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'Pequeños milagros en Peckham Street': de cómo solucionar (o no) que un gato se quede atascado en una pared
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'Pequeños milagros en Peckham Street': de cómo solucionar (o no) que un gato se quede atascado en una pared

Las directoras Vesela Kazakova y Mina Mileva aportan una mirada diferente a esta comedia dramática sobre la convivencia multicultural en el Londres del Brexit

Foto: Imagen de 'Pequeños milagros en Peckham Street'.
Imagen de 'Pequeños milagros en Peckham Street'.

Que el título en español no lleve a engaños. El tono del primer largometraje de ficción rodado en Londres por las cineastas búlgaras Vesela Kazakova y Mina Mileva poco tiene que ver con la comedia costumbrista de buenos sentimientos que hace presagiar ese 'Pequeños milagros en Peckham Street'. El nombre original, 'Cat in the wall', no solo encuentra su justificación literal a lo largo de la trama, sino que también evoca imágenes más metafóricas como la tradición ancestral en algunos lugares de Europa de colocar un gato disecado entre las paredes de una nueva casa como amuleto contra los malos augurios...

Porque la cuestión del hogar es clave en esta comedia dramática sobre la Gran Bretaña del Brexit que se distancia de miradas más tibias o paternalistas a cuestiones como la convivencia multicultural o el derecho a la vivienda. La película gira en torno a Irina (Irina Atanasova), una londinense de origen búlgaro que vive en su piso de propiedad en un edificio probablemente construido a mitades del siglo XX con el fin de garantizar la vivienda social. La protagonista reside en la capital inglesa desde hace unos años junto a su hijo pequeño Jodo (Orlin Asenov) y su hermano Vladimir (Angel Genov). Ella intenta reanudar su carrera como arquitecta a base de presentarse a diferentes proyectos, pero tiene que trabajar en un bar para garantizarse el sustento. Su hermano es un profesor de historia que comprueba como un gran expediente académico no garantiza conseguir un empleo. Curra en negro junto a otros colegas instalando antenas y le echa una mano a Irina en el cuidado de Jodo. Aunque habitan en un barrio obrero de toda la vida, la zona lleva unos años víctima de la gentrificación, un proceso sobre el que Irina y Vladimir sostienen opiniones diferentes. También en el edificio en que viven se está llevando a cabo una renovación de todas las ventanas. Pero, ¿los propietarios se pueden permitir pagar las obras? ¿Por qué no contribuyen a la derrama las familias que todavía residen allí subsidiadas? ¿Es realmente necesaria la reforma? ¿Por qué no les avisaron de estos abultados gastos extras cuando adquirieron el piso?

El otro protagonista de 'Pequeños milagros en Peckham Street' es Goldie, un gato en apariencia extraviado que Irina y los suyos acogen en el apartamento. Hasta que otra familia del edificio lo reclama como suyo. Lo que debería haber sido un intercambio fácil acaba en una encendida discusión entre los dos grupos de vecinos y con Goldie metido en un hueco en la pared de la cocina de donde parece imposible hacerle salir. El felino ha abierto la caja de los truenos de los conflictos que enfrontan a los diferentes habitantes de la vivienda...

Dos cineastas de un antiguo país comunista retratan la crisis del estado de bienestar en esa Europa siempre dispuesta a dar lecciones

'Pequeños milagros en Peckham Street' se mueve por el territorio conocido del realismo social en su retrato de las mutaciones en el paisaje demográfico en uno de esos edificios de protección oficial tan identificables por los pasillos exteriores que comunican las viviendas. Pero las directoras aportan una mirada diferente a este género tan típicamente británico a través de su protagonista. Resulta muy oportuno contemplar como dos cineastas procedentes de un antiguo país comunista retratan la crisis del estado del bienestar en esa Europa siempre dispuesta a dar lecciones a sus vecinos. Aquí los personajes exponen cuestiones incómodas sin que la película por otro lado pretenda darles la razón.

placeholder Golden, el gato protagonista de 'Pequeños milagros en Peckham Street'. (Surtsey Films)
Golden, el gato protagonista de 'Pequeños milagros en Peckham Street'. (Surtsey Films)

Porque el filme se sitúa en Londres, pero podría hablar de cualquier ciudad de Europa occidental donde la vivienda ha dejado de ser un derecho para convertirse en un lujo, en que la complejidad del tejido social y multicultural no puede reducirse a eslóganes políticos o identitarios fáciles ni armonizarse a base solo de buenos deseos, y en que buena parte de la población se siente abandonada por las instituciones que deberían protegerla.

La película encuentra algunos de sus mejores momentos en la observación atenta de la vida cotidiana de sus protagonistas

Además de contar con un insólito punto de humor absurdo, 'Pequeños milagros en Beckham Street' también se beneficia de la formación en el documental de sus directoras. La película encuentra algunos de sus mejores momentos en la observación atenta de la vida cotidiana de sus protagonistas tanto dentro como fuera de la casa, y capta la configuración diversa en todos los sentidos de los residentes en el inmueble donde tiene lugar la trama. En una de las secuencias clave, la película se detiene a escuchar las diferentes opiniones del grupo de propietarios sobre el Brexit. Aunque Irina tenga un punto de vista claro y contundente sobre diferentes cuestiones, la película también la muestra y la acompaña mientras se acerca a esos otros inquilinos con quien no coincide y acaba conociéndoles mejor. El filme, sin embargo, concluye con una nota poco optimista sobre ese absurdo cotidiano que irrumpe en tu vida en cualquier momento y te la trastoca para siempre.

placeholder Fotograma de 'Pequeños milagros de Peckham Street'. (Surtsey Films)
Fotograma de 'Pequeños milagros de Peckham Street'. (Surtsey Films)

Antes de esta ficción rodada en Gran Bretaña, Vesela Kazakova y Mina Mileva habían confrontado en un par de documentales, 'Uncle Tony, Three Fools and the Secret Service' (2015) y 'The Beast is Still Alive' (2016), la vertiente más oscura del régimen comunista en Bulgaria, donde todavía es tabú la memoria histórica sobre aquellos años. Tras 'Pequeños milagros en Beckham Street', las directoras han regresado a su país de origen para rodar 'Women do cry', presentada en la sección Un certain regard del reciente Festival de Cannes, y donde en este caso ponen en evidencia desde su desparpajo habitual las dinámicas machistas presentes en el país a partir de las situaciones que experimentan diferentes personajes femeninos. Entre los méritos de su nuevo filme se encuentra haber fichado como protagonista a Maria Bakalova, la actriz que fue nominada al Oscar por su participación en la segunda entrega de 'Borat', antes de que se Sacha Baron Cohen la descubriera.

Foto: 'El escuadrón suicida'. (Warner Bros)
Foto: Regina Casé en un momento de 'Tres veranos'. (Elamedia)

Que el título en español no lleve a engaños. El tono del primer largometraje de ficción rodado en Londres por las cineastas búlgaras Vesela Kazakova y Mina Mileva poco tiene que ver con la comedia costumbrista de buenos sentimientos que hace presagiar ese 'Pequeños milagros en Peckham Street'. El nombre original, 'Cat in the wall', no solo encuentra su justificación literal a lo largo de la trama, sino que también evoca imágenes más metafóricas como la tradición ancestral en algunos lugares de Europa de colocar un gato disecado entre las paredes de una nueva casa como amuleto contra los malos augurios...

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