Paco León: "El cine español más que una industria es una pyme"
El actor, que ya prepara su tercera película, ha recibido un homenaje en el Festival de Cine por su apuesta por un cine original y transgresor y habla sobre sus proyectos y la precariedad del sector
Eloy de la Iglesia (El pico o Los places ocultos entre otras muchas) fue uno de los directores más transgresores, inclasificables y provocadores de nuestro cine. Su mirada no se parecía a nada de lo que se había visto y fue uno de los primeros en tratar temas tabú con toda la naturalidad que el cine de la época necesitaba. Parece lógico que el Festival de Málaga, dedicado exclusivamente al cine español, haya dado su nombre a un premio honorífico que busca destacar una carrera singular y novedosa dentro de nuestro cine. El elegido este año ha sido Paco León, que confirma su noviazgo con el certamen con este reconocimiento a pesar de tener sólo dos películas en su haber.
El propio actor y director confiesa a El Confidencial que sí que se ve joven para que le den homenajes, pero que este no es a toda su carrera, sino un premio a una “mirada diferente”. Y en eso nadie puede quitarle la razón. León se encargó de convertir a su madre en mito de la comedia en dos películas que, además, sirvieron para cuestionar las diferentes plataformas de distribución y promoción del cine español. Para Carmina y Revienta Paco León se puso el mundo por montera y decidió estrenar en cines, internet y mercado de DVD al mismo tiempo, mientas que para su secuela, ya de la mano de Telecinco Cinema y más atado en corto, desafió al fútbol y proyectó un día gratis el filme para todo el mundo.
Toda esa lucha no ha servido de mucho, aunque León no pierda la esperanza y cree que “lentamente” sí que “están cambiando las cosas”. “La flexibilización de las ventanas tiene que ser mejor de lo que es ahora, pero depende de cada película. Yo no enarbolo la bandera de un formato concreto, sino que hay que investigar, que se prueben cosas y que cada película tenga su propio modelo de distribución”, puntualiza sobre su visión de la industria española, que cree que tendría que aprender mucho del modelo francés que sabe cómo vender su producto dentro y fuera de sus fronteras.
Una industria que sigue a punto de caerse como un castillo de naipes. Para Paco León eso es porque es una “industrilla”. “El cine español más que una industria es una pyme”, dice riendo. ¿Y qué haría Paco León para cambiar esta situación? “Uff, ¿te doy propuestas,quieres que te haga la carta de los reyes magos? Pues apunta”, comenta bromeando, pero poco a poco coge carrerilla y acaba enumerando unos cuantos problemas serios sobre nuestro cine: “Exenciones fiscales, ponerlas al 30% estaría bien. Un IVA hiperreducido, un 4. Y sobre todo un especial apoyo a la distribución”. Para León, en cómo se venda una película está parte del éxito y es consciente de que si uno no es apadrinado por una de las grandes cadenas tiene difícil su visibilidad.
Yo no enarbolo la bandera de un formato concreto, sino que hay que investigar, que se prueben cosas y que cada película tenga su propio modelo de distribución
Él ha tenido suertey Telecinco apoyó su cine. Ahorava a por su tercera aventura. Por fin deja atrás a su familia. Su nuevo filme es un encargo de Vértigo y Wild Bunch, una adaptación de una comedia australiana inédita en nuestro país (Little Death), que se rodará después de verano. Al principio decía que su labor tras la cámara era un “experimento”, pero ahora tiene claro que quiere “hacerlo todo, me da igual estar detrás o delante de la cámara”.
Como actor Paco León ha vivido en el límite del encasillamiento en varias ocasiones. En Homo Zapping creó dos imitaciones icónicas (de Raquel Revuelta y Anne Igartiburu) que parecía que le condenarían al humor de sketches, pero luego llegó El Luisma, su yonqui en Aida con el que triunfó en la ficción de Telecinco. Él no tiene claro haber escapado de estos personajes, y cree que para muchos siempre será Luisma, pero que también es culpa de ellos. “Yo me he preocupado de complicarme la vida haciendo películas y teatro aunque tuviera la serie”, añade.
Joven y con ganas de cambiar las antiguas normas que rigen el mercado del cine en España, una figura que, seguro, muchos hubieran querido ver como presidente de la Academia de Cine, pero Paco León no tiene ni ganas, ni tiempo. “Calla, calla. Una vez me llamaron para estar de vicepresidente, pero yo tengo muchísima ‘plancha’, no puedo. Yo se lo agradezco mucho a la gente que está en la Academia y que invierte tanto tiempo y esfuerzo en trabajar por los demás, pero yo no tengo tiempo”, zanja dejando claro que no quiere ni oír hablar de algo que no sea actuar o dirigir.
Eloy de la Iglesia (El pico o Los places ocultos entre otras muchas) fue uno de los directores más transgresores, inclasificables y provocadores de nuestro cine. Su mirada no se parecía a nada de lo que se había visto y fue uno de los primeros en tratar temas tabú con toda la naturalidad que el cine de la época necesitaba. Parece lógico que el Festival de Málaga, dedicado exclusivamente al cine español, haya dado su nombre a un premio honorífico que busca destacar una carrera singular y novedosa dentro de nuestro cine. El elegido este año ha sido Paco León, que confirma su noviazgo con el certamen con este reconocimiento a pesar de tener sólo dos películas en su haber.
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