Es noticia
'El aprendiz': No es otra película contra Donald Trump
  1. Cultura
  2. Cine
planes de fin de semana

'El aprendiz': No es otra película contra Donald Trump

La sólida cinta de Ali Abasi retrata la adhesión a la mentira y a la traición que definen a no pocos líderes de nuestro tiempo

Foto: Fotograma de 'El aprendiz'.
Fotograma de 'El aprendiz'.

Los productores de El aprendiz han denunciado que el entorno de Donald Trump trató de sabotear su película para que no se estrenara en cines. Esto es curioso. Yo creo que lo mínimo que tienes que hacer cuando te sacan en una película como un tipo poderoso y sin escrúpulos es comportarte como un tipo poderoso sin escrúpulos y tratar de hundir la película. ¿Qué esperaban? Los, al cabo, inútiles movimientos de Trump contra El aprendiz no hacen sino aportarle credibilidad a la historia que narra y, desde luego, han contribuido de manera fundamental a la promoción del filme.

En rigor, lo que ha pasado es que varias distribuidoras tenían miedo de las demandas que podría interponer Donald Trump. Esto tiene todo el sentido porque, a mi modo de ver, cualquiera sobre el que hagan una película sin su permiso debería denunciar la invasión de su intimidad en un juzgado y ganar siempre.

Es lo que ha pasado con la señorita oronda de Mi reno de peluche, y lo que puede pasar con Rosa Peral y la serie que le hizo Netflix. No parece decente tomar a una persona aún viva e idear escenas donde orina, fornica, come como un animal o escucha a La Oreja de Van Gogh, y establecer que esa es su realidad incuestionable. A lo mejor nunca ha escuchado a La Oreja de Van Gogh y le molesta que lo afirmes.

Lo mínimo que tienes que hacer cuando te sacan en una película como un tipo sin escrúpulos es comportarte como un tipo sin escrúpulos

Mientras llega el fin de esta permisividad artística delirante, podemos disfrutar de algunos de sus resultados. No vamos a negar que La red social (2010), sobre Mark Zuckerberg, estaba muy bien. O que El aprendiz, sobre Donald Trump, también es una buena película.

El problema con Trump es que se trata ya de un personaje, y hacer una película sobre él es como hacer un nuevo Batman. Este es el Batman/Trump de Ali Abasi, director esquinado de cosas como Border (2018) y Holy Spider (2022), películas que he visto en diagonal porque el cine iraní me gusta para aburrirme, no para ponerme enfermo.

Mi consejo es que aquí debemos olvidarnos de Trump, quedarnos con la carcasa Trump, el tupé, la chulería, el look de yuppie, y pensar en American Psycho (2000) y un poco en El lobo de Wall Street (2013). Es una película en esa dirección. Digo que se olviden de Trump porque, si acuden al cine a odiar a Trump, certificar sus miserias y dar ánimos a Kamala Harris, se van a encontrar una hora entera muy desasosegante: Trump te cae bien.

Debemos olvidarnos de Trump, quedarnos con la carcasa Trump, el tupé, la chulería, el 'look' de yuppie, y pensar en 'American Psycho'

Esto es así porque El aprendiz sigue las convenciones de una película de formación, y aquí vemos a un joven ambicioso y un punto ingenuo aprendiendo cómo funciona el mundo. Es un emprendedor natural, que sueña con superar el éxito de su padre y que tiene grandes ideas inmobiliarias para la ciudad de Nueva York. En el camino se cruza con Roy Cohn (1927-1986), mefistofélico abogado que le lee la cartilla del mal. Hay que mentir, chantajear, negarlo todo, atacar siempre y no reconocer la derrota. Si creen que este comportamiento es privativo de Donald Trump allá en los States, es que no leen muchos periódicos nacionales.

placeholder El republicano Donald Trump. (Reuters)
El republicano Donald Trump. (Reuters)

Da vida a Donald Trump Sebastian Stan, que viene de hacer de superhéroe secundario en las películas del Capitán América. Su interpretación es de mucho mérito, un poco como cuando en España alguien se atreve a hacer de Franco. Es un papel peligroso que puede arruinar tu carrera, simplemente porque a la gente no le gustan ni Franco ni Trump ni Hitler, y pueden acabar asociando tu cara (es decir, tu herramienta de trabajo) a cosas que les desagradan. En la segunda parte de El aprendiz, su caracterización de Donald Trump alcanza cimas miméticas fascinantes. Lo clava. El dedito levantado, los giros del cuerpo a babor y a estribor, el tonillo entre amenazante y cariñoso. No puede negarse que la aparatosidad gestual del ex presidente de Estados Unidos es un espectáculo.

Jeremy Strong expande el halo de Succession con su interpretación de Roy Cohn. Es una especie de Kendall Roy al que se le hubiera muerto el padre en la primera temporada. Sin embargo, su personaje sufre un cambio brusco a media película que deja su consistencia por los suelos: pasa de ser un letrado pétreo vicioso a un inválido lamentable, lo que no encaja necesariamente bien. Además, su condición homosexual se señala en la película como dentro de su maldad, cosa que se hacía antes mucho: no sólo es mala persona, además es gay. Sus escenas (algunas bastante crudas) de sexo con otros hombres parecen apuntalar su carácter perverso, lo cual no suena muy moderno.

También Trump tiene alguna escena de sexo que nos devuelve a lo que decíamos más arriba: el juzgado. Retratar a Trump en su domicilio forzando a su mujer al coito (una violación, a todas luces) no resulta artísticamente honorable. ¿Cómo sabe el guionista de El aprendiz que eso sucedió? ¿Rumores, testimonios de parte, condenas firmes? ¿Puede uno recrear sexo sin consentimiento con todo personaje público del que hagamos una película o sólo puede incurrirse en esa temeridad si el personaje nos cae mal, es un delincuente o goza de mala fama?

Los productores de El aprendiz han denunciado que el entorno de Donald Trump trató de sabotear su película para que no se estrenara en cines. Esto es curioso. Yo creo que lo mínimo que tienes que hacer cuando te sacan en una película como un tipo poderoso y sin escrúpulos es comportarte como un tipo poderoso sin escrúpulos y tratar de hundir la película. ¿Qué esperaban? Los, al cabo, inútiles movimientos de Trump contra El aprendiz no hacen sino aportarle credibilidad a la historia que narra y, desde luego, han contribuido de manera fundamental a la promoción del filme.

Cine
El redactor recomienda