"Escribir 'Barrio Sésamo' y 'El crimen de Cuenca' es lo mismo, contar una historia"

De Barrio Sésamo al Premio Nacional de Cinematografía hay sólo un paso (y cuarenta años de carrera). Que se lo digan a la ganadora del premio de este año, Lola Salvador, que fue la encargada del equipo de guionistas del mítico programa infantil antes de que por su pluma pasaran los libretos de dos obras maestras del cine español: El crimen de Cuenca (1980) y Las bicicletas son para el verano (1984).

La escritora, más centrada en los últimos años en su faceta de docente, atiende a El Confidencial todavía sin ser muy consciente de que ha logrado el máximo galardón que se otorga a una figura del mundo del cine. Un premio que normalmente se entrega a alguien que el año anterior haya destacado en el séptimo arte, pero que excepcionalmente se da como reconocimiento a una carrera.

“Supongo que en mí han visto la resistencia de un trabajo de más de cincuenta años. Habrán valorado todo y habrán dicho, ya le toca a esta anciana venerable” comenta jocosa Salvador reconociendo que en cuanto deje de hablar por teléfono se pondrá a dar saltos de alegría.

“Fue un proyecto estupendo. Buscaban a una guionista que además hablara inglés. Lo más difícil fue lidiar con lo que se podía hacer o no se podía hacer dentro del horario infantil” recuerda Salvador de su etapa en el programa.

A pesar de que su carrera parezca limitada a títulos puntuales ella reconoce que nunca ha dejado de trabajar. “Hice muchas cosas al mismo tiempo. Hice radio, cine, televisión, pero no porque uno de esos proyectos fuera un éxito tuve la tentación de repetir. He tenido la suerte de que elegía los proyectos, hacía los que quería” explica a este periódico.

Desde 2011, cuando produjo ¿Para qué sirve un oso?, de Tom Fernández, no ha vuelto a trabajar en una película, pero nada de jubilación a sus 75 años: “Tengo mi mesa llena de proyectos de cine, mezclados con otros de teatro y otros para cambiar el mundo. Es algo caótico, pero todo me interesa y todo quiero hacerlo”.

Maestra de cineastas

Salvador es de esas personas que mantienen una visión optimista sobre el cine, y en concreto sobre el cine español, aunque exista muy poco “apoyo por parte de la Administración”. “A pesar de todo, el cine español respira, aunque no se cree en la industria del cine como en otras industrias. Nuestra crisis no es de talento. Tendríamos que ser más amantes de nuestra cultura, darnos cuenta de que da empleo, ayudar a que prospere” opina.

Tampoco cree que existan prejuicios por parte de los ciudadanos hacia el cine español, simplemente cree que están cambiando las formas de ver y consumir cine: “La gente tiene muchas cosas que hacer, muchas ofertas de ocio y también hay mucho pirateo. Se ha perdido la sesión continua, las palomitas, todo eso, pero se sigue viendo mucho cine”.

El cine no va a morir todavía, repite Salvador que cree que es un “lenguaje que llega a todo el mundo” y que destaca la calidad de las series americanas de HBO cuando habla de los buenos productos que se crean actualmente.

Para mejorar la situación, su receta no podía ser otra: educación. “La gente tiene que conocer nuestro cine, nuestra literatura, eso es básico. Deberíamos estar todos arrimando el hombro para conseguirlo”.