Esta película acaba de llegar a Max, y tiene una de las secuencias más memorables de la historia del cine
Ambientada en un Canadá alternativo, la historia retrata con crudeza las tensiones entre una madre y su hijo adolescente, marcado por una conducta impulsiva
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Una película de autor acaba de aterrizar en el catálogo de Max y contiene uno de los momentos más impactantes del cine contemporáneo, una secuencia que transforma una simple acción cotidiana en una explosión de emoción contenida. No solo se trata de una historia potente, sino de una obra que experimenta con el lenguaje audiovisual, como pocas veces se había visto en 2014.
La historia, ambientada en un Canadá alternativo, retrata con crudeza las tensiones entre una madre y su hijo adolescente, marcado por una conducta impulsiva e imprevisible. A través de sus altibajos, y con la aparición de una vecina que aporta algo de equilibrio, se despliega un drama humano donde las decisiones se toman desde el amor, pero también desde la desesperación.
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Durante buena parte del metraje de Mommy, de Xavier Dolan, el espectador se siente dentro de una jaula emocional. No es casualidad: el formato de imagen cuadrada, lejos de ser una rareza estética, actúa como una metáfora de la asfixia emocional que viven los personajes. No hay concesiones al sentimentalismo fácil, y ahí radica buena parte de su impacto: todo lo que se ve en pantalla se siente sincero, visceral y profundamente humano.
Pero es precisamente ese encierro visual el que hace que, cuando por fin se rompe, el protagonista, interpretado por un joven Antoine-Olivier Pilon, "abra" literalmente la pantalla y despliegue su mundo, esa escena se quede grabada para siempre en la retina. Un recurso técnico tan sencillo como eficaz, que se ha convertido en uno de los más recordados del cine reciente.
Con varios premios en su palmarés, entre ellos el del Jurado en Cannes, esta película dirigida por el llamado enfant terrible de Canadá, marcó un antes y un después en su filmografía. Anne Dorval, recurrente colaboradora en la filmografía del director, y Suzanne Clément, completan el reparto, y es ahora, con su llegada a Max, cuando muchos volverán a hablar de esa secuencia donde el protagonista recorre las calles en patinete mientras suena Wonderwall, de Oasis. La película también está disponible en otras plataformas, como Movistar Plus+ y Filmin.
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