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La guerra ilegal (y moral) para acabar con los narcos de Ciudad Juárez
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La guerra ilegal (y moral) para acabar con los narcos de Ciudad Juárez

El thriller de Denis Villeneuve muestra el lado oscuro de la lucha contra los traficantes de droga en la frontera entre Estados Unidos y México

Foto: Una secuencia de 'Sicario'
Una secuencia de 'Sicario'

Cuando la agente del FBI Kate Macer (Emily Blunt) irrumpe en una casa en busca de unos secuestradores no está preparada para lo que va a encontrar. En lugar de los criminales a los que perseguían, Kate y su equipo descubren docenas de cadáveres empotrados entre las paredes del edificio. Al macabro hallazgo se suma una explosión que acaba con algunos de los miembros de su grupo. Sin saberlo, Kate se ha adentrado en un territorio ajeno y hostil, el del tráfico de drogas. Y decide sumarse como voluntaria a la división comandada por el agente de la CIA Matt Graver (Josh Brolin) para descubrir a los responsables de la masacre. En su misión cuentan con la ayuda de un misterioso experto colombiano en el asunto, Alejandro Gillick (Benicio del Toro). Todos ellos se desplazan hasta el corazón de las tinieblas, Ciudad Juárez. Allí Kate se da cuenta que no comparte los mismos métodos de trabajo que sus compañeros...

'Sicario' actualiza un terreno ampliamente transitado por la ficción cinematográfica y televisiva reciente, el de la guerra contra las drogas. En este sentido, y centrándonos en dos series recientes, se sitúa más cerca de 'The Bridge' que de 'Narcos'. Como explica Graver en un momento del filme, el mundo del narcotráfico ha cambiado mucho desde los tiempos de Pablo Escobar. En pleno siglo XXI ya no se trata de combatir contra un capo que acumula todo el poder a la manera de un súper villano. Sino de enfrentarse contra una multitud de criminales que convierten la identificación y eliminación del enemigo en una tarea mucho más complicada.

Esta indefinición se convierte en una de las claves de la película, que adopta el punto de vista de Kate. Como le sucede a la agente del FBI, la mayor parte del tiempo el espectador se siente desconcertado ante una situación cuyo intríngulis no acaba de entender. Kate comprende que la guerra contra el narcotráfico se desarrolla en unos términos alejados en parte de la legalidad que ella defiende. Y que en Ciudad Juárez las buenas intenciones no ayudan a mantenerte con vida.

Por momentos, 'Sicario' se aproxima en este sentido a 'La noche más oscura' de Kathryn Bigelow, la película sobre la captura de Osama Bin Laden. Como allí, la protagonista también emprende la búsqueda de un enemigo escurridizo y casi abstracto. Y lo hace resiguiendo un proceso que a veces se nos detalla de manera tan precisa como distante. A través de la magistral cámara de Roger Deakins (el director de fotografía de confianza de los hermanos Coen), 'Sicario' presenta la zona fronteriza entre Estados Unidos y México como un paisaje árido y hostil propio de un campo de batalla ignoto en algún país lejano. De hecho, la mayor parte de la película está filmada en ese tono arenoso tan habitual en los recientes films de guerra en Oriente Medio. Los continuos planos cenitales del terreno muestran una superficie que apenas da pistas de toda la guerra subterránea que se desarrolla en su interior.

El otro gran referente de 'Sicario' es el cine de Michael Mann. Villeneuve desarrolla un thriller donde se combinan las escenas de calma tensa con las de acción rodadas con el pulso preciso. Dos de los mejores momentos del filme se plantean en este sentido: el tiroteo en medio de un atasco de tráfico en el que no queda claro quién dispara primero y el asalto a los túneles subterráneos.

Villeneuve se sitúa en una posición tan ambigua como tramposa que le permite observar con simpatía la venganza sin abandonar el punto de vista de la legalidad

Porque el cine de Denis Villeneuve se define por su gran capacidad camaleónica, lo que le permite adoptar un estilo autoral o una tendencia diferente en cada nueva obra. Este canadiense se ha ido labrando una carrera de prestigio desde que inició su carrera en el cine independiente hasta hacerse un hueco en la industria de Hollywood. Entre sus primeros filmes se encuentran títulos tan interesantes como 'Maelström' (2000), en torno a un romance atormentado, y 'Polytechnique' (2009), una historia devastadora a partir de la masacre feminicida que tuvo lugar en una Universidad de Montreal filmada bajo la influencia del Gus Van Sant de 'Elephant'. En 'Enemy' (2013), nos servía una historia enfermiza y claustrofóbica cercana a los universos de David Cronenberg y David Lynch. Mientras que 'Prisioneros' (2013) avanzaba bajo la sombra de David Fincher en su seguimiento de una investigación policial obsesiva que parecía no llegar a ninguna parte.

Los protagonistas de 'Sicario', como en parte también lo hacían los de 'Prisioneros', se definen por su postura moral ante una situación que sobrepasa los dilemas éticos cotidianos. Kate encarna a la agente defensora de los procedimientos legales a la que sus nuevos compañeros quieren utilizar como tapadera ante las autoridades para ocultar sus métodos poco ortodoxos. En su papel de Graver, Brolin da vida al típico policía veterano que ya no atiende a ninguna regla para ganar su guerra contra el crimen. Mientras que el personaje de Benicio del Toro se mueve por puros intereses personales. En este complejo ámbito de la ética de los protagonistas es donde 'Sicario', como 'Prisioneros', se adentra en arenas movedizas. A partir del personaje de Kate, íntegra pero impotente en esta lucha sin cuartel contra la droga, Villeneuve se sitúa en una posición tan ambigua como tramposa que le permite observar con simpatía la venganza sin abandonar el punto de vista de la legalidad.

Cuando la agente del FBI Kate Macer (Emily Blunt) irrumpe en una casa en busca de unos secuestradores no está preparada para lo que va a encontrar. En lugar de los criminales a los que perseguían, Kate y su equipo descubren docenas de cadáveres empotrados entre las paredes del edificio. Al macabro hallazgo se suma una explosión que acaba con algunos de los miembros de su grupo. Sin saberlo, Kate se ha adentrado en un territorio ajeno y hostil, el del tráfico de drogas. Y decide sumarse como voluntaria a la división comandada por el agente de la CIA Matt Graver (Josh Brolin) para descubrir a los responsables de la masacre. En su misión cuentan con la ayuda de un misterioso experto colombiano en el asunto, Alejandro Gillick (Benicio del Toro). Todos ellos se desplazan hasta el corazón de las tinieblas, Ciudad Juárez. Allí Kate se da cuenta que no comparte los mismos métodos de trabajo que sus compañeros...

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