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Patrick Ness: "Bayona está lleno de ideas; me he sentido muy afortunado"
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estreno el viernes 7 de octubre

Patrick Ness: "Bayona está lleno de ideas; me he sentido muy afortunado"

El escritor estadounidense firma el libro y el guión en el que se basa la última película de Juan Antonio Bayona, 'Un monstruo viene a verme'

Foto: Patrick Ness, autor de 'Un monstruo viene a verme'
Patrick Ness, autor de 'Un monstruo viene a verme'

Cuando Siobhán Dowd supo que iba a morir -por culpa del maldito cáncer- decidió que iba a escribir sobre ello. Su quinto libro se llamaría 'Un monstruo viene a verme' y trataría sobre un niño, Conor, que tiene que enfrentarse a la enfermedad de su madre -Lily- y que, por las noches, recibe la visita de un monstruo con forma de árbol que, a través de las historias que le cuenta, le ayuda a asimilar la dura realidad. Un cuento que podía ayudar a los niños a entender y enfrentarse a situaciones como la suya.

placeholder Portada de 'Un monstruo viene a verme'
Portada de 'Un monstruo viene a verme'

En los dos años que llevaba como novelista publicada Dowd había ganado múltiples premios y había conseguido hacerse un nombre dentro de la literatura juvenil. Pero la muerte le llegó demasiado pronto y la pilló desprevenida; dos de sus libros póstumos estaban preparados para ser publicados y Conor, Lily y el árbol parlante eran tan sólo un pequeño boceto.

Nueve años después de su muerte, Conor, Lily y el árbol parlante no sólo son los protagonistas del libro 'Un monstruo viene a verme', sino que también se han convertido en personajes de carne y hueso -y madera- de la mano de Juan Antonio Bayona, en la que se ha postulado para convertirse en una de las películas más taquilleras del año. Y todo gracias a la pluma de Patrick Ness, escritor estadounidense de novelas juveniles, quien recogió el testigo de Dowd y convirtió su legado en novela, novela ilustrada -con el pincel de Jim Kay- y, finalmente, en un guión. Y este viernes 7 de octubre, el regalo de la escritora irlandesa a Ness, en primera instancia, y a los jóvenes lectores, después, llegará a las pantallas de los cines españoles.

Aprovechando la proyección de 'Un monstruo viene a verme' en la 64 edición del Festival de Cine de San Sebastián, Ness se dio una vuelta por la capital vasca y habló de su trabajo como escritor, guionista y padre putativo de Conor.

Tráiler de 'Un monstruo viene a verme'

PREGUNTA. ¿Cómo llegó a sus manos el manuscrito de Dowd, lo que se acabaría convirtiendo en 'Un monstruo viene a verme'?

R. Yo la conocía como escritora, autora de libros maravillosos, y porque mi primer libro para niños coincidió en muchas listas de premios con su libro 'Bog Child'. Cuando oí hablar de ella, lamentablemente, ya había muerto. Nunca la conocí, y eso es algo de lo que me arrepiento. Por otro lado, también compartíamos editor. Siobhán realmente esperaba poder escribir 'Un monstruo viene a verme', pero murió antes de lo que tenía previsto, algo muy, muy trágico. Su editor contactó conmigo -y eso que yo no era la elección más obvia-, pero creo que en el fondo teníamos muchas cosas en común y su obra me parecía muy interesante.

P. ¿Cómo de desarrollado estaba el material que Dowd dejó preparado y con el que se topó usted?

R. Tenía un primer capítulo que al final no usé, si te digo la verdad. Ella tampoco lo habría usado, porque era como un primer esquema. Ya había perfilado a Conor y Lily, la madre, y la figura del árbol, del que ya tenía la idea de que iba a contar historias. Y eso era todo. Parece poco, pero era lo suficientemente potente como para empezar a atraer otras ideas. Me sugirió, por ejemplo, la idea de Conor saliendo de una ensoñación y dándose cuenta de que había destrozado el salón de su abuela. Para mí ese sentimiento de ira es sobre lo que se asienta el libro entero. Vi que había mucho poder ahí.

P. ¿Y cómo se planteó tratar un material tan sensible, tanto por contenido como por la historia que lo rodea?

R. Le dije a mi editor que me encantaría hacerlo, pero que no lo haría como lo hubiese hecho Siobhán. Sino que tenía que dejarlo crecer. No puedo hacer un homenaje o una imitación. Ella lo hubiese dejado libre. Nunca intenté escribir el libro que ella hubiese escrito, sino el libro que a ella le hubiese gustado leer. Lo veo un poco como una carrera de relevos. Ella lo empezó, me lo pasó, yo lo cogí, se lo pasé al ilustrador y ha acabado siendo una película. Un proyecto interesante y una forma de trabajar poco habitual.

"Veo el proceso un poco como una carrera de relevos. Ella lo empezó, me lo pasó, yo lo cogí, se lo pasé al ilustrador y ha acabado siendo una película".

P. Para ser un libro infantil, trata temas muy adultos...

R. También te encuentras muerte en los libros para niños. Tengo la sensación de que, cuando eres niño, esa consciencia es lo que te convierte en un adulto. Darte cuenta también de que eres complejo. Y que puedes creer en cosas opuestas. Eso es la pérdida de la inocencia. Y eso realmente pasa cuando tienes 12 ó 13 años. Si no escribes sobre eso o hablas sobre eso da la sensación como de que estás abandonando al niño y obligándolo a afrontar todo eso solo. Y es un tema un poco maduro, pero los niños tienen hambre de lecturas sobre lo que se siente en esos momentos. Los lectores más jóvenes responden a los libros de una forma muy diferente a los adultos. Los adultos lo encuentran más difícil porque tienen una trayectoria más larga de enfrentarse la pérdida. Mientras que los niños piensan: "Guay, hay alguien que ya me toma en serio".

Si miras cómo es la literatura juvenil hoy en día es bastante… sofisticada. Y si hablas con ellos… pues es como lo que le pasa a Conor: él es lo suficientemente mayor como para darse cuenta de lo que está pasando [la leucemia de su madre], pero nadie le trata como si se hubiese enterado, y eso le duele. Por eso el libro tenía que ser honesto, porque si no les estaríamos haciendo lo mismo.

P. Conor es un niño que se encuentra solo frente a la adversidad: su madre se está muriendo, su padre vive al otro lado del océano, no se lleva bien con su abuela y encima en clase los compañeros le pegan. No son de extrañar los ataques de rabia que le dan...

R. Los niños no se vuelven problemáticos por sí solos. Algo más les pasa. La figura del abusón en la película es muy interesante; Conor tiene una relación extraña con el abusón porque realmente es el único que le trata 'normal'. Es muy perverso, pero al menos le trata de forma normal, sin condescendencia. Lo que Conor ansía es tener una vida normal y que no le pregunten constantemente con pena si está bien. Una condescendencia que cuando estás pasando por una situación difícil está por todas partes. Y creo que, por eso, Conor se siente solo.

"Los adultos lo encuentran más difícil porque s3e han enfrentado más veces a la pérdida. Los niños piensan: 'Guay, hay alguien que ya me toma en serio'"

P. ¿Cómo ha acabado su libro convertido en una película?

R. Tuve muchas ofertas por parte de la industria del cine para hacerla, lo cual es genial. Muy, muy agradable, muy, muy 'cool'. Pero me sentía como que yo era el que sabía por qué y cómo el libro había funcionado. Tenía mucho miedo de que lo cambiasen. De que lo edulcorasen. De que lo hiciesen más asequible. Y no quería que eso pasase. Eso sería mentir. Así que me convencí de no vender los derechos de libro a nadie y de escribir yo mismo el guión. Y ya entonces pude empezar a hablar sobre hacer una película. No soy cineasta pero sé las cosas que siento que son importantes dentro de la historia y creo que también iban a ser importantes en el desarrollo de un guión. Así que lo hice. Y el guión atrajo a mucha gente que quería hacerlo, entre ellos Bayona. Y creo que Bayona realmente lo entendió. En concreto, tras 'El orfanato' y 'Lo imposible', que también tratan de niños intentando romper los límites, que es algo en lo que creo fervientemente, sabía que Bayona tenía ideas visuales espectaculares, e ideas sobre cómo trasladar la historia del libro a la película que me parecieron muy, muy adecuadas.

P. ¿Y cómo ha sido su proceso de trabajo con Juan Antonio Bayona? ¿Fácil o la típica relación tortuosa de guionista y director?

R. Los dos somos muy diferentes, porque soy un americano muy, muy silencioso, quizás por mis orígenes noruegos, y él es lo contrario. Y, como los opuestos funcionan, nos llevamos muy bien. Las conversaciones fueron fáciles y muy creativas. Yo soy un ferviente creyente en que las ideas no tienen ego, que pueden venir de cualquier sitio. Al igual que él. Y lo hablábamos todo, todo. Y todo el mundo podía aportar ideas y se acababan escogiendo las mejores. Y eso es genial. Bayona está lleno de ideas, así que el proceso fue muy fácil: nos sentamos ahí y con la productora Belén Atienza y todos dábamos ideas sobre una cosa u otra. Me he sentido muy afortunado, especialmente siendo mi primer guión, de que se haya convertido en esta gran película. Porque no siempre pasa así. Ni de coña. ¡Oh, no! Bayona es muy bueno, muy inteligente.

"Bayona y yo somos muy diferentes, porque soy un americano muy, muy silencioso, y él es lo contrario. Y, como los opuestos funcionan, nos llevamos muy bien"

P. A muchos guionistas no les dejan ni pasarse por el rodaje. ¿A usted le dejaron ver algo mientras se rodaba la película?

R. Estuve en 'set' muchas, muchas, muchas veces. No soy cineasta, pero puedo asegurar que me gustaba lo que veía. Cuando miraba lo que estaban rodando veía lo que yo había deseado desde el principio.

Cuando Siobhán Dowd supo que iba a morir -por culpa del maldito cáncer- decidió que iba a escribir sobre ello. Su quinto libro se llamaría 'Un monstruo viene a verme' y trataría sobre un niño, Conor, que tiene que enfrentarse a la enfermedad de su madre -Lily- y que, por las noches, recibe la visita de un monstruo con forma de árbol que, a través de las historias que le cuenta, le ayuda a asimilar la dura realidad. Un cuento que podía ayudar a los niños a entender y enfrentarse a situaciones como la suya.

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