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'Más allá de las montañas', el drama de un trío amoroso
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'Más allá de las montañas', el drama de un trío amoroso

Llega a las pantallas españolas la octava película de Jia Zhangke, considerado por parte de la cinefilia como el cineasta chino más importante de su generación

Foto: 'Más allá de las montañas'.
'Más allá de las montañas'.

Cineasta de talento incuestionable que ha convertido su carrera en una prolongada reflexión sobre la conversión de su país a la economía capitalista -y el impacto que ello ha tenido en los individuos, las familias y la sociedad en su conjunto-, Jia Zhangke es considerado por parte de la cinefilia como el cineasta chino más importante de su generación y en general como una auténtica 'rockstar', especialmente desde que ganó el León de Oro en Venecia en 2006 gracias a 'Naturaleza muerta'. Por otra parte, ni esa magnífica película ni la más reciente 'Un toque de violencia' (2013) -premio al Mejor Guion en Cannes- le han dado acceso al gran público. Y eso es algo que 'Más allá de las montañas' probablemente no logre cambiar, a pesar de que quizá sea su obra más inmediatamente accesible.

Para incidir en ese tema de cabecera y sacar sobre él conclusiones a ratos irónicas pero casi siempre lúgubres, la nueva película -la octava de su carrera, y posiblemente la más ambiciosa que ha rodado nunca- recurre a una estructura multinarrativa. En concreto, transcurre en tres tiempos distintos, cada uno rodado con un formato de imagen específico. La película arranca en 1999. Conocemos a la joven Tao, que tiene dos buenos amigos, Liangzi y Jinsheng, ambos locamente enamorados de ella. Uno trabaja en una mina y es un muerto de hambre; el otro se ha enriquecido al compás del reciente 'boom' capitalista chino, y en un momento dado compra la mina. Al final de este segmento, Tao decide casarse con el rico.

Tráiler de 'Más allá de las montañas'

Vidas miserables

En la segunda parte, la más larga de las tres y sin duda la de mayor ambición emocional, Jia traslada la acción a 2014. De nuevo la protagoniza Tao, aunque en esta ocasión la historia se centra en la relación de la mujer con su anciano padre y especialmente con su hijo, Dollar -¿quién dijo sutileza?-, cuya custodia ha perdido. En general, el objetivo esencial de este capítulo central es hacernos saber lo miserables que las vidas de los protagonistas del triángulo amoroso inicial han llegado a ser.

El episodio final salta hasta 2025, se traslada a Australia y pone el protagonismo sobre las espaldas de Dollar. Es un auténtico despropósito, y no solo por la ineptitud del actor que lo interpreta. En primer lugar, Jia espera que nos creamos la relación sentimental que el muchacho, de 18 años, empieza con su profesora cincuentona. Además, da por hecho que nos vamos a tragar que Dollar, que ha olvidado el idioma chino, no tiene otra forma de comunicarse con su padre -con el que vive- que a través de 'emails' traducidos con Google Translator. Por lo que respecta al padre, es retratado como la caricatura de un hombre prisionero de sus excesos, paseándose por su 'casoplón' rodeado de armas.

'Más allá de las montañas' acaba dando tumbos entre el estereotipado melodrama y la diatriba política

Resulta curioso que el director decida tratar el primero de los segmentos casi a modo de prólogo -es a su finalización que el título de la película aparece impreso en pantalla- y poner el foco en las consecuencias que las intrigas amorosas iniciales acarrean en los capítulos sucesivos; en realidad, es al principio que 'Más allá de las montañas' resulta dramáticamente más carnosa, más que nada porque nos presenta personajes no especialmente originales pero que al menos sugieren vidas reales y no funcionan solo a modo de moralejas andantes, como sucede después.

De hecho, ese es un problema que ha ido arrastrando a lo largo de toda su carrera: está tan preocupado del plano general que se olvida de los detalles, o tan preocupado por hacer que sus personajes sean símbolos de algo que acaba por no dotarlos ni de carne ni de hueso. Como consecuencia de ello, 'Más allá de las montañas' acaba dando tumbos entre el más estereotipado melodrama y la diatriba política torpemente explícita -vehiculada también, por ejemplo, a través del uso en varias ocasiones de la canción 'Go West!' (¡Ve al oeste!), de Pet Shop Boys- sobre el precio emocional que acarrea la diáspora china por el resto del mundo.

Cineasta de talento incuestionable que ha convertido su carrera en una prolongada reflexión sobre la conversión de su país a la economía capitalista -y el impacto que ello ha tenido en los individuos, las familias y la sociedad en su conjunto-, Jia Zhangke es considerado por parte de la cinefilia como el cineasta chino más importante de su generación y en general como una auténtica 'rockstar', especialmente desde que ganó el León de Oro en Venecia en 2006 gracias a 'Naturaleza muerta'. Por otra parte, ni esa magnífica película ni la más reciente 'Un toque de violencia' (2013) -premio al Mejor Guion en Cannes- le han dado acceso al gran público. Y eso es algo que 'Más allá de las montañas' probablemente no logre cambiar, a pesar de que quizá sea su obra más inmediatamente accesible.

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