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Abajo el paro: el cine contra la sangría nacional
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furtivos analiza la situación laboral del sector

Abajo el paro: el cine contra la sangría nacional

El colectivo propone bajar el precio de las entradas, una Ley del Cine urgente e independiente de colores políticos y mejorar la relación con las productoras televisivas

Foto: Juan Antonio Bayona en el rodaje de 'Lo imposible' (EFE)
Juan Antonio Bayona en el rodaje de 'Lo imposible' (EFE)

A todos nos preocupa el paro en el cine. Muchas familias carecen de recursos económicos para subsistir y las frustraciones vocacionales y profesionales asuelan al sector. Miseria física y miseria moral.

En lo que va de siglo se han estrenado 1.913 películas españolas, que han sido dirigidas por 1.471 directores y producidaspor 2.031 productoras. Estos simples datos demuestran la enorme fragmentación del sector de la producción cinematográficaespañola y subrayan la dificultad de considerarla como una industria, ni tan siquiera cultural.

Sin embargo, la producción cinematográfica y audiovisualse realiza gracias a la convergencia de un gran número de profesiones. En estas mismas películas han intervenido 6.780 actores y 2.090 guionistas, además de cientos de directores de fotografía, directores artísticos y montadores, a los que hay que sumar otros miles de técnicos y trabajadores especializados, cuyo nivel profesional y experiencia determinan la calidad de la producción (una calidad ignorada en parte por las televisiones cuando producen series y tv-movies).

Este siglo se han estrenado 1.913 películas españolas dirigidas por 1.471 directores y producidas por 2.031 productoras. Estos datos demuestran la enorme fragmentación del sector de la producción cinematográfica española y subrayan la dificultad de considerarla como una industria, ni tan siquiera cultural

En la elaboración de estas películas han participado en torno a 20.000 personas, profesionales que pretenden vivir de su trabajo y suspiran por una actividad continuada dentro de una profesión absolutamente vocacional.

Entre estos 1.471 directores de cine se encuentran autores profesionales como Carlos Saura y Pedro Almodóvar, que casi promedian una película cada 18 meses, pero muchos otros apenas han realizado un filme en estos 14 últimos años. Las legislaciones estatales y autonómicas tienden a dar preferencia a las óperas primas, que se convierten así en la única experiencia laboral de muchos directores, que no volverán a dirigir. ¿La dirección de cine es una profesión? Si se entiende como tal la actividad de la que uno vive, lo es para unos cuantos elegidos, pero no para la mayoría de directores del país.

Las ya mencionadas 1.913 películas fueron realizadas por 2.031 productoras. Esto quiere decir que en la práctica totalidad de las películas participan dos o más productoras de escasa capacidad.Sin embargo, una docena de ellas ha conseguido mantener unaproducción relativamente continuada a lo largo de estos últimos años. Son estas las que podrían llegar a sostener el sector de la producción y realizar películas exportables y capaces de competir con el cine de otros países.

A vueltas con las televisiones

Las relaciones de colaboraciónentre las productoras de cine y las empresas de televisión no son normales en España. La producción de cine se ha visto mediatizada en los últimos años por la incursión de las dos grandes cadenas comerciales, Tele 5 y Antena 3, en la producción de largometrajes.

placeholder Rodaje de 'Incidencias', la última película de José Corbacho (Efe)
Rodaje de 'Incidencias', la última película de José Corbacho (Efe)

Ambas cadenas han invertido muchos millones de euros y, sobre todo, han puesto toda su fuerzapromocional y publicitaria a disposición de sus películas. Las cadenas han hecho una interpretación interesada de las leyes del Gobierno. Las han utilizado en su beneficio para marginar al cine independiente, fabricando así películas de éxito, aunque de forma caprichosa y con la continuidad y el ritmo que convenían a sus intereses empresariales. Así que, en definitiva, las producciones de Tele 5 y Antena 3 no han fortalecido al sector del cine.

Este tema merece una futura reflexión de los Furtivos. Si bien la irrupción de las televisiones no ha ayudado en nada aresolver el paro en la industria del cine, sus éxitos en taquilla han demostrado que, con los recursos económicos y lasplataformas adecuadas de lanzamiento, el cine español podría competir aquí con el americano, como hace el francés en su país.

La urgenciade unaLey del Cine

Es necesaria una Ley de Cine que no pueda bloquearse fácilmente cada vez que cambia el signo político del Gobierno y es preciso también que los ministros de Hacienda respeten y no ninguneen a sus colegas de Cultura

¿Cuál sería la solución para reducir esa frustrante falta de trabajo? En nuestra opinión, habría que reordenar el sector desde las instancias públicas. Para ello, existe un Instituto del Cine (ICAA), dependiente del Ministerio de Cultura, y con objetivos muy semejantes a los del CNC francés. Desde estas instancias se debería ordenar la producción y afrontar su promoción exterior. El cine –al igual que las autopistas, aunque menos que la producción automovilística– es un sector deficitario que necesita la protección del Estado. Así ocurre en todos los países que tienenuna industria cinematográfica propia.

Desde 1961, España ha ofrecido a los productores fórmulas muy diversas de financiación, a menudo de manera arbitraria y nunca con la continuidad necesaria. Es necesaria una Ley de Cine que no pueda bloquearse fácilmente cada vez que cambia el signo político del Gobierno y es preciso también que los ministros de Hacienda respeten y no ninguneen a sus colegas de Cultura.

Sobre la base de una Ley de Cine eficaz, habría que convencer a las televisionespúblicas y privadas de que su colaboración debería limitarse a una inversión en derechos de antenay que las películas deberían ser producidas únicamente por productores independientes.El fin social de las televisioneses el de exhibir contenidos y, en el caso de las cadenas privadas, vender publicidad. Producir películas a su antojo es un caso de competencia desleal.

placeholder Rodaje de la película 'La próxima piel' (Efe)
Rodaje de la película 'La próxima piel' (Efe)


Cabe citar unejemplo histórico de cómo las relaciones cine/productores podrían ser bien diferentes.Desde fines de los años sesenta y hasta 1992, EEUU obligaba a que todas las series y películas para televisión fueran realizadas por productoras de cine, a las que correspondían 19 de las 22 horas del prime time. Las cadenas de televisión tenían derecho a dos emisiones en cuatro años, al cabo de los cuales debían renegociar los derechos con los productores o estos quedaban libres para venderlos a otro canal, además de mantener los derechos para el extranjero.

Precio de las entradas

Bajar el precio de las entradas supondría poder producir unos 140 largometrajes al año

La tercera pata sobre la que se sostiene la producción de cine en España son los ingresos que producen las películas en salas, VoD [plataformas digitales] y ventas a mercados extranjeros. Estas ventanas están controladas directamente por los productores y, aunque su gestión y sus políticas necesitan una revisión, la medida más importante que se podría tomar sería la bajada del precio de las entradas: la venta de tickets supone alrededor del 40% del coste de un filme, así que suele ser el menor de los problemas para completar su financiación.

Aplicando las medidas anteriores, el cine español podría producir en torno a una media de 140 largometrajes al año, producidos por sesenta o setenta productoras, una docena de las cuales ejercería de motor de la industria. Estas películas, producidas con presupuestos medios de 3 o 4 millones de euros, serían competitivas, exportables y darían trabajo a los directores y técnicos más talentosos, además de facilitar la incorporación de nuevas generaciones de profesionales, reduciéndose así el paro.

Y otro día hablaremos de los actores y actrices…

A todos nos preocupa el paro en el cine. Muchas familias carecen de recursos económicos para subsistir y las frustraciones vocacionales y profesionales asuelan al sector. Miseria física y miseria moral.

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