Solo tienes 10 días para verla: se va de Netflix para siempre una de las películas más polémicas de Anne Hathaway

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En los últimos años, Netflix se ha consolidado como uno de los gigantes del entretenimiento en streaming después de alcanzar millones de suscriptores en todo el mundo gracias a su catálogo de películas, series y documentales. La plataforma ha revolucionado la forma en la que se consume el entretenimiento, ofreciendo desde producciones internacionales hasta éxitos en taquilla. Y si hay algo cierto es que parte de su éxito se basa en su capacidad para actualizar constantemente su catálogo, incorporando nuevos títulos de diversos géneros.

Sin embargo, con la llegada de nuevas películas al catálogo, otras también se despiden para siempre. Y el motivo no es otro que los acuerdos de licencia y derechos de distribución de Netflix, que obligan a la plataforma a quitar ciertos títulos al exceder el periodo de tiempo acordado. Por ello, en muchas ocasiones, las películas después de un tiempo dejan de estar disponible. Y es lo que ocurrirá el próximo 18 de octubre con la película Las Brujas, protagonizada por Anne Hathaway, que dejará de estar disponible para siempre en la plataforma.

Las Brujas es una película del año 2020, dirigida Robert Zemeckis y basada en el libro de Roald Dahl. Eso sí, a diferencia del libro, que tiene lugar en Inglaterra y Noruega, la película se ambienta en Alabama, Estados Unidos, durante los años 60. La película, que dura poco más de una hora y media, está protagonizada por Anne Hathaway, que interpreta a la Gran Bruja, y otras famosas actrices como Octavia Spencer, que hace de la Abuela.

El filme narra la historia de un niño que se encuentra con un grupo de brujas malvadas que odian a los pequeños y conspiran para eliminarlos. La trama comienza a finales de la década de 1960, cuando un niño pierde a sus padres en un accidente de coche y comienza a vivir con su abuela, Agatha (interpretada por Octavia Spencer), en Alabama. La abuela lo cuida y, con el tiempo, le va contando historias sobre las brujas, criaturas malvadas que odian a los niños y que los cazan para destruirlos.

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Mientras ambos se hospedan en un lujoso hotel, descubren que el lugar está siendo utilizado por un grupo de brujas que han organizado una convención secreta, liderada por la temible Gran Bruja. Durante la reunión, el niño descubre que las brujas tienen un plan maligno para convertir a todos los niños del mundo en ratones utilizando una fórmula mágica. El niño es atrapado y transformado en un ratón, pero con la ayuda de su abuela, traza un plan para detenerlas.

La película, que mezcla aventura, fantasía y humor, recaudó aproximadamente 30 millones de dólares, aunque hay que tener en cuenta que se estrenó durante la pandemia del COVID. A pesar de la recaudación, lo que puso a la película en boca de todos fue la crítica del público. Y es que el filme generó mucha polémica debido a la representación de las brujas, en particular de su apariencia física, que fue criticada al considerar que se usaban estereotipos negativos hacia personas con discapacidad.

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En el filme, las brujas son representadas con manos que tienen solo tres dedos y con pies sin dedos, lo que se asemeja a una condición médica llamada ectrodactilia. Tras el estreno de la película, muchas personas y organizaciones que apoyaban a la comunidad con discapacidades expresaron su malestar.

En las redes sociales, el hashtag #NotAWitch ("No soy una bruja") se volvió tendencia como parte de una campaña para educar sobre la diversidad corporal y exigir una disculpa. Una de las voces que más protagonismo cobró en la polémica fue la organización Limb Difference y la comunidad de personas con discapacidades.

Además, Anne Hathaway, la actriz principal, ofreció una disculpa pública en su cuenta de Instagram, diciendo que no había sido su intención ofender a las personas con discapacidades. Warner Bros., el estudio que produjo la película, también emitió una disculpa oficial. En su declaración, mencionaron que no habían pretendido hacer una conexión entre las diferencias físicas y la villanía de las brujas, y aseguraron que lamentaban cualquier daño que la representación hubiera podido causar.