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Futuro distópico y amor adolescente, la receta del blockbuster
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estreno de 'divergente'

Futuro distópico y amor adolescente, la receta del blockbuster

Llega a las salas Divergente, la adaptación de las novelas de Veronica Roth, que ha sido un éxito en la taquilla americana abriendo una nueva franquicia

Foto: Shailene Woodley en 'Divergente' (EOne)
Shailene Woodley en 'Divergente' (EOne)

Ha costado varias intentonas, pero Hollywood ha encontrado su nueva saga adolescente. Tras el final de Crepúsculo, sus hordas de fans necesitaban otra serie de películas a las que engancharse. Los juegos del hambre fueron los primeros en conseguir arrastrar a muchos de los seguidores de Bella y Edward, pero demostraron que tenían personalidad propia. En los libros de Suzanne Collins y sus adaptaciones hay más interés por el movimiento revolucionario que por el amor (que queda siempre en un tercer plano). Esto hizo que un público más adulto (y menos femenino) haya caído rendido a sus pies.

Hacía falta otra saga que llenara ese sector de chicas que quieren un nuevo romance del que sentirse prendadas. Pero ya no vale todo, hay que darle un envoltorio diferente, que parezca nuevo (aunque no lo sea). Así ha llegado Divergente y ha conquistado al público americano.

Las novelas de Veronica Roth y ahora el primer filme de la saga han sabido colocarse en un lugar estratégico entre la ñoñería crepusculera y el toque rebelde de Panem. Un filme que pudiera arrastrar por su historia romántica pero también por su visión desoladora del futuro de nuestra sociedad.

Los ingredientes para crear una saga estaban claros: actriz prometedora (Shailene Woodley), adaptación de una saga literaria (doble beneficio económico), futuro distópico, romance imposible y el añadido de alguna presencia de lujo en el reparto (Kate Winslet).

Neil Burger, que saltó a la fama por El ilusionista, ha sido el responsable de la adaptación del primer libro de Roth. Un filme que mide tanto sus intenciones que acaba siendo insulso.

El filme cuenta la historia de Tris, una joven que vive en Chicago en un futuro indeterminado en el que las ciudades viven divididas por facciones según a qué vayas a dedicar tu vida: los abnegados, los defensores de las leyes, los policías… Cada ciudadano debe elegir a los 18 años a qué facción quiere pertenecer, para lo que les realizan test indicativos. La protagonista verá cómo ella no pertenece a ninguno de ellos, es una divergente, alguien que no encaja en ningún sitio concreto y que corre peligro por ello.

Se aprovecha poco la idea central de que no encajar en ningún sitio puede ser peligroso y todo queda supeditado a una trama demasiado introductoria, tanto de la historia de amor que se ve venir desde el primer minuto como de la historia de revolución social que desarrollarán las secuelas.

No hay ningún interés en profundizar en este contexto crítico, sino que a todo el filme le falta intención, es demasiado blando e inofensivo. Un blockbuster hecho sin ganas y con el piloto automático puesto.

Kate Winslet en una escena de 'Divergente'Sólo así se puede entender una ausencia de ritmo tan grande, que hayan rodado dos muertes tan anticlimáticas que rozan la vergüenza, o que hayan desperdiciado a Kate Winslet como mala de la función. La actriz pide minutos a gritos y no cuatro apariciones que parecen más un cameo que el de un villano que requiere más desarrollo.

Ni siquiera la fuerza de Shailene Woodley puede levantar un producto teledirigido a un público adolescente y eminentemente femenino. Las ganas de su productora de reventar la taquilla no hacen prever un futuro mucho más halagüeño para Divergente. En un año se estrenará una segunda parte que no contará con el mismo director, que declaraba a este periódico en la presentación del filme que no podía seguir el ritmo de rodaje que exigían los productores.

El éxito en la taquilla americana del filme ha hecho que la franquicia de su último paso hacia los tópicos de todas las sagas adolescentes: su última entrega será dividida en dos filmes. Doble pereza y doble beneficio.

Divergente

Dirección: Neil Burger

Nacionalidad: EEUU

Género: acción, romance

Duración: 139 minutos

Reparto: Shailene Woodley, Theo James, Kate Winslet, Tony Goldwyn, Ray Stevenson, Maggie Q

Ha costado varias intentonas, pero Hollywood ha encontrado su nueva saga adolescente. Tras el final de Crepúsculo, sus hordas de fans necesitaban otra serie de películas a las que engancharse. Los juegos del hambre fueron los primeros en conseguir arrastrar a muchos de los seguidores de Bella y Edward, pero demostraron que tenían personalidad propia. En los libros de Suzanne Collins y sus adaptaciones hay más interés por el movimiento revolucionario que por el amor (que queda siempre en un tercer plano). Esto hizo que un público más adulto (y menos femenino) haya caído rendido a sus pies.

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