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La película de Schwarzenegger que fracasó en taquilla y lo llevó a encerrarse en casa una semana: "Fue literalmente un ataque político"
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UNA ESPINA CLAVADA

La película de Schwarzenegger que fracasó en taquilla y lo llevó a encerrarse en casa una semana: "Fue literalmente un ataque político"

La estrella arrastró durante años la amargura de un fracaso que, más allá de lo comercial, golpeó su imagen en el momento más alto de su carrera. Considerada hoy una película de culto, fue en su día un revés que lo llevó a aislarse del mundo.

Foto: Schwarzenegger en la ceremonia donde prestó juramento el nuevo fiscal del distrito de L.A. (REUTERS/ Mike Blake)
Schwarzenegger en la ceremonia donde prestó juramento el nuevo fiscal del distrito de L.A. (REUTERS/ Mike Blake)

Arnold Schwarzenegger ha confesado en varias ocasiones que, a pesar de su exitosa carrera cinematográfica, hay un título que le dejó un amargo recuerdo: El último gran héroe. La película se estrenó en 1993 y, aunque contaba con un alto presupuesto y el respaldo de un gran estudio, no logró convencer al público ni a la crítica. A nivel personal, el actor austríaco vivió ese fracaso con especial dureza.

La cinta, dirigida por John McTiernan, apostaba por un enfoque metacinematográfico: un niño accede al mundo ficticio de su héroe de acción favorito gracias a una entrada mágica. Aunque se pensó como una parodia inteligente del género, fue malinterpretada por muchos espectadores y señalada como caótica e irregular. A pesar de recaudar 137 millones de dólares, su presupuesto de 85 millones, junto con las elevadas expectativas comerciales, hizo que fuese catalogada como una decepción.

Foto: El día que Arnold Schwarzenegger vio pelear a Topuria con tan solo 15 años.(MMA Viking Jarno Juutinen)

Schwarzenegger ha explicado que las críticas le afectaron profundamente, especialmente tras venir del gran éxito de Terminator 2. En su docuserie Arnold reconoció: "No quise ver a nadie durante una semana". También admitió sentirse herido por la falta de comprensión hacia el filme: "Te duele. Hace daño a tus sentimientos y es vergonzoso". El impacto fue tal que incluso fue nominado a los premios Razzie por su interpretación, algo que nunca olvidó.

Campaña política

Con el paso del tiempo, Schwarzenegger ha defendido que parte del rechazo a El último gran héroe tuvo un componente político. En declaraciones a The Hollywood Reporter aseguró: "La masacraron antes de que nadie la viera. Fue literalmente un ataque político porque yo estaba haciendo campaña por el expresidente George H. W. Bush, pero ganó Bill Clinton". El actor estaba muy implicado en los actos de apoyo al candidato republicano, lo que, según él, provocó una animadversión mediática hacia su figura.

El contexto político estadounidense era especialmente tenso en 1992, y el rostro de Schwarzenegger era habitual en los actos públicos del Partido Republicano. Su popularidad como actor de acción se entremezcló con su activismo, y eso, según su versión, influyó directamente en la recepción negativa de la película. Con el paso del tiempo, asegura que esa percepción ha comenzado a cambiar gracias a las nuevas plataformas de visionado.

Película de culto

El protagonista de Conan el bárbaro ha señalado que, actualmente, El último gran héroe está disfrutando de una segunda vida. El interés renovado por este tipo de cine y su circulación en plataformas digitales están generando ingresos constantes. "Estoy recibiendo los cheques residuales, así que sé que es verdad", explicó con satisfacción.

A pesar de los reveses sufridos, Schwarzenegger ha conseguido integrar aquella experiencia en su trayectoria, aprendiendo a relativizar los fracasos. Para muchos, El último gran héroe es hoy una obra de culto, reivindicada por quienes ven en ella una sátira adelantada a su tiempo. Así, lo que en su día supuso un duro revés, se ha convertido, con los años, en una pieza reivindicable dentro de su legado cinematográfico.

Arnold Schwarzenegger ha confesado en varias ocasiones que, a pesar de su exitosa carrera cinematográfica, hay un título que le dejó un amargo recuerdo: El último gran héroe. La película se estrenó en 1993 y, aunque contaba con un alto presupuesto y el respaldo de un gran estudio, no logró convencer al público ni a la crítica. A nivel personal, el actor austríaco vivió ese fracaso con especial dureza.

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