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"Los hospitales están deshumanizados; al ser humano se le ve solo como enfermo"
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entrevista a thomas lilti

"Los hospitales están deshumanizados; al ser humano se le ve solo como enfermo"

El director de 'Hipócrates' homenajea a los médicos rurales en su nueva película, protagonizada por el 'intocable' François Cluzet

Foto: Thomas Lilti, director de 'Un doctor en la campiña'. Foto: Emilio Naranjo/Efe
Thomas Lilti, director de 'Un doctor en la campiña'. Foto: Emilio Naranjo/Efe

El brillo especial de la luz de Madrid obliga a Thomas Lilti a entrecerrar sus ojos moteados. Depende de la luz que les dé parecen marrones, o verdes, o grises o todo a la vez.Hace calor, pero prefiere estar al sol y aprovechar los pequeños lujos de la excedencia que le han concedido para la promoción de la película. Cuando acabe, volverá a colgarse el fonendo al cuello. Y los pasillos de un hospital no suelen ser el 'summum' de la calidez. Porque Lilti, en su esencia, también es moteado.Una rara avis. Un tres en uno. Médico yguionista ydirector. Cine y medicina. Un matrimonio interracial que curiosamente casa y gusta, aquí y en la China Popular.

Dos años después del estreno de 'Hipócrates' (2014) -nominada a siete César y ganadora de uno de ellos-, Lilti ha regresado a España para presentar 'Un doctor en la campiña', un "homenaje a los médicos rurales", profesión que el director ha experimentado en sus propias carnes. "Estuve de médico rural durante cuatro años", explica con su tono de voz ligeramente agudo, "así quehay muchos momentos en la película que son autobiográficos". En esos años, por ejemplo,“mecerraron la puerta en las narices por ser el médico sustituto y no el médico titular y meatacóun grupo de ocas al entraren una granja", recuerda.

Tráiler 'Un doctor en la campiña'

El éxito de 'Intocable'

Para su nueva película, Lilti ha contado de nuevo con Marianne Denicourt, que comparte pantalla con el 'intocable' François Cluzet, ganador del Cesar a mejor actor en 2012.La fórmula Cluzet se repite así otra vez en la película más exitosadel año en Francia . Y aunque el resultado sea, más que comedia, una 'dramedia' o un drama rural con pequeños momentos cómicos,las comparaciones surgen. ¿Siente Lilti alguna presión por intentar medirse con el éxito de 'Intocable' (2011)? No, categóricamente no."Lo que ocurrió con 'Intocable' fue algo excepcional, un fenómeno que se produce una vez cada 10 años. Nadie se compara nunca con 'Intocable'".

La nueva película de Lilti es barro hasta las rodillas, son fiestas de cowboys y paella, olor a estiércol y a lluvia y a hierba fresca y a flores

Porque 'Un doctor en la campiña' habla de otras cosas muy alejadas de los 'banlieues' parisinos. Parecen casi dos planetas distintos, aislados, que no han oído hablar jamás el uno del otro. La nueva película de Lilti es barro hasta las rodillas, son fiestas de cowboys y paella, olor a estiércol y a lluvia y a hierba fresca y a flores. Y también máquinas de rayos-X, de cuando la URSS salía en los mapas, y pacientes que tratan de usted y regalan cajas de manzanas recién recogidas. Aquí, Liltise distancia decaos urbano de 'Hipócrates', pero también de lajuventud y la despreocupación de sus protagonistas. La luz cambia y el tono también.

Ya no hay residentes recién aterrizados. Cluzet y Denicourt son Jean-Pierre y Natalie, "dos personajes maduros, con historias tras de sí"; unmédico titular y unasustituta novata que al principio tan sólo comparten "el amor por la medicina". "Son dos corazones solitarios, dos personas que han hecho una pausa en su vida sentimental". O no.

Homenaje a los médicos rurales

Un coche avanza por una carretera secundaria. Un prado a derecha. Cultivos a izquierda. Un camino a medio asfaltar que da a la puerta de una casa baja. Dentro, como de incógnito,una sala de espera. No hay señal luminosa ni un cartel ni una placa en la fachada.Y no hace falta, porque allí todo se sabe, todos se conocen.

La película "es un homenaje a los médicos rurales, paramostrar una medicina que claramente no exige conocimientos científicos punteros, sino competencias humanas. El médico rural es un psiquiatra, un asistente social, un amigo y un confidente. Yasí durante varias generaciones. El médico rural es un héroe de cine". La"medicina como artesanado" frente al hospital, una mole saturada y fría "que tiene una dimensión un poco deshumanizada de la que las personas se quejan mucho. A veces, al ser humano no se le ve como una persona, sino solo como un enfermo", lamenta Lilti.

El médico rural es un psiquiatra, un asistente social, un amigo y un confidente. Y así por generaciones. El médico rural es un héroe de cine

Y aquí el director quiere apuntar su cámarahacia un campo francés desertificado, pero no por la falta de agua, sino por la de gente. "Los médicos jóvenes se forman en un 95% en los hospitales" y luego no quieren instalarse y trabajar en el campo. Pero no sólo en la medicina, sino en cualquier ámbitoprofesional. "Y eso plantea un problema grave: ¿qué hacemos con esas personas que viven en el campo y no tienen acceso a los tratamientos, la salud y los servicios públicos?".

Desde dentro, el médico/director/guionista conoce bien los aciertos y fallos del sistema de salud francés. "En Francia el enfermo tiene derecho air donde quieraa ver al médico", pero muchas veces son personas mayores conmovilidad reducida. Y, aunque "Francia no es un país demasiado corrupto", muchas veces el interés de las administraciones por la creación de centros de salud en entornos rurales responde a "malas razones", que no son necesariamente oscuras, pero síproducto del electoralismo y una visión muy cortoplacista de los problemas. "Que construyas un centro de salud en un pueblo no significa que los médicos jóvenes vayan a venir".

Podría parecer que 'Un doctor en la campiña" es un homenaje a una figura en vías de extinción. Pero Lilti no ha querido hacer una película nostálgica. "Es una película que está en el presente", incide. Y es ciertoque "hay un deseo de colocar lamirada en la sociedad", pero también hay "un deseo de ser novelesco, de contar una historia de entretenimiento" y, sobre todo, "de divertir".

El brillo especial de la luz de Madrid obliga a Thomas Lilti a entrecerrar sus ojos moteados. Depende de la luz que les dé parecen marrones, o verdes, o grises o todo a la vez.Hace calor, pero prefiere estar al sol y aprovechar los pequeños lujos de la excedencia que le han concedido para la promoción de la película. Cuando acabe, volverá a colgarse el fonendo al cuello. Y los pasillos de un hospital no suelen ser el 'summum' de la calidez. Porque Lilti, en su esencia, también es moteado.Una rara avis. Un tres en uno. Médico yguionista ydirector. Cine y medicina. Un matrimonio interracial que curiosamente casa y gusta, aquí y en la China Popular.

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