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'Vuelta a casa de mi madre': otra comedia francesa para las navidades
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'Vuelta a casa de mi madre': otra comedia francesa para las navidades

Josiane Balasko y Alexandra Lamy protagonizan la última película de Eric Lavaine, que cubre el cupo de comedia francesa dentro de la cartelera navideña

Foto: Josiane Balasko y Alexandra Lamy en 'Vuelta a casa de mi madre'
Josiane Balasko y Alexandra Lamy en 'Vuelta a casa de mi madre'

En 2011 fue 'The Artist'. En 2012, 'El chef, la receta de la felicidad'. En 2014, 'Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?'. Y en 2015, 'Papá o mamá'. La comedia francesa se ha abonado en España a la cartelera navideña y, este 2016, para no faltar a la tradición anual, se estrena 'Vuelta a casa de mi madre', una 'dramedia' para toda la familia y que, precisamente, tira de la familia como material cómico: la rivalidad entre hermanos, las herencias, las diferencias generacionales y los secretos de mamá como base para encontrar el humor en el fondo de la calamidad. Una película que nace de la misma raíz que éxitos como 'Intocable' -la gracia basada en dos mundos diferentes que colisionan, una leve mirada social y un final con enseñanza moral y mensaje reconciliador-, pero que acaba perdiéndose por el camino.

Tráiler de 'Vuelta a casa de mi madre'

Stéphanie (Alexandra Lamy) es una arquitecta de cuarenta años, divorciada y que, además, acaba de perder a su socia (Cécile Rebboah), su empresa y hasta el último céntimo que tenía ahorrado. Sin trabajo y sin blanca, no le queda otra que hacer sus pesadillas realidad y mudarse de vuelta a casa de su madre, Jacqueline (Josiane Balasko), e intentar reconstruir su vida desde el cuarto de los trastos. Un reflejo habitacional de una Europa en crisis en la que, pasada cierta edad, es difícil reengancharse al mercado laboral y en la que una empresa -sobre todo en el sector de la construcción- puede desintegrarse de la noche a la mañana relegando al trabajador perfectamente capacitado a un papel de mero utensilio desfasado o, en el mejor de los casos, de 'retro-adolescente' dependiente del apoyo familiar y aspirante a puestos muy por debajo de sus cualificaciones.

placeholder Alexandra Lamy y Josiane Balasko como hija y madre en 'Vuelta a casa de mi madre'
Alexandra Lamy y Josiane Balasko como hija y madre en 'Vuelta a casa de mi madre'

Eric Lavaine -director y guionista de 'Poltergay' (2006) o 'Barbacoa de amigos' (2014)- aprovecha el potencial reversible de una situación dramática y la vis cómica de sus actrices protagonistas para firmar un film entretenido, cimentado en las situaciones equívocas, los juegos de palabras -que lamentablemente se pierden en el doblaje- y los malentendidos intergeneracionales. Aun así, el guión -co-escrito de nuevo junto a Héctor Cabello Reyes- se desinfla progresivamente hasta tocar fondo con una resolución inverosímil y descuidado que confía en que el pensamiento mágico del espectador como solución a todos los problemas

Tras una premisa interesante y gracias a un reparto bien seleccionado, Lavaine refina unos clichés universales para desarrollar situaciones absurdas y risibles a la vez que intenta diseccionar la sociedad francesa a través de Stéphanie y sus hermanos: el tiburón adinerado y liberal que vive a todo lujo y está desconectado de la realidad social que lo rodea, la mujer moderna perteneciente a la clase media acomodada y casada con un empresario modesto hecho a sí mismo, y por último, la profesional liberal degradada que ha visto reducido su nivel de vida y su proyección laboral hasta el mínimo. Y en sus peleas y diatribas subyace el reflejo de una nueva lucha de clases reinventada en el contexto posterior a la crisis, una temática que se va haciendo cada vez más presente en la creación francesa y cuyo ejemplo editorial encontramos en 'Vernon Subutex' de Virginie Despentes.

Lavaine refina unos clichés universales para desarrollar situaciones risibles a la vez que disecciona la sociedad francesa a través de Stéphanie y sus hermanos

Sin embargo, a diferencia de la acidez y la ironía estilo Despentes, Lavaine recurre a un humor blanco y blando, muchas veces previsible y con el que es fácil identificarse. Pero el gran hallazgo de la película es Josiane Balasko en el papel de madre entrañable, risueña y abnegada con sus polluelos, que recurre a una fingida candidez de cara a sus hijos para salirse -casi- siempre con la suya. Si para un hijo adulto volver a casa de sus padres es lo más cercano a una película de terror bélica, para una madre que ya se ha librado hace tiempo de las reponsabilidades maternofiliales y que disfruta de las relaciones sociales tiene que ser, cuanto menos, un coñazo. Y, sobre todo, cuando tienes un lío con el vecino de arriba del que no quieres que se enteren tus hijos.

placeholder La familia reunida
La familia reunida

Porque la modernidad no viene con el manual de instrucciones del router -la escena de Stéphanie intentando abrirle una cuenta de correo a su madre tiene su gracia-, al final Jacqueline demostrará ser en muchos aspectos más liberal que sus hijos, rápidamente escandalizados por la idea de que su madre siga llevando una vida amorosa -y sexualmente- activa. Porque Jacqueline tampoco es un trasto desfasado.

placeholder Cartel de 'Vuelta a casa de mi madre'
Cartel de 'Vuelta a casa de mi madre'

Finalmente, 'Vuelta a casa de mi madre' es un canto a la familia, a la unidad a pesar de las diferencias y, sobre todo, al coraje de una madre que haría cualquier cosa por su 'camada' y a la que, muchas veces, no se le reconoce el esfuerzo. Un canto a esa red de seguridad propia de las culturas latinas con la que, a pesar de todo, siempre es más fácil caer en blando. 'Vuelta a casa de mi madre' es, sin duda, ese prototipo de comedia francesa exportable, de entretenimiento benigno, con un buen reparto, una puesta en escena naturalista, una premisa constumbrista, un leve guiño transgresor y una idiosincrasia fácilmente entendible que, con un guión algo más cuidado, podría haber aprovechado mejor sus posibilidades.

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Eulàlia Iglesias

En 2011 fue 'The Artist'. En 2012, 'El chef, la receta de la felicidad'. En 2014, 'Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?'. Y en 2015, 'Papá o mamá'. La comedia francesa se ha abonado en España a la cartelera navideña y, este 2016, para no faltar a la tradición anual, se estrena 'Vuelta a casa de mi madre', una 'dramedia' para toda la familia y que, precisamente, tira de la familia como material cómico: la rivalidad entre hermanos, las herencias, las diferencias generacionales y los secretos de mamá como base para encontrar el humor en el fondo de la calamidad. Una película que nace de la misma raíz que éxitos como 'Intocable' -la gracia basada en dos mundos diferentes que colisionan, una leve mirada social y un final con enseñanza moral y mensaje reconciliador-, pero que acaba perdiéndose por el camino.

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