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'Millennium': a Lisbeth Salander se le acabó la gasolina
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'Millennium': a Lisbeth Salander se le acabó la gasolina

Claire Foy protagoniza 'Millennium: lo que no te mata te hace más fuerte', la cuarta entrega de la saga literaria iniciada por Stieg Larsson y continuada por David Lagercrantz

Foto: El uruguayo Fede Álvarez dirige 'Millennium: lo que no te mata te hace más fuerte'. (Sony)
El uruguayo Fede Álvarez dirige 'Millennium: lo que no te mata te hace más fuerte'. (Sony)

A Lisbeth Salander se le ha acabado la gasolina. Y las cerillas. Hacía siete años que la protagonista de la saga 'Millennium' no se paseaba por las pantallas de cine en uno de los casos más inexplicables de franquicia frustrada. 'Los hombres que no amaban a las mujeres' (2011) era, 'a priori', un proyecto perfectamente diseñado para reventar la taquilla y camelarse a la crítica y a la Academia: un 'thriller' respaldado por un 'bestseller' mundial, un director de prestigio como David Fincher, una estrella de Hollywood como protagonista (Daniel Craig) y una cara fresca y joven (Rooney Mara) que se había metido tanto en el papel como para dar pie a rumores sobre una relación director-actriz algo tóxica y siniestra. Los objetivos se cumplieron a medias: la película consiguió un Oscar al mejor montaje —y cuatro nominaciones más, incluida la de mejor actriz— y una taquilla mundial de 200 millones de euros que, aunque fue más pobre de lo esperado, casi triplicó el presupuesto. Sin embargo, el que iba a ser el primer título de una trilogía se quedó descolgado a pesar de que Sony ya había empezado a desarrollar las secuelas, que en teoría iban a rodarse al mismo tiempo para poder fijar el estreno en 2013. Pero algo se enquistó. Fincher se centró en la adaptación de 'Perdida' (2014) y Mara rodó hasta cuatro películas por año, con una segunda nominación al Oscar por 'Carol' (2015) incluida.

En 2015, David Lagercrantz publicó la cuarta entrega de la saga escrita por Stieg Larsson, fallecido en 2004. 'Lo que no te mata te hace más fuerte' era una continuación apócrifa, pero al menos era una continuación y una posibilidad de reactivar el proyecto paralizado años atrás. 'The Hollywood Reporter' habló incluso de una película que aunase el segundo y el tercer título de la trilogía de Larsson y una adaptación de la novela de Lagercrantz como cierre de la trilogía fílmica. Algo que tampoco sucedió. Fincher, al parecer, quedaba fuera de la ecuación por motivos de presupuesto. El guionista Steven Zaillian, que ya había acabado el guion de una hipotética segunda parte, también; ahora tiene pendiente de estreno la última película de Scorsese, 'The Irishman'.

Al final, el proyecto acabó en manos del uruguayo Fede Álvarez, que en 2013 había dirigido el 'remake' de 'Posesión infernal'. Ante la imposibilidad de rodar las dos entregas faltantes, Álvarez se planteó la adaptación de la cuarta novela de la saga como un 'reboot', es decir, una película independiente de la anterior, con un reparto diferente y una propuesta autónoma. La 'reina' Claire Foy, la actriz británica del momento en Hollywood, pasaba a ser la tercera encarnación de Salander después de la sueca Noomi Rapace y de Rooney Mara. Y cumple, pero por su físico, por la dulzura de su mirada —por mucho que intente endurecerla—, la Salander de Foy tiene una calidez mucho más humana que las previas, más alienígenas, más extrañas.

placeholder Claire Foy es Lisbeth Salander en 'Millennium: lo que no te mata te hace más fuerte'. (Sony)
Claire Foy es Lisbeth Salander en 'Millennium: lo que no te mata te hace más fuerte'. (Sony)

'Lo que no te mata te hace más fuerte' es, en todos los sentidos, una versión más pobre y barata que el 'Millennium' de Fincher. Por mucho que Álvarez se empeñe en crear imágenes indelebles, su mano no es la del director de 'Mindhunter' y no consigue recrear la atmósfera envolvente de la película de 2011. Ni lo pretende, porque el cine del uruguayo es mucho más directo, más obvio y tosco que el del estadounidense. Tampoco ayuda un guion repleto de contradicciones, agujeros salvados vía 'deus ex machina' tecnológicos y diálogos grandilocuentes en la forma pero vacíos en el contenido. Que un 'gadget' supernovedoso sea la salida a una situación crítica una vez, sobre todo cuando la protagonista es una 'hacker', es necesario. Que tal cosa ocurra en dos, tres, cuatro escenas es pereza.

El 'reboot' de 'Millennium' sirve también para intentar explicar a Salander, al adentrarse en una infancia marcada por los abusos

El 'reboot' de 'Millennium' sirve también para intentar explicar a Salander, al adentrarse en una infancia marcada por los abusos de un padre sádico (Mikael Persbrandt), cabecilla de una organización criminal, del que escapó cuando era una niña pequeña, dejando a su hermana Camilla (Sylvia Hoeks) atrás. Desde la primera secuencia queda demostrado el gusto del director por la grandilocuencia, incluso si esta contradice las leyes de la física.

placeholder Otro momento de 'Lo que no te mata te hace más fuerte'. (Sony)
Otro momento de 'Lo que no te mata te hace más fuerte'. (Sony)

La película de Álvarez es una concatenación de persecuciones a pie, en moto y en coche, y de explosiones, tiroteos y 'hackeos' a cualquier tipo de aparato tecnológico salpicada de una trama escueta y endeble: el científico Frans Balder (Stephen Merchant, en uno de sus pocos papeles dramáticos) se pone en contacto con Salander para recuperar un archivo que contiene un programa que puede infiltrarse y controlar los sistemas de misiles de cualquier país del mundo. Por un lado, un grupo criminal conocido como la Sociedad de las Arañas anda detrás del trabajo de Balder. Por otro, la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos no quiere devolverle el archivo, pero tampoco puede acceder a él al no conocer las claves. Así que Balder viaja a Suecia junto a su hijo autista August (Christopher Convery) y contacta con la 'hacker' experta. Pero el plan se tuerce a medio camino y, durante toda la película, el objetivo de Salander no es más que enmendar su error.

Si los guionistas hubieran fulminado al personaje de Mikael Blomkvist, apenas variaría la trama

Y si en las anteriores películas el periodista Mikael Blomkvist (en esta ocasión, Sverrir Gudnason) era una pieza fundamental y protagonista, en 'Lo que no te mata te hace más fuerte' es apenas un esbozo, un personaje anodino e inservible: si los guionistas —Jay Basu ('Monsters: el continente oscuro', 2014), Steven Knight ('Locke', 2013; 'El caso Fischer', 2014) y el propio Álvarez— hubiesen fulminado a Blomkvist en su primera escena, la trama de la película apenas se vería alterada. Se excusa Álvarez en el intento de subvertir los roles de género en el cine de acción estadounidense y de subrayar el poco cuidado con el que la industria trata los papeles femeninos, habitualmente de compinche secundario, pero repetir los errores del cine tradicional no deja de ser un error.

placeholder Cartel de 'Millennium: lo que no te mata te hace más fuerte'.
Cartel de 'Millennium: lo que no te mata te hace más fuerte'.

Quien esperase encontrarse algo parecido a la primera entrega, que desista. Ni el género, ni la aproximación a la historia ni los objetivos de 'Lo que no te mata te hace más fuerte' son los mismos. Es una cinta de acción entretenida que no se preocupa demasiado por la coherencia interna —unas ruinas en medio de la nieve no son el escondite ideal, y menos si vas en chaquetilla— ni por crear suspense. Álvarez hace un cine mucho más efectista y tramposo, apoyado en carreras de cochazos, donde todo el mundo es un francotirador nato y en el que la trama es tan accesoria —salvo la parte de la historia familiar de Salander— que queda perfectamente resumida en una secuencia final —esta vez sí— perfectamente elocuente: la pantalla de un ordenador en la que Blomkvist borra de fin a principio todo lo escrito sobre Salander. Blomkvist se queda igual. Y el espectador también.

Foto: 'Maquia'.
Foto: 'Tu hijo'.

A Lisbeth Salander se le ha acabado la gasolina. Y las cerillas. Hacía siete años que la protagonista de la saga 'Millennium' no se paseaba por las pantallas de cine en uno de los casos más inexplicables de franquicia frustrada. 'Los hombres que no amaban a las mujeres' (2011) era, 'a priori', un proyecto perfectamente diseñado para reventar la taquilla y camelarse a la crítica y a la Academia: un 'thriller' respaldado por un 'bestseller' mundial, un director de prestigio como David Fincher, una estrella de Hollywood como protagonista (Daniel Craig) y una cara fresca y joven (Rooney Mara) que se había metido tanto en el papel como para dar pie a rumores sobre una relación director-actriz algo tóxica y siniestra. Los objetivos se cumplieron a medias: la película consiguió un Oscar al mejor montaje —y cuatro nominaciones más, incluida la de mejor actriz— y una taquilla mundial de 200 millones de euros que, aunque fue más pobre de lo esperado, casi triplicó el presupuesto. Sin embargo, el que iba a ser el primer título de una trilogía se quedó descolgado a pesar de que Sony ya había empezado a desarrollar las secuelas, que en teoría iban a rodarse al mismo tiempo para poder fijar el estreno en 2013. Pero algo se enquistó. Fincher se centró en la adaptación de 'Perdida' (2014) y Mara rodó hasta cuatro películas por año, con una segunda nominación al Oscar por 'Carol' (2015) incluida.

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