El Depardieu más tierno encandila en Berlín

El humor más delirante llegó hoy a Berlín con 'Saint Amour', película realizada a cuatro manos por Benoît Delépine y Gustave Kervern que se presentó fuera de competición. Fue una saludable vía de escape dentro de un festival que acercándose ya a su conclusión, ha estado marcado por el drama y el peso de la Historia.

El film destaca ante todo por la potencia de sus interpretaciones, especialmente la de un Gérard Depardieu que últimamente había encarnado a personajes sórdidos o directamente desagradables, y que en esta ocasión deleita con un registro tierno. La trama se centra en dos granjeros del interior de Francia, padre (Depardieu) e hijo (Benoît Poelvoorde en estado de gracia) que asisten a una feria de agricultura en París. Desde el arranque la cinta se configura como una comedia gamberra que pretende hacer mofa de todo lo que se sitúa frente a la cámara. Sus protagonistas son dos perdedores absolutos. El progenitor, viudo y retirado, sueña con que su hijo triunfe en la vida, pero éste parece más preocupado por encauzar de una vez por todas su vida sentimental (a sus más de 40 años sigue siendo virgen) que por solidificar su carrera.

Ambos emprenden una ruta por los mejores viñedos de Francia acompañados de Mike, joven taxista de la capital, otro fracasado que alardea de triunfos ilusorios. En su viaje se entregan al alcoholismo, encuentran personajes pintorescos, descubren afectos desconocidos y sobre todo expresan con libertad sus frustraciones. Delépine y Kervern sacan punta a cada situación, tiñendo de humor absurdo el choque entre las dos caras del país: la sincera rudeza de los provincianos y la hipocresía disfrazada de elegancia de los parisinos. Una de las secuencias más conseguidas tiene lugar en un humilde motel regentado por Michel Houellebecq. El escritor interpreta a un pobre y excéntrico hostelero que duerme junto a toda su familia en el garaje de su residencia mientras las habitaciones quedan vacías a la espera de huéspedes que nunca llegan.

Una de las secuencias más conseguidas tiene lugar en un humilde motel regentado por Michel Houellebecq, un pobre y excéntrico hostelero

El film puede verse como una disección en clave cómica de Francia. En rueda de prensa Depardieu insistió en sus sentimientos nacionales: “Me siento muy ruso, también cuando estoy en el extranjero. ¿Cómo no voy a sentirme más ruso que francés con el presidente que tiene ahora Francia?”. Su desprecio hacia François Holllande contrasta con su infinita pasión por Vladimir Putin, al que volvió a elogiar: “Siento una gran admiración por él y por la población rusa”.

Aunque su desarrollo sea un tanto errático y sus recursos cómicos queden reducidos a un mismo tipo de gag, 'Saint Amour' aporta un enfoque necesario tanto de Francia como del propio Depardieu. La autoparodia siempre fue un síntoma de salud mental.

La maestría insólita de Lav Diaz

En los últimos dos días el nivel de la competición oficial ascendió a las alturas. El momento cumbre llegó con el estreno de 'A Lullaby to the Sorrowful Mystery', dirigida por el filipino Lav Diaz. Estamos ante un acontecimiento cinematográfico de gran escala, una película que combina la Historia nacional y el relato íntimo con una maestría insólita. El drama se sitúa en las Filipinas de finales del siglo XIX, tiempo en el que España todavía dominaba las islas. Jose Rizal, uno de los grandes luchadores por la libertad del país, es ejecutado por los colonizadores. Su relevo es tomado por Andrés Bonifacio, propulsor de la revolución que aspira a terminar con la opresión española.

El rastro del nuevo héroe se pierde en un lugar inhóspito, comienza a creerse que también ha sido asesinado. Su mujer busca su cuerpo en la selva, espacio mítico en el que también se dan cita una secta religiosa y otros miembros de la resistencia filipina que han terminado por traicionar su causa. Se trata de una obra monumental (su duración alcanza las 8 horas) que indaga sobre la condena eterna de todo un pueblo y sobre el sentimiento de culpa. Cercana en su concepción existencial a la literatura de Dostoievski, construida con un estilo visual y narrativo absolutamente único, A 'Lullaby to the Sorrowful Mystery' muestra con una profundidad extrema las contradicciones del ser humano.

La de Lav Diaz no es solo la película más importante del festival, sino una experiencia inolvidable que dignifica al cine

Es de agradecer el riesgo tomado por la Berlinale al poner en primer plano una película de estas características. La de Lav Diaz no es solo la película más importante del festival, sino una experiencia inolvidable que dignifica al cine.

En unas horas se conocerá la decisión del jurado presidido por Meryl Streep. Entre las favoritas para llevarse el Oso de Oro se encuentran la cinta francesa 'L’ avenir', dirigida por Mia Hansen-Løve e interpretada por Isabelle Huppert, o el documental del italiano Gianfranco Rosi, 'Fuocoammare'. Si el jurado se decanta por propuestas más originales, la genial comedia iraní 'A Dragon Arrives!' o el colosal film de Lav Diaz deberían salir como vencedoras.