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'Bullet Train': vuelve el Brad Pitt canallita con un taquillazo de acción gamberra
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'Bullet Train': vuelve el Brad Pitt canallita con un taquillazo de acción gamberra

Un tren de altísima velocidad sale de Tokio hacia Kioto. Dentro, diferentes personajes estrafalarios intentan hacerse con un maletín lleno de dinero

Foto: Brad Pitt es Mariquita, un cazarrecompensas obsesionado con la mala suerte. (Sony)
Brad Pitt es Mariquita, un cazarrecompensas obsesionado con la mala suerte. (Sony)

'Bullet Train', traducida en España como 'Pánico en el Tokio Express', es una película japonesa de 1975 en la que los pasajeros de un 'shinkansen' —tren de alta velocidad— que recorre la línea Tokio-Hakata descubren que, si el velocímetro baja de los 80 kilómetros por hora, una bomba explotará en su interior. Suena a que 'Speed', el éxito noventero que unió a Sandra Bullock y Keanu Reeves, tiene alguna deuda pendiente. Paradójicamente, esta 'Bullet Train' que llega a las salas de cine este 5 de agosto, no es exactamente un remake de aquella, sino que adapta una novela más contemporánea, 'MariaBeetle' (2010), del escritor japonés Kōtarō Isaka, una historia de sicarios y cazarrecompensas ultraviolenta y llena de humor sangriento que se tradujo por primera vez al inglés el año pasado. En una industria del entretenimiento dominada por el 'remake', la adaptación​ y el homenaje y el guiño, resulta más complejo trazar la denominación de origen. El autor acabaremos siendo un poco todos.

'Bullet Train' cumple (casi) todos los requisitos para convertirse en un taquillazo. Primero porque cuenta en el cartel con la cara a tamaño grande de un Brad Pitt en proceso de redención y abrazando la comedia como salvavidas. Pitt vuelve al registro cómico-patoso de 'Quemar después de leer' de los Coen mezclado con el humor ultraviolento de 'Malditos bastardos' o 'Érase una vez en... Hollywood', pero esta vez sin Tarantino. Porque, segundo, dirige la película David Leitch, curtido en sagas del estilo con 'John Wick (Otro día para matar)' 'Deadpool 2', 'Fast & Furious: Hobbs & Shaw'. Como curiosidad y contrapunto, Leitch también ha firmado algún que otro videoclip de Céline Dion. Nada que objetar. Tercero: 'Bullet Train' ha reunido a un reparto coral de caras semiconocidas —de esas que aseguras haber visto pero no llevan nombre aparejado— como las de Joey King ('Expediente Warren'), Aaron Taylor-Johnson ('Kick-Ass') y Brian Tyree Henry ('Spider-Man: un nuevo universo'). También hay un reparto coral increíble de estrellas de acción japonesas, como Hiroyuki Sanada ('Mortal Combat'). Y una estrella del reguetón, Bad Bunny, interpretando a un narco. Y varios cameos muy famosos.

placeholder Joey King es El Príncipe, una joven con muy pocos escrúpulos. (Sony)
Joey King es El Príncipe, una joven con muy pocos escrúpulos. (Sony)

Pero Pitt es el que lleva el mayor peso sobre sus hombros. Pitt, con ese equilibrio entre el gracioso bobalicón, antihéroe de acción y 'sex symbol' a su pesar —caracterizado con un gorro de pescador, unas gafas de pasta y unos estilismos estridentes—, llena la pantalla con el personaje de Mariquita —nombre en clave—, un cazarrecompensas que tiene como misión hacerse con un maletín plateado que se encuentra escondido en algún vagón de un tren de alta velocidad que recorre la línea Tokio-Kioto. Obsesionado con su mala suerte y su torpeza, Mariquita se sorprende de haber resuelto su encargo con pasmosa facilidad. Hasta que repara en que, dentro del convoy, también viajan algunas caras conocidas y enemigas de otros encargos anteriores. Y todos ellos buscan el misterioso maletín.

Por un lado, hay una pareja de matones gemelos, uno blanco y uno negro, que han prometido al mafioso más cruel jamás visto, la Muerte Blanca, entregarle el maletín y a su hijo, que viaja en el tren, sano y salvo. Son Mandarina (Taylor-Johynson) y Limón (Henry), una especie Hernández y Fernández si su creador hubiese sido Guy Ritchie. Trajes de tweed, acento británico perfectamente engolado, humor por repetición —aunque repetir un chiste muchas veces puede resultar muy pesado y ortopédico— y una brutalidad despreocupada, como de arrancarse un padrastro con los dientes. Por otro, un padre en apuros (Andrew Koji) y su propio padre (Sanada), una joven sin escrúpulos vestida como una fantasía 'anime' chiclosa (King), muchos pandilleros de la yakuza, un narco en busca de venganza (Bad Bunny) y algún que otro personaje que se revela a mitad de trayecto y que forma parte de un complicado entramado que desemboca inevitablemente en la misma persona: la Muerte Blanca. De la que todo el mundo habla, pero a la que casi nadie —ni el espectador— conoce.

placeholder Brian Tyree Henry y Aaron Taylor-Johnson son, aunque no lo parezcan, como Hernández y Fernández. (Sony)
Brian Tyree Henry y Aaron Taylor-Johnson son, aunque no lo parezcan, como Hernández y Fernández. (Sony)

'Bullet Train' no es una bala, es una metralleta. La película se apropia de la narrativa rápida y brusca del anime, de la estética manga, de los anuncios japoneses que llevan a cerebro al borde del ataque epiléptico. Neones, voces chillonas, muñecos gigantes. Como en las películas de yakuzas, la acción está tan pasada de revoluciones y hay tantos personajes que, en un punto, no hay que ofrecer resistencia. Hay que dejarse llevar por una rave de estímulos visuales y sonoros en los que lo único que importa es el maletín. Mientras tanto, a disfrutar de la montaña rusa. O de la ruleta rusa.

Sin embargo, al igual que ocurre en 'Deadpool 2', hay algo en la resolución de Leitch de la comedia que resulta encorsetado, excesivamente preparado, poco fluido. El planteamiento es ingenioso, los personajes funcionan, pero hay algo que no acaba de cuajar. Por el contrario, Leitch demuestra su capacidad para imaginar coreografías y peleas, su manejo del espacio y del tempo y su ingenio para la sorpresa. El director aprovecha al máximo las limitaciones espaciales y convierte el tren en un laberinto de ida y vuelta en el que en cada resquicio, cada puerta, puede esconderse un peligro nuevo. Pero hay una sensación constante de imitación, de una personalidad pastiche en la que se mezclan Ritchie y Tarantino, sin una lectura más allá del puro entretenimiento. Parece que el director busca más epatar con sus cabriolas en la puesta en escena y el montaje que dar espacio a unos actores que intentan hacerse hueco a codazos por nuestra atención.

placeholder Bad Bunny vuelve a ser un narco en este tren bala japonés. (Sony)
Bad Bunny vuelve a ser un narco en este tren bala japonés. (Sony)

Ya sea por falta de generosidad o por no haber encontrado una voz propia o por mero instinto de supervivencia dentro de un proyecto de tales proporciones en las que, probablemente, el director sea el que menos tenga qué decir, 'Bullet Train' viaja a toda velocidad para quedarse, lamentablemente, a medio camino.

'Bullet Train', traducida en España como 'Pánico en el Tokio Express', es una película japonesa de 1975 en la que los pasajeros de un 'shinkansen' —tren de alta velocidad— que recorre la línea Tokio-Hakata descubren que, si el velocímetro baja de los 80 kilómetros por hora, una bomba explotará en su interior. Suena a que 'Speed', el éxito noventero que unió a Sandra Bullock y Keanu Reeves, tiene alguna deuda pendiente. Paradójicamente, esta 'Bullet Train' que llega a las salas de cine este 5 de agosto, no es exactamente un remake de aquella, sino que adapta una novela más contemporánea, 'MariaBeetle' (2010), del escritor japonés Kōtarō Isaka, una historia de sicarios y cazarrecompensas ultraviolenta y llena de humor sangriento que se tradujo por primera vez al inglés el año pasado. En una industria del entretenimiento dominada por el 'remake', la adaptación​ y el homenaje y el guiño, resulta más complejo trazar la denominación de origen. El autor acabaremos siendo un poco todos.

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