'Desde allá', amores prohibidos en Venezuela
El debut en el largometraje de Lorenzo Vigas, León de Oro en el pasado Festival de Venecia, explora la relación entre un hombre maduro de clase media y un chico marginal
Armando, pequeño empresario de 50 años que trabaja en su propia clínica de prótesis dentales, callejea por los barrios marginales de Caracas en busca de chicos jóvenes. Los avista, los acecha y se acerca a ellos, dinero en mano, con sus intenciones bien visibles. Una vez en su casa, no los toca. Su abuso no pasa por el contacto carnal.
Poca información se nos proporciona de Armando en'Desde allá', el primer largometraje del venezolano Lorenzo Vigas por el que consiguió el León de Oro en el Festival de Venecia 2015. A partir de una visita a su hermana adivinamos una mala relación con un padre que acaba de regresar y al que espía de manera furtiva. Por lo demás, la película se centra en la relación que establece con Elder, uno de los chicos de la calle que frecuenta. Con esta contención narrativa y cierta sobriedad estética, Vigas ahuyenta la amenaza del miserabilismo, esa tentación en la que caen muchas películas iberoamericanas destinadas a los festivales y mercados europeos por recrearse en los aspectos más sórdidos de las sociedades que retratan con la excusa de la denuncia social.
Otra mirada a Latinoamérica
Armando se nos presenta como un depredador que aprovecha la pobreza de los jóvenes de su país para satisfacer sus deseos sexuales. La perturbación que provoca el personaje se ve acentuada por el hecho de que lo encarne Alfredo Castro, un actor inmenso pero muy connotado por algunos de sus papeles en las películas de Pablo Larraín: era el muy siniestro protagonista de 'Tony Manero' y el todavía más tenebroso cura pedófilo de 'El Club'. Sin embargo, Vigas no se dedica a poner la lupa de aumento en los detalles más escabrosos de la vida de los personajes ni tampoco conduce la película por los caminos más previsibles. Aunque los protagonistas se mueven por las calles de una Caracas tan bulliciosa como depauperada, el film mantiene fuera de campo casi todo aquello que no atañe a la relación entre Armando y Elder.
Que la relación entre Armando y Elder no llegue a definirse del todo ni encaje en un molde prefabricado es uno de los mayores aciertos del film
Con una puesta en escena aséptica y distanciada, Vigas desarrolla una relación a priori de tintes pasolinianos. Quizá Armando no sea un mero depredador, ya que se deja robar y pegar por Elder sin quejarse ni denunciarlo. Quizá sea su forma abrupta, torpe, de aproximarse al chico que le interesa. La ambigüedad se instala en la relación cada vez más íntima entre el hombre mayor adinerado y el joven delincuente. La mansedumbre y aparente buena disposición de Armando propician que Elder se acerque a ese tipo que al principio le provocaba un inmenso rechazo. El odio a los padres respectivos (Elder confiesa que el suyo lo maltrataba) es unode los sentimientos que refuerza el vínculo entre ambos.
Una relación ambigua
Que la relación entre Armando y Elder no llegue a definirse del todo ni encaje en un molde prefabricado es uno de los mayores aciertos del film. 'Desde allá' muestra la homofobia que impregna la sociedad venezolana pero no la convierte en tema. Queda claro que el rechazo a Armando por parte de los jóvenes a los que acosa no proviene solo de sentirse objeto de una explotación sexual. Cuando Elder se acomoda en la relación con Armando, sus antiguos compañeros lo desprecian y su familia lo contempla con escepticismo. El joven da el paso de intentar integrar al hombre en su círculo al invitarlo a una boda familiar. Lo presenta como el tipo que le está echando una mano laboralmente. Lo que no detalla a través de las palabras, lo explicita a través del baile, cuando obliga a Armando a participar de una danza junto a él y su madre. Armando se escabulle. Al dentista no parece preocuparle la aceptación de su sexualidad y no queda claro hasta qué punto le molesta la declaración pública de su vínculo con Elder.
La extrema sutilidad narrativa y dramática de 'Desdeallá' a veces juega en contra de una película que apunta diferentes claves para ser interpretada (desde las psicológicas que ofrecería el pasado nunca concretado pero insinuado del protagonista a las sociales que se derivan de la situación en Venezuela) pero prefiere no ahondar en ninguna de ellas. Elder sufre una visible evolución desde su violento rechazo inicial a Armando hasta su progresivo acomodo a su lado. Pero el hombre maduro resulta en todo momento una incógnita, por lo que su inesperada reacción final recarga de inquietud una película que parecía haber emprendido una senda optimista. Y provee un nuevo nivel de lectura a la naturaleza depredadora y a la vez reprimida del protagonista. Cuando queda claro que la deriva de la relación entre Armando y Elder no se explica solo por ella misma, queda la sensación que se nos ha escamoteado algún indicio para que el giro final resulte más chocante.
Armando, pequeño empresario de 50 años que trabaja en su propia clínica de prótesis dentales, callejea por los barrios marginales de Caracas en busca de chicos jóvenes. Los avista, los acecha y se acerca a ellos, dinero en mano, con sus intenciones bien visibles. Una vez en su casa, no los toca. Su abuso no pasa por el contacto carnal.