"Gusta a todo el mundo": el clásico de Akira Kurosawa que influyó a Tarantino, y que tienes que ver una vez en la vida

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Las plataformas de vídeo bajo demanda (VOD) Filmin y Acontra+ cuentan en sus catálogos con un clásico del cine japonés, que cambió para siempre la forma de entender el western y el concepto del antihéroe. El director Akira Kurosawa firmó una obra que inspiró a numerosos artistas venideros, con una historia de samuráis, violencia y astucia que sigue siendo una lección de cine más de sesenta años después.

Estrenada en 1961, Yojimbo (El mercenario) narra la llegada de un rōnin errante, Sanjurō, interpretado por Toshirō Mifune, a un pueblo dominado por dos bandas criminales enfrentadas. Sin amo ni propósito, más allá de sobrevivir, el guerrero decide jugar con ambos bandos para sacar beneficio propio y, en el proceso, desatar su autodestrucción.

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Con un tono entre lo trágico y lo irónico, Kurosawa desmonta la imagen heroica del samurái tradicional para construir un personaje cínico, divertido y profundamente humano. La película, nominada al Oscar por su vestuario, le proporcionó a Mifune su primera Copa Volpi en el Festival de Venecia (ganaría su segunda cuatro años después, en 1965), y consolidó el prestigio internacional del director japonés. En su revisionado, el medio Slant dijo de ella que es "un ejemplo de manual de obra perfecta que gusta a todo el mundo".

Grandes alumnos

Su impacto fue inmediato. En 1964, Sergio Leone estrenó Por un puñado de dólares, una versión prácticamente idéntica del argumento que desató un conflicto legal con Kurosawa y su estudio, Toho. "He visto tu película. Es una muy buena película. Desafortunadamente, es mi película", escribió el japonés al cineasta italiano en una carta que se haría célebre.

Aquel episodio marcaría el nacimiento del spaghetti western y abriría una nueva etapa para el cine europeo, mientras Kurosawa recibía una compensación económica y, sobre todo, el reconocimiento de haber creado el molde de un género entero. Décadas después, su sombra sigue proyectándose sobre el cine moderno. Quentin Tarantino reconoció abiertamente la influencia de Yojimbo en Django desencadenado (2012), donde la figura del forastero que irrumpe para desestabilizar un sistema corrupto vuelve a ser el eje narrativo.

Revisitar hoy Yojimbo es descubrir no solo una obra maestra de composición, ritmo y dirección, sino también el origen de un tipo de cine que cruzó fronteras y géneros. Verla una vez en la vida no es suficiente: cada visionado revela algo nuevo sobre cómo un samurái sin nombre reinventó el cine de todos.