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Muere Bernardo Bertolucci, el último gran maestro del cine italiano
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a los 77 años

Muere Bernardo Bertolucci, el último gran maestro del cine italiano

Poeta, productor, guionista y director estaba considerado el último 'gran maestro' italiano al firmar grandes obras maestras como 'El último emperador' con la que ganó el Oscar en 1987

Foto: El director italiano Bernardo Bertolucci. (Reuters)
El director italiano Bernardo Bertolucci. (Reuters)

Fue quizás el último "poeta de la imagen", dueño de un universo estético absolutamente propio pero también preso de un riguroso catálogo de obsesiones. Su poderosa voluntad de estilo, su extraordinaria capacidad narrativa, su búsqueda permanente de la seducción del espectador hicieron del cineasta italiano Bernardo Bertolucci uno de los último grandes maestros del cine italiano y universal. El director de películas como 'El último tango en París, 'Novecento o 'El último Emperador', y ganador de varios Oscar, ha fallecido hoy en Roma a los 77 años, según informaron los medios de comunicación italianos. Un largo silencio ha caracterizado sus años finales desde el estreno de 'Tú y yo' en 2012.

Entre los numerosos premios que recibió, fue galardonado con el León de Oro a la carrera en el Festival de Venecia en 2007 y la Palma de Oro honoraria en el Festival de Cannes en 2011. Con 'El último emperador' recibió el Oscar a la mejor película y al mejor guion en 1988.

Bertolucci nació en Parma (Italia) el 16 de marzo de 1941 y su destino artístico quedó de alguna forma configurado por la idiosincrasia de pertenecer a una familia de reconocidos escritores y cineastas italianos. Extraordinariamente precoz, su tránsito cinematográfico transcurre entre el cine de pelea de un airado y combativo joven a otro mucho más accesible y maduro enmarcado finalmente en el ámbito de las grandes superproducciones de la industria. Esto para algunos comentaristas supuso "una traición" pero, como explica su biógrafo Enric Alberich, en realidad Bertolucci nunca buscó la marginalidad. Lo cierto es que sus obras nunca dejaron indiferentes a público y critica, y algunas suscitaron enormes polémicas como 'El último tango en París' (1972) , la tormentosa historia de amor protagonizada por Maria Schneider y Marlon Brando que fue censurada en países como España.

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El poeta Jean Cocteau, uno de las grandes referencias intelectuales de Bertolucci -como también Renoir, el marxismo, la 'nouvelle vague' o el psicoanálisis- afirmaba que "el cine es la muerte en acción", sentencia que al director italiano le gustaba citar en las entrevistas que le hicieron a lo largo de su vida. Mostraba así su opción por un cine como captura del instante irrepetible, como ladrón del alma, como íntimo juego con la parca. La vasta cultura del director se despliega especialmente en sus primeros filmes, adaptaciones de clásicos literarios como 'Antes de la revolución' -Stendhal-, 'Partner' -Dostoievski-, 'La estrategia de la araña' -Borges-, o el conformista -Alberto Moravia. Pero su primer contacto con el celuloide ocurrió a los veinte años de la mano de Pier Paolo Pasolini, a quien asistió durante el rodaje de 'Accattone' (1961).

Su primera producción cinematográfica fue 'La cosecha estéril' (1962), poniendo así el punto de partida a una fulgurante carrera como cineasta que le ha situado entre los más importantes de la historia italiana, siembre en búsqueda del intimismo y en continuo reflexión sobre la juventud. Tras esta cinta dirigió 'Antes de la revolución' (1964) o 'El conformista' (1970), obras con las que se consagró como un director que trabajaba en la introspección de sus personajes.

Los años triunfales

Los años triunfales de Bertolucci arrancaron con una producción original como 'El último tango en París' que le dio dos nominaciones al Oscar como Mejor Director y Mejor Actor en 1973 y, en ese mismo año, también recibió otras dos nominaciones en los Globos de Oro, a la Mejor Película y al Mejor Director. No consiguió ninguno de estos galardones, pero el director ya se había alzado a la primera plana del cine internacional. Aquel hipnótico y muy polémico film, a medio camino entre el erotismo y la pornografía, fieramente nihilista y desesperanzado en el que dos desconocidos copulan en un piso de la Ciudad de la Luz surgió de una fantasía personal del director: "He deseado siempre encontrar a una mujer en un apartamento desierto, que no se sabe a quién pertenece, y hacer el amor con ella sin saber quién es, y repetir ese encuentro hasta el infinito, siempre sin saber nada. 'El último tango en París' es el desarrollo de esta obsesión muy personal".

Continuó su éxito internacional con 'Novecento' (1974-1976), dividida en dos actos, que retrata la vida campesina de la Italia de la Gran Guerra y del fascismo. Pero fue en 1987 cuando estrenó la película que le granjeó un mayor reconocimiento, 'El último emperador', reconocida por cuatro Globos de Oro y nueve premios Oscar, y que recupera la figura de Puyi, el emperador de China derrocado por la revolución de 1911. En aquel trabajo, el director italiano logra aunar dos características que parecen a priori antitéticas: por un lado su irrefrenable deseo de brindar al espectador un gran espectáculo cinematográfico y, por el otro, su irremediable opción por el intimismo. Así, aquella gran superproducción tal vez fue, paradójicamente, su obra más personal. Aunque no la mejor.

En 1990 se atrevió con la muy compleja adaptación de 'El cielo protector', la extraordinaria y difícil novela de Paul Bowles y tres años después, en 1993, estrenó otra recordada producción, 'El pequeño Buda', la historia de un niño estadounidense en quien unos monjes budistas creen ver la reencarnación de uno de sus lamas. En 2003 dirigió 'Soñadores', una incrusión elos hechos del Mayo Francés que desató la polémica por su cruda representación de la sexualidad, tras la que se vio obligado a quedar postrado en silla de ruedas por un grave problema en la espalda. Su última película en 2012, 'Tú y yo', volvió a adentrarse en el universo juvenil adaptando una novela del bestseller italiano Niccolò Ammaniti.

Fue quizás el último "poeta de la imagen", dueño de un universo estético absolutamente propio pero también preso de un riguroso catálogo de obsesiones. Su poderosa voluntad de estilo, su extraordinaria capacidad narrativa, su búsqueda permanente de la seducción del espectador hicieron del cineasta italiano Bernardo Bertolucci uno de los último grandes maestros del cine italiano y universal. El director de películas como 'El último tango en París, 'Novecento o 'El último Emperador', y ganador de varios Oscar, ha fallecido hoy en Roma a los 77 años, según informaron los medios de comunicación italianos. Un largo silencio ha caracterizado sus años finales desde el estreno de 'Tú y yo' en 2012.