El Gobierno aprobará mañana la reforma de la Ley del Cine

Por fin. Tres años y medio después de anunciarlo, el Gobierno ha dado luz verde a la reforma de la Ley del Cine, que se aprobará mañana en el Consejo de Ministros, adelantado un día por la festividad madrileña de San Isidro, tal y como confirman a este medio desde la Secretaría de Estado para la Cultura. Un parto con muchos retrasos y resuelto a una semana de las elecciones autonómicas.

Las gestiones para desatascar La Ley del Cine se precipitaron las últimas semanas; incluyendo la reunión secreta que Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal mantuvieron con representantes de la industria del cine, tal como adelantó este periódico. En esa mesa de la negociación no estuvieron ni el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ni su número dos en Cultura, José María Lassalle. Ausencias clamorosas en un asunto de su cartera.

Desde Cultura prefieren no comentar si también mañana se aprobará una partida extraordinaria para pagar sus deudas con los productores debido a las subvenciones a la amortización que la nueva Ley elimina: serán sustituidas por ayudas concedidas a priori, en base a una serie de parámetros industriales y culturales, en vez de a posteriori, y en función de los resultados en taquilla. La deuda estatal a día de hoy es de 14 millones de euros.

Por tanto, los productores ya no tendrán que esperar varios años para cobrar su dinero, acabando así con la actual inseguridad económica que había paralizado el sector en los últimos tiempos al no encontrar financiación privada ni préstamos de los bancos. La idea es evitar el prorrateo del año pasado, cuando no se pagó la totalidad de las ayudas por falta de fondos (el presupuesto del ICAA, rama cinematográfica del ministerio de Cultura, ha menguado mucho en los últimos años).

Ramón Colom, presidente de la Confederación de productores audiovisuales españoles (FAPAE), aseguró a este periódico hace unas semanas que esperaba que la Ley estuviera “vigente el 1 de enero de 2016”. El cambio era fundamental para la industria cinematográfica ya que, tal como contaba Álvaro Longoria a El Confidencial, ahora mismo no había “normas del juego”. “Esto de cara a un banco es fundamental para pedir un préstamo. Ellos están reticentes a darlos y con toda la lógica del mundo, porque no sabemos cuándo les vamos a devolver ese dinero. Esto impide un planteamiento industrial. Sin tener las reglas claras, estamos vendidos”, comentaba unas semanas antes de esta aprobación.

La reforma de la Ley del Cine es el primer guiño del gobierno al sector en plena campaña electoral. Próxima parada: la bajada del IVA cultural, otra de las demandas de la industria que parece que tendrá que esperar a la siguiente cita en las urnas.