'Superlópez': una gran comedia españolaza (pese al patinazo de Maribel Verdú)
La adaptación del popular personaje creado por Jan funciona como una eficaz comedia de acción donde participan los grandes nombres del género en nuestro país
Superlópez nació en 1973 de la mano de Juan López Fernández, 'Jan', en el seno de la editorial Euredit, aunque no tardó en trasladarse a Bruguera, donde se convirtió en una de sus referencias más populares. El personaje se creó con el objetivo de parodiar a los superhéroes norteamericanos, pero Jan, con la colaboración en algunos casos de Efepé en los guiones, acabó otorgándole una identidad que iba más allá del gag burlón. Ahora aterriza en nuestras pantallas la esperada adaptación cinematográfica de este protagonista clave de la historia de los tebeos en España. Un proyecto que hace tiempo que corría por las mesas de los productores pero que ha costado poner en marcha debido a las dificultades financieras y de producción que supone sacar adelante un filme sobre superhéroes en nuestro país.
Para jugar sobre seguro, los responsables del filme han contratado a una especie de 'dream team' de la comedia española. Detrás de la cámara, Javier Ruiz Caldera, que ya había llevado a la gran pantalla a otro héroe de tebeo, 'Anacleto, agente secreto'. El director catalán forma parte de esa generación de cineastas que han bebido del cine popular de Hollywood como principal influencia, hasta el punto de adaptar de forma natural los códigos de la comedia estadounidense contemporánea a la idiosincrasia española. Todo ello sin perder de vista las distancias entre ambas culturas, que de alguna forma u otra se ponen en evidencia en las propias películas. La esencia de 'Superlópez', de hecho, tiene mucho que ver con un recurso básico de la comedia: la dislocación de un personaje que acaba fuera de su hábitat natural. En este caso, lo que no encaja es el propio concepto de superhéroe en un territorio, España, que tiene otro talante. Y esta idea rige todo el filme.
El retrato desde el humor de lo que sería una idiosincrasia típica del país corre de la mano de los guionistas de 'Ocho apellidos vascos' y 'Ocho apellidos catalanes', Borja Cobeaga y Diego San José, que subvierten el tono trágico habitual en los últimos 'blockbusters' de superhéroes. Como sus homólogos estadounidenses, Juan López se ve obligado a llevar una doble vida como civil. Pero el motivo que le obliga a ocultar su identidad en su caso no es tanto pasar desapercibido ante los supervillanos que buscan su destrucción sino, como le aconseja su padre, evitar destacar en un país, España, donde se celebra lo mediocre.
Así, López deviene el retrato del españolito medio, con su bigote de señor normal, su trabajo gris en una oficina, los padres siempre dispuestos a acogerlo, la novia espabilada y el amigo un tanto cuñado. Cobeaga y San José vuelven a trabajar los tópicos costumbristas que aquí identificarían el carácter español para convertirlos en motivo de chanza más cariñosa que sangrante. Su guion no adapta ningún cómic en concreto de los firmados por Jan sino que imagina todo el proceso de construcción de Superlópez desde que sus padres lo embarcan fuera del planeta Chitón hasta que se enfrenta a su primera aventura en la Tierra.
La película cuenta la historia de Superlópez desde que sus padres lo embarcan fuera de Chitón hasta que se enfrenta a su primera aventura en la Tierra
Siguiendo con el equipo de ensueño, el reparto también se ajusta a una carta a los Reyes Magos de una producción de este tipo. 'A priori', una piensa en otros actores antes que en Dani Rovira a la hora de encarnar la imagen de tipo común que representa Superlópez. Pero el protagonista de 'Ocho apellidos vascos' acaba dando bien el tipo en un registro cómico más contenido de lo que le es habitual. Alexandra Jiménez siempre es una apuesta ganadora, aquí como Luisa Lamas, el trasunto de Lois Lane. Y Julián López ejerce de contrapunto cómico como colega/jefe del protagonista.
Pedro Casablanc y Gracia Olayo también están excelentes como los padres adoptivos de Juan, en una versión más humilde aunque parecida a la que encarnaban Glenn Ford y Phyllis Thaxter en la adaptación de Richard Donner de 1978. La única integrante del reparto que patina es la habitualmente acertada Maribel Verdú. La actriz encarna aquí a Ágata Müller, la supervillana que, procedente del mismo plantea que Superlópez, va a hacer lo posible para acabar con él. Müller aparece como una mujer sofisticada y fría, pero el rol y la apariencia tan marcada del personaje encorsetan demasiado a una Verdú que estaría mejor mucho más suelta.
'Anacleto, agente secreto' ponía en evidencia que Ruiz Caldera se sentía más cómodo en el terreno de la comedia que en el de la acción. En 'Superlópez', esta distancia se ha acortado, y una de las mejores secuencias del filme es aquella en la que el personaje debe evitar un catastrófico accidente en los túneles del metro. La película sigue funcionando sobre todo como comedia hispana en torno al concepto de superhéroe. Pero, como su protagonista, también sabe ajustarse a la realidad de los presupuestos de una producción de este tipo en España sin renunciar a que el personaje surque de forma convincente los cielos o se enfrente a una especie de 'transformer' destructor.
Superlópez nació en 1973 de la mano de Juan López Fernández, 'Jan', en el seno de la editorial Euredit, aunque no tardó en trasladarse a Bruguera, donde se convirtió en una de sus referencias más populares. El personaje se creó con el objetivo de parodiar a los superhéroes norteamericanos, pero Jan, con la colaboración en algunos casos de Efepé en los guiones, acabó otorgándole una identidad que iba más allá del gag burlón. Ahora aterriza en nuestras pantallas la esperada adaptación cinematográfica de este protagonista clave de la historia de los tebeos en España. Un proyecto que hace tiempo que corría por las mesas de los productores pero que ha costado poner en marcha debido a las dificultades financieras y de producción que supone sacar adelante un filme sobre superhéroes en nuestro país.
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