ganaba porque no tocaba. Depende de las películas que haya. Yo llegué tan feliz el año de La buena vida y resulta que apareció Tesis. No pensé 'soy un pobre desgraciado', sino 'vaya, esta les ha hecho más gracia", explicó, y no sonó a falsa modestia.
Las cosas de la moral
No seamos tan torpes de convertir a Wert en el protagonista, que es lo que quiere
Fue una de las grandes cuestiones de la gala de ayer noche: valorar si presenciamos unos Goya más o menos calientes de lo que se esperaba. Si el vaso de la controversia quedó medio lleno o medio vacío. Trueba moduló así la cuestión: "A los periodistas, mal pensados, os gusta mucho escarbar en la herida. Todas las preguntas de los últimos días eran más sobre eso que sobre las propias películas. Desde que supe que Wert no iba a venir, dije: 'No seamos tan torpes de convertirle en el protagonista porque es lo que quiere'. Más que un problema nuestro [del cine] es un problema personal suyo [del Gobierno], relacionado con su sensación de cómo son percibidos por la sociedad y los artistas. Nosotros tenemos que empezar a saltarnos esepaso y relacionarnos de un modo más directo con la sociedad".
El director enlazó esta reflexión con lo ocurrido en el exterior de la gala de los Goya, donde algunos pesos pesados del cine español departieron brevemente con decenas de manifestantes. "Hoy [por ayer] había en la puerta de la gala cincuenta manifestaciones diferentes. ¿Qué querían? Salir un minuto en televisión. Celebraban y jaleaban cada vez que un director o un actor se paraban a hablar con ellos. ¿Crees que lo hacemos para progresar en esta profesión o para ganar algo? ¿Se nos ha perdido algo a los artistas con la gente de Stop Desahucios o con los despedidos de Coca-Cola? No, lo haces porque crees que es una cuestión moral. Que alguien considere que esto es un ataque a sus políticas es un error. Ellos lo transforman en algo peor. Todos los países tienen una dimensión artística por lo general progresista, protestona e implicada socialmente. No pasa nada. Y en todos los países hay conflictos con esto, pero hay que superarlo".
Este es un país en el que el poder económico siempre ha estado en manos de la contrainteligencia
Trueba analizó también uno de nuestros deportes nacionales más populares, ellinchamiento al mundo del cine, desde el punto de vista histórico. Sobre si la hostilidad tiene que ver con esa larga tradición antiintelectual española. "Este es un país en el que el poder económico siempre ha estado en manos de la contrainteligencia", afirmó.
Y rematóla reflexión poniendo en duda que España pueda, a día de hoy, dejar la cultura en manos del mecenazgo privado: "Todos los países civilizados tienen una burguesía culta que paga los teatros de la ópera. En España, para que un museo sobreviva, tiene que estar detrás el Estado, porque los adinerados prefieren gastárselo en construirse otros 14 baños o comprarse una tercera casa en Marbella. No tienen una vocación social de compartir. Esa es la vocación que hay que crear y viene de la sensibilidad. Pero aquí aplaudimos los excesos y el triunfo personal, que te vaya bien y quedártelo tú", zanjó.
David Trueba, confesiones de madrugada en la noche de losGoya. Eran alrededor de las 2:30 a.m. cuando el director entró en una vacía sala de prensacon un goya debajo del brazo (su película, Vivir es fácil con los ojos cerrados, se había llevadoseis cabezones). Quizás porque aquello era puro paisaje después de la batalla (los poquísimos periodistas que quedaban en pie a esa hora estaban hechos papilla), Trueba se relajó tanto que se apoltronó en una silla, comenzó a charlar y estuvo un rato con un pie apoyado encima de la estatuilla de don Francisco de Goya. Tantos años esperando a ganar el premio... y lo primero que hace es aplastarle la cabeza...