La joya oculta de David Lynch para Disney que desconocías: una 'road movie' en una máquina cortacésped
Resuena ahora como una predicción: su protagonista sufría de un enfisema pulmonar, enfermedad que ha afectado al propio Lynch hasta su fallecimiento, el pasado jueves
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El director estadounidense David Lynch ha dejado una huella imborrable en la historia del cine con su estilo inconfundible, marcado por lo surrealista y lo perturbador. Sin embargo, dentro de su filmografía existe una obra que desafió todas las expectativas. Una película que se alejó de los oscuros y laberínticos relatos de Terciopelo azul o Mulholland Drive, para ofrecer una historia sencilla, conmovedora y atípica en su trayectoria. Además, lo más sorprendente es que fue producida por Disney.
A lo largo de su carrera, el cineasta desafió las normas narrativas y estéticas del cine, consolidándose como uno de los grandes exponentes del surrealismo en la gran pantalla. Sin embargo, hubo un momento en su filmografía en el que decidió apostar por un relato diferente: una road movie basada en una historia real, protagonizada por un hombre mayor que emprende un viaje en un vehículo poco convencional. Nada de sueños fracturados ni figuras enigmáticas, sino un relato que evoca la sencillez y la emotividad.
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El actor Richard Farnsworth, quien recibió una nominación al Oscar por su interpretación en esta película, encarna a un veterano de guerra que, debido a su avanzada edad y problemas de visión, no puede obtener un permiso de conducir. Esto no lo detiene en su propósito de reencontrarse con su hermano enfermo (Harry Dean Stanton), por lo que decide recorrer cientos de kilómetros en un cortacésped. Su viaje a través del Medio Oeste estadounidense se convierte en una reflexión sobre la vejez, la reconciliación y la perseverancia, todo narrado con un tono pausado y emotivo, en la línea de lo que Lynch tenía acostumbrado a su público, pero sin imágenes traumáticas.
La película, además, resuena ahora como una especie de predicción: su achacado protagonista sufría de un enfisema pulmonar, enfermedad que ha afectado al propio Lynch hasta su fallecimiento, el pasado jueves. En el caso del personaje, también tiene problemas de cadera, que le impiden permanecer en pie. Además, cuenta con una hija discapacitada, interpretada por Sissy Spacek, en su hogar de Iowa.
Una rareza en su filmografía
El filme, estrenado en 1999, nueve años posterior a la serie Twin Peaks, es una rareza dentro de la carrera del cineasta, no solo por su tono, sino también por su clasificación G, apta para todos los públicos, algo inédito en su trayectoria. La sensibilidad de la historia y la dirección minimalista permitieron que el largometraje fuera bien recibido por la crítica, logrando una nominación a la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Hoy en día cuenta con un 95% de aprobación en la web Rotten Tomatoes.
Lynch prescinde de lo onírico y lo grotesco para abrazar una historia profunda
A pesar de ser una película producida por Walt Disney Pictures, conserva la esencia del director en ciertos aspectos. La atención a los paisajes, los silencios prolongados y la cadencia de la narración son elementos inconfundibles de su estilo. Sin embargo, aquí Lynch prescinde de lo onírico y lo grotesco para abrazar una historia de profunda humanidad, en la que cada encuentro en la carretera aporta un nuevo matiz a la travesía del protagonista.
Para muchos, esta obra representa la faceta más accesible y emocional de Lynch, alejada de los rompecabezas narrativos y los elementos perturbadores que marcaron su filmografía. Aun así, conserva su sello personal en la manera en que construye la atmósfera y en la sensibilidad con la que retrata a su protagonista. El resultado es una película que sigue dando cuenta de su genio narrativo.
El título de esta inusual joya es Una historia verdadera. Inspirada en la historia real de Alvin Straight, esta road movie en máquina cortacésped es una de las películas más inesperadas dentro del catálogo de Disney, y una prueba de que Lynch podía emocionar al público con historias para todas las edades. Una obra que merece ser redescubierta y que demuestra que, incluso en la sencillez, un director como Lynch era capaz de dejar su marca. Pese a ser una producción de Disney, la película solo está disponible en la plataforma Filmin en España.
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El director estadounidense David Lynch ha dejado una huella imborrable en la historia del cine con su estilo inconfundible, marcado por lo surrealista y lo perturbador. Sin embargo, dentro de su filmografía existe una obra que desafió todas las expectativas. Una película que se alejó de los oscuros y laberínticos relatos de Terciopelo azul o Mulholland Drive, para ofrecer una historia sencilla, conmovedora y atípica en su trayectoria. Además, lo más sorprendente es que fue producida por Disney.