Antonio Banderas, 65 años, sobre el ataque al corazón que sufrió en 2017: "Encaré la muerte"

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El actor Antonio Banderas, uno de los intérpretes españoles más reconocidos en Hollywood, recordó el ataque al corazón que sufrió en 2017 y cómo esa experiencia redefinió su manera de entender la vida y la interpretación. Durante un encuentro de la Fundación Princesa de Asturias en Oviedo junto a Meryl Streep el febrero pasado, el malagueño habló sobre el episodio que marcó un antes y un después en su carrera, tanto en lo personal como en lo profesional.

Durante la charla con Streep, el actor compartió uno de los momentos más impactantes que vivió en el hospital. "Sufrí un ataque al corazón el 25 de enero de 2017. Encaré la muerte", relató ante el público. El intérprete de Dolor y gloria explicó que el infarto le sorprendió mientras se encontraba en su casa en Inglaterra. Tras ser trasladado al Hospital de Saint George de Londres, los médicos descubrieron que tenía tres arterias obstruidas y fue sometido a una intervención de urgencia.

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A. R.

Aquella experiencia, según ha contado en varias ocasiones, le obligó a replantearse su ritmo de vida y su relación con la profesión. "Tras el ataque al corazón, mi vida cambió para siempre", reconoció. Desde entonces, Banderas asegura que aprendió a soltar preocupaciones y a disfrutar de las cosas pequeñas, lo que también se reflejó en su forma de actuar.

Despertar actoral

El "Zorro" malagueño también contó que una enfermera de avanzada edad le hizo una pregunta inesperada: "¿Por qué piensas que la gente dice 'te quiero con todo mi corazón' y no 'con todo mi cerebro'?". Aquel diálogo, según Banderas, fue el inicio de una profunda transformación emocional. "Esa mujer me advirtió que me sentiría muy triste y sensible. Y acertó por completo", añadió el actor.

En los meses posteriores, confesó que comenzó a emocionarse con facilidad ante una película, una canción o incluso un cuadro. "Lloraba por cualquier cosa y me preguntaba qué me estaba pasando", dijo. Con el tiempo comprendió que aquel proceso le había permitido conectar con una sensibilidad nueva. "Fue lo mejor que me ha pasado como actor, porque me abrió un espacio dentro de mí que antes no existía. Sin el ataque al corazón no habría hecho Dolor y gloria", aseguró.

Hoy, a los 65 años, Antonio Banderas se muestra agradecido por aquella segunda oportunidad y por haber encontrado, en medio de la fragilidad, una fuente de autenticidad que sigue marcando su carrera.